Texto – Albert Roca. Fotografias – Maria José Rasero. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
Una de las películas emblemáticas del 2022 fue “Mantícora” de Carlos Vermut, y que contó entre el elenco protagonista a la actriz Ángela Boix, que ya la dirigió en su ópera prima “Diamond Flash”. Además del cine uno de sus grandes escenarios es el teatro, con el que forma parte del “Colectivo Fango”, que estrenan obras con gran contenido social.

¿Qué ha supuesto coincidir de nuevo con Carlos Vermut?
Han pasado diez años entre Diamond Flash y Mantícora y me encanta trabajar con él. Ofrece una relación director-actriz que es muy directa. Tiene un mundo propio impresionante, te atrapa, es magnético y sus guiones son perfectos. Otro aspecto que me gusta es que es un director que cuestiona y va al fondo de las cosas.
Has trabajado con otros directores que han hecho óperas primas. ¿Cómo son estos rodajes?
Precisamente voy a rodar la ópera prima de Fabià Castro. En las óperas primas hay algo especial ya que es el primer encuentro con el mundo poético de alguien.
¿Cómo preparas tus personajes?
Necesito que en algún momento estén fuera de mi y luego los integro. Y como ejercicio para futuros personajes me gusta observar, por ejemplo sentada en una terraza.

¿Disfrutas con el proceso previo de los proyectos?
Es el mejor momento, cuando ensayas y ensayas, uno se puede equivocar y hace que descubras el error. Después, llega el momento cuándo el proyecto vuela y ves como el público reacciona y lo hace crecer.
¿Qué aspectos valoras cuando ves una película, una serie o una obra de teatro?
Estoy terminando de ver La Ruta, porqué está muy bien realizada. Hay un cuestionamiento puesto en juego y cuando uno se cuestiona cuando crea algo es mucho más interesante de ver que querer llevar al espectador por un sitio determinado. El arte tiene que interrogar.
¿Hay una fórmula para el éxito de un proyecto?
Hasta que no se estrena no sabes si va a funcionar. Hay una necesidad del diálogo con el público, que es cuando todo se completa.

En teatro como fue la evolución tuya desde la Compañía Arrabal hasta el Colectivo Fango
El colectivo Arrabal fue proyecto de unos amigos de la escuela y la intención fue aprender a base de estrellarnos y hacer cosas. Luego todo aquello finalizó y hace unos años con otros amigos lo retomamos para fundar la Compañía Fango, que hemos estrenado una trilogía en los Teatros del Canal. La idea de las obras es la investigación sobre la identidad sobre lo que somos en el mundo.
Para finalizar. ¿Dónde te podemos ver?
En la sala negra de los Teatros del canal con la obra El porvenir, con Francesco Carril y Roberto Marin, y estamos trabajando en un nuevo proyecto de investigación con la compañía Exlímite, de Juan Ceacero.
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