Carlos de Austria «Cuando interpretas un personaje tienes que saber por dónde late”

Texto – Albert Roca. Fotos – J.Ladiv-Paco Navarro.

Con su porte de galán conquistador el audiovisual le ha ofrecido dos malos malísimos en dos series emblemáticas “El secreto de Puente Viejo” y en “Acacias 38” donde tuvo una aparición estelar en el último suspiro de la serie. A la espera de momentos cómicos o románticos en el audiovisual, los amantes del teatro ya han podido ver a Carlos de Austria en registros cómicos en “La función que sale mal”, en el teatro clásico de Córdoba o en la compañía “300 Pistolas” de Álvaro Morte. 

Llegas por la puerta grande a las teleseries con dos malos de leyenda, Cristobal Garrigues en “El secreto de Puente Viejo” y Aurelio Quesada en “Acacias 38” 

Y supuso un reto que no tuvieran nada que ver los dos personajes. Ya que tenían puntos muy parecidos Aurelio Quesada y Cristobal Garrigues. Se trataba de darle toda la variedad cromática posible.  

¿Y cómo los trabajaste? 

Cuando interpretas un personaje tienes que saber por dónde late, por dónde le sale todo lo que hace y como justificarlo. Saber por qué hace lo que hace, por dónde late y dónde lo rompe. Y he tenido mucha suerte porque han sido personajes con recorrido, trasfondo y justificación de porqué actúan así en su mente. En El secreto de Puente Viejo, Cristobal todo lo que vive de pequeño, donde lo castran y esa educación tan restrictiva. Aurelio en Acacias 38, sin embargo viene de un padre muy férreo y disciplina militar. Y a partir de ahí los fui trabajando y construyendo a partir de unos grandes guiones.  

¿Y en Acacias 38 donde llegaste casi a la recta final, te acogieron bien?  

Yo ya conocía a Marc Parejo y me reencontré con compañeros del equipo de Puente Viejo. Son una familia muy abierta. Y de entrada ya me dio un achuchón la actriz Sandra Marchena. Y yo he visto cómo acogen a los nuevos actores, incluso con papeles más pequeños, de manera maravillosa. 

¿Y disfrutaste haciendo de malo? 

Los malos son necesarios siempre. En esta serie había tres tipos de tramas, las románticas, las cómicas y las de los malos. Y todos cumplimos a la perfección.  

¿Qué recuerdos tiene de “La función que sale mal” que a finales de septiembre llega a Barcelona? 

Estuve como un par de temporadas. Esa obra es un fenómeno. Hay un ritmo frenético, con coreografías y el clásico humor que hacía Harold Lloyd con saltos y caídas.  

En teatro has hecho muchos clásicos

Me gusta mucho el verso. Cuando estás interpretando un verso escrito como Calderón y todo lo que está escrito, el adjetivo y de cómo le cambian el orden es fascinante. Todo tiene un motivo en el mensaje. Y como todo te lo encajan en una rendondilla, lira y soneto es maravilloso. Encontrar la intención que buscaba el autor. Eso es la cúspide. 

Para finalizar… personajes pendientes de hacer… 

Todo el mundo tiene como una lista de personajes. Me apetece mucha cosa liviana y de comedia. Algún personaje “bueno” para mostrarme yo. O mira… algún galan. Y es que yo soy un bombón… jejejejeje