Texto – Albert Roca. Fotos – Albert Roca-Pipo Fernández-Archivo. (Entrevista realizada el sábado 29 de febrero en el Cambridge Soho Club. )
Ana María Vidal es una de las grandes históricas de España. Desde el año 1958 ha trabajado de manera ininterrumpida en el teatro y la televisión –donde son recordados sus participaciones en Estudio 1 y la mítica serie Al salir de clase, además de colaboraciones en otras series más recientes como “La memoria del agua”, “Amar es para siempre” o “Los misterios de Laura”. Con la ilusión del primer día la podemos ver en la serie Servir y proteger, que emite la 1 en la sobremesa, donde interpreta a Leonor, la madre del terrible personaje de Rojo, y que muestra su lado más tierno.
¿Cómo se incorporó a la serie “Servir y proteger”?
Ha sido un regalo maravilloso que no esperaba. Haciendo zapping un día me enganché a la serie cuando vi una escena de Luisa Martín, que considero que es una actriz maravillosa. Me gustaba porque es una serie de todos, no la clásica historia de policías. Hay buenos y malos. Y cuando me llamaron me hizo mucha ilusión, interpretando a Leonor, la madre del malo malísimo Rojo.
¿Y que puede avanzar sobre su personaje?
Su madre es la parte más tierna de Rojo, y desconoce lo que él hace … y el disgusto que se puede llevar…
¿Y Paty la ve como nuera ?
Ya me gustaría ya jejeje. Yo los quisiera ver juntos.
¿Y cómo se lleva con el actor Chechu Salgado, que interpreta al maligno Rojo?
Es un amor de chico y rodamos muchas escenas juntos. Me encanta como lo hace. Todos los días nos estamos dando besos y achuchones.
Ahora vamos hacia atrás… Al salir de clase. ¿Qué recuerdos le vienen a la mente?
Muy buenos . Estuve muchos años y no me cansaba nunca, compaginándolo con el teatro. Ha salido tantísima gente de allí y cuando veo que alguien tiene un éxito me alegro mucho ya que para mí son mis niños.
¿Y Estudio 1?
Hice muchísimos. Hice como más de 40. Era una vorágine de trabajo. Todas las semanas o cada 10 días haciendo un Estudio 1.
¿Qué supone José Luis Alonso para usted?
Al terminar la Escuela de Arte Dramático me dieron el premio Lucrecia Arana que era un aliciente para los chicos que estábamos estudiando y podíamos optar a este premio. Y el que tenia Matricula de honor o sobresaliente teníamos que hacer una escena de teatro clásico, dramática y la poesía obligada. El jurado era impresionante: el director del Teatro María Guerrero, José luis Alonso, Ruiz Iriarte y Ángel Picazo, el primer actor y me dieron el primer premio a mí.¿ A ver, que hago yo?. No conozco a nadie, me preguntaba yo. José Luis Alonso estaba montando la obra Los años del bachillerato y me dio un papel fabuloso, el de la protagonista. Y eso me dio a conocer y no paré de trabajar sin parar.
¿Y Pepe Rubio con el que trabajó en “Enseñar a un sinvergüenza”?
La estrené con él y fuimos de gira por toda España. Y tuve que dejarlo cuando me contrató Ángel Picazo. Y la obra siguió porque fue un éxito enorme.
Y para finalizar. Otro nombre.. Pedro Osinaga…..
Pedro Osinaga era una maravilla de compañero, de actor. Me he reído mucho con él. Fueron más de diez años haciendo con él la función “Sé infiel y no mires con quién”-Nos entendíamos mucho en escena con sólo una mirada. Son recuerdos de grandes compañeros con otros que coincidí y que siempre llevo en mí. Es de las grandes cosas que tiene la profesión.
Barnafotopress 
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