Texto – Albert Roca. Fotos – Clara Garrido-Alfonso Barrado-Nacho García Sweet-Carloa Ferriz. Entrevista realizada en el Cambridge Soho Club.
A principios del mes de marzo se despidió uno de los personajes protagonistas desde principios de ‘Acacias 38’, que emite por la sobremesa TVE, Doña Celia Verdejo de Álvarez-Hermoso, interpretado por Inés Aldea. Un final trágico, como la vida que sufrió este personaje, donde le sucedió de todo: infidelidades, pérdida de sus hijos, y etc… etc…. La actriz Inés, emocionada todavía por su marcha de la serie y con ganas de emprender nuevos proyectos nos habla de ello en esta entrevista.

Vaya final el de Celia, cayéndose por la ventana
No me extrañó el final, llegó a un punto de locura del que ya es muy difícil volver y tener una vida normal.
¿Cómo llegaste a la serie?
Estaba haciendo la carrera de interpretación en el Estudio Corazza para el actor, era el último año, la muestra final antes de las vacaciones de navidad. Al terminar evaluamos el trabajo y cuando estábamos recogiendo miré el móvil eran las diez de la noche y llevaba horas sin mirarlo, tenia una llamada y un whatsapp “Te han cogido, llámame”. Ya no volví a la escuela después de navidades, y la práctica final la hice trabajando, mejor imposible.

Una serie de la que formaste parte desde el inicio, sin saber el éxito que tendría y tiene
Nadie sabía nada de lo que pasaría y llegamos todos juntos a un decorado en construcción, un equipo nuevo que no se conocía… entrar en una serie desde el inicio es muy emocionante porque todos estamos en el mismo lugar.
¿Y cómo trabajaste tu personaje?
Investigué bastante en el tema de la religión, que es algo que en mi generación no está tan cerca pero ella sí hacía mucha alusión a Dios. Quise averiguar que era esto de sentir “fe”.

¿Y llevar el corsé?
No lo llevé los cuatro años. Pero esa prenda era el machismo representado en el propio vestuario, la esclavitud de la estética. Había momentos en que al ponérmelo me desmayaba.
¿Y al margen de ello te gustaba vestir esa ropa de época?
El vestuario de la época que sea ayuda a la construcción interpretativa, hasta la forma de caminar cambia.

Qué vida más complicada que vivió tu personaje de Celia…
Siempre supe que iba a ser así. En la escena que hicimos Marc y yo para el casting, el llegaba a casa y yo le estaba esperando sin saber dónde había pasado la noche. Fue muy interesante trabajar la frustración de una mujer que desea tener hijos para que su marido la quiera. Esta es la historia de la mujer de hace unos pocos años, no tantos.
¿Cómo viviste el incendio del plató donde se rodaba Acacias 38?
Surgió un poco de pánico: quedarnos sin serie de la noche a la mañana. Y después de tres semanas parados fue dura la vuelta ya que había que esforzarse el triple. Pero lo que sucedió nos hizo hacer piña y estuvimos muy unidos para sacar la serie adelante.

¿Y eres seguidora de estas series?
Es curioso porque es cierto que como pasa con las telenovelas, las pones un día y al final te engancha. Quieres ver que les sigue pasando a los personajes.
¿Has tenido contacto con tus seguidores sobre tu personaje?
Mucha gente me ha escrito. Un chico me escribió diciendo que era un niño adoptado y él y sus padres adoptivos me daban las gracias por reflejar parte de su historia. Eso me hizo dar cuenta de que la serie hacia mella en la gente.

¿Cómo fue tu último día en la serie?
La última escena que grabé fue con Rebeca y también estaba el bebé lo que hacia el rodaje más delicado, hacerlo cuanto antes para no alterar al niño. Y yo realmente ya había rodado lo más difícil, mi muerte y la de Trini. Hicimos la última toma y dijeron “vamos a hacer una más” y al empezarla dijeron “hoy ha terminado con nosotros Inés”. Siempre hacen eso cuando alguien se va, ya lo sabía -jajaja- pero disimulé un poco. Y llegaron todos los compañeros aplaudiendo. Piensa que han sido varios años trabajando 12 horas de lunes a viernes, y estuve más con ellos que con mi propia familia.

¿Y a partir de ahora, que tipo de personaje te gustaría interpretar?
No tengo un tipo de personaje preferido: depende de la historia que cuente. Por eso no podría decir lo que me gustaría hacer, primero tengo que leerlo.
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