Texto – Albert Roca. Fotos – Albert Roca-Nacho Sweet. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
Actriz y soñadora, así se define Rebeca Alemañy que desde muy joven siempre ha tenido una actitud creativa, y que después ha desarrollado como actriz. La entrañable Lolita de Acacias 38 continúa su camino con el proyecto de serie de televisión. Y a continuar soñando.

La escritura siempre ha estado presente en tu vida ¿Verdad?
Si, antes de actuar escribía. Me gusta mucho la poesía y me formé en la ESAD de Murcia, en Interpretación Textual y lo compaginé con mi inquietud por la dramaturgia y la dirección en «el Aula». Empecé a trabajar con gente de fuera, trabajar con impros, y allí buscar el texto y pasar al montaje y lo que fuera. Luego llegué a la dramaturgia, luego hice monólogos. Y lo necesito al igual que actuar.
Y llegas a Acacias 38…
Molaba mucho cuando mi personaje de Lolita estaba en la mantequería. La prima de mi tía tiene el colmado de pueblo, donde se vende a granel, y me sirvió como referencia.

Lolita daba mucho juego…
Como era de Cabrahigo podía justificar muchas cosas, y daba pie a jugar, con una gran libertad en el personaje.
Y se enamora de Antoñito
Dio un giro, como en la Dama Boba que encuentra el amor y le viene el raciocinio. Antoñito y yo fuimos evolucionando y fue maravilloso.
¿Y cómo podrías definirla?
Sincera y sobre todo con un gran sentido de la justicia. Era como un puente de amor. Además tenía mucha honestidad y sabía perdonar.

¿Fue especial la última escena de Acacias 38?
Lo pasamos pipa. Cuando rodamos la última secuencia en la época actual se metió todo el equipo:, los actores, los cámaras, todo el mundo. Yo que llevaba seis años, era una despedida común real.

¿Te gustó el final?
Fue el que los personajes y espectadores se merecían. Y fue un regalo verme a mí con Felipe.
¿Y tienes algún proyecto?
Estoy escribiendo una serie de ocho capítulos, en el proceso de distribuirla y colocarla. Soy muy inquieta, parto de la poesía y a través de las poesías surge una necesidad. Con todo lo que me va llevando a una historia y según el momento vital que tenga en esos momentos. Me gusta contar lo que en este momento me remueve y me inquieta. Ahora estoy en lo audiovisual y en su momento estuve con los monólogos. Trabajo con formatos breves sin llegar a largometraje o obra teatral. Con esta serie he dado un paso más. Y por ello me considero creadora, me gusta contar historias.