Texto y Fotos – Albert Roca.
El Teatro Goya de Barcelona acoge hasta el 20 de junio una de las obras más emblemáticas del Siglo XX “Esperando a Godot” y que tiene en el reparto a actores de la talla de Pepe Viyuela, Alberto Jiménez, Juan Díaz, Fernando Albizu y Jesús Lavi. El actor Juan Díaz encarna el personaje de Lucky, que puede ser tan recordado como los que ha interpretado a lo largo de su trayectoria en cine, teatro y televisión. Popularidad, carisma y dierentes perfiles de buenos y malos le han acompañado en su trayectoria.

Esperando a Godot….. ¿Qué esperamos en esta obra?
Es una obra que ahora mismo con la que está pasando se entiende mucho mejor. ¿Qué estamos esperando?. Y es que siempre estamos esperando algo. Como ahora, de que no nos pongamos enfermos. Como que no esté definida del todo la trama permite que haya interpretaciones muy diferentes. Antonio Simón quería que tuviera un montaje mucho del cine mudo, los payasos y el circo.
En tu personaje hay algún cambio respecto a otros montajes, donde tiene mucho más edad
Normalmente o lo hace una persona mayor o un actor de mas de 70 o caracterizado viejo. El viejo atado sometido por el terrateniente que le lleva como una especie de perro que le carga las cosas. Yo me he hecho mi propia interpretación de cómo es Lucky. Un científico como nazi en un laboratorio haciendo experimentos con los judíos que ha hecho mucho mal y que le toca pagar por ello. Que tiene un poco la soga al cuello. Es parte de mi imaginación y lo he ido construyendo.
Tu personaje dice una frase muy seguida. ¿Es complicada de interpretar?
Es un texto que cuesta mucho estudiárselo. No tiene puntuación y todas las frases van seguidas y son repeticiones. Hay muchas feases que son muy parecidas pero no lo son. Normalmente a la hora de estudiar tienes como un concepto y aquí cada frase es un mundo diferente que o sabes muy bien que sentido le da cada frase al resto o al final no lo hay.

¿Cada día es una obra nueva?
Es inevitable en el caso de Pepe Viyuela, ya que es un maestro de la improvisación y los gags. Si la viéramos al principio alucinaríamos. Yo tengo los movimientos muy marcados y no ha cambiado demasiado como el personaje de Fernando Albizu.
¿Y como está siendo recibida la obra?
Muy bien, imagínate con el reparto que hay, con la popularidad que tiene Pepe Viyuela. Y mira, en Viladecans una señora dijo que había leído la obra y le había parecido un coñazo y al verla en teatro se lo había pasado en grande.
¿Qué te atrae de las propuestas que te llegan?
A mí me atraen las historias donde hay personajes y donde yo pueda hacer algo de mis trabajos que haya hecho. No hacer papeles con el mismo rol. Y lo cierto es que tengo la suerte de que me ofrecen papeles muy diferentes, de malo malo, friki y bueno bueno. Y no es que lo haya buscado.

Hablemos de teatro y repasemos obras que has hecho, con Sergi Belbel, Miguel Narros y Mario Gas….
Cuando era un chaval, con 17 años hice “Caricias” con Sergi Belbel. Fue impactante ya que fue entrar por la puerta grande ya que todos los personajes tenían la misma importancia. Con Andrés Lima hice “El Graduado”, era como una franquicia con la estructura montada y donde Andrés le dio sus toques con la cámara lenta. Con Miguel Narros hice su penúltimo montaje “La abeja reina” con Miguel Rellán y Verónica Forqué. En Miguel veía que tiene una sensibilidad muy especial y visión muy amplia como director de escena. El entendía muy bien la función y te dejaba pero si te alejabas te paraba los pies y te hacía entender el porqué. Daba gusto verle trabajar y escuchar, como la cultura que tenía. Y con Mario Gas lo he tenido como compañero en el Romera con “El Largo Viaje” y me dirigió en “La hija del aire” que hicimos en el Teatro Clásico.
¿Y alguna anécdota en particular sobre ello?
Con la obra donde estuve con Mario Gas, “El largo viaje”. Yo interpretaba a un personaje real, Eugene O’Neill de jove, y que tenía una familia llena de problemas y él también ya que era tuberculoso. Una familia muy turbia y con tantos déficits de cariño y de salud. Y en estreno vino nada más ni nada menos que Geraldine Chaplin que era la nieta de O’Neill, y que que nos trajo un ramo de flores y estaba emocionadísima. Yo le preguntó si yo había estado a la altura de su abuelo y estaba encantada.

Te hiciste muy popular en “Aquí no hay quien viva”
Mi personaje era una especie de simplón, fachilla, pijillo que solo piensa en las tías. Y no dio mucho de sí. Hice dos temporadas y por el tema de la competencia con las audiencias decidieron ir quitando peso a los secundarios. Y preferí salirme.
Con un final muy peculiar….
Mi personaje se iba a Polonia a ver a mi padre. Por mi aspecto como que no daba ser hijo de Isabel Ordaz y Santiago Ramos. Y se decidió así.
¿Buena la experiencia?
Y tanto que sií. Llegar y rodar y todo sale. Dices tu frase y encaja y hace reír.

Te hemos visto en la actual temporada de “Cuéntame como pasó” donde ya llevas tiempo
Es un periodista majo, con un punto de ambicioso y escudero de Toni Alcántara, que interpreta Pablo Rivero. Entré para 3 capítulos y llevo ya 6 temporadas.
¿Y cuál es la clave del éxito de la serie?
Es muy fiel a las costumbres. La gente tiene una gran identificación con los protagonistas y los personajes satélites hace que te los creas más.
No siempre las series tienen buena acogida como fue “Al final del camino”
Es verdad. Pasó sin pena ni gloria y la disfruté muchísimo. Mi personaje fue real, el que se casó con Urrraca, que era la hija de Sancho I. Era un devoto de la iglesia católica y se murió en Santiago de Compostela. Era una serie con un gran reparto.

Fuiste nominado por tu papel en “Sin tetas no hay paraíso”
Me dijeron claramente que estaría cinco capítulos y que me mataban. Era un capo nuevo y venía con nuevos personajes en un momento que ya no estaba “El Duque” con Miguel Angel Silvestre.
¿Nuevos proyectos a la vista?
El filme de Alesandro Pugno “Animal humano”, que ganó en el Festival de Málaga con “La cruz de los caídos”. Es su primera película de ficción y trata sobre el mundo taurino. Para el próximo año tengo una nueva obra, también de Pentación Espectáculos “El cuidador” de Harold Pinter.
Parafraseando la obra donde te podemos ver en Barcelona… ¿Qué espera Juan Díaz?
Espero que nos recuperaremos como sociedad y salgamos pronto de la crisis. Yo me siento un afortunado porque he podido seguir trabajando. Que esto nos sirva de lección para ver lo que es más importante en la vida. Y ver como nos necesitamos los unos a los otros. Espero seguir como estoy con proyectos bonitos y potentes
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