
Cuando nos contaban en casa las últimas incorporaciones a la lista, nos reíamos mucho, como me he vuelto a reír ahora, no solo con las frases, sino recordando en algunos casos las circunstancias en que se pronunciaron, y alguna vez, hasta la cara de la persona que «profería» la herejía lingüística. Esto demuestra una vez más que, en esta vida, no basta con la buena voluntad para acertar. Los
autores han complementado las frases «malas» con las «buenas», y con una explicación/aclaración que ayuda a descubrir el camino tortuoso que ha recorrido la frase desde la corrección hasta la incorrección.
Este libro podía no haber existido. Me diréis que como todos. Pero este tiene una característica especial: que cinco Abadías vieron que no solo podían reírse ellos, sino que, con un cierto esfuerzo, podían hacer que se rieran muchos más.
Pues ahí lo tenéis, a vuestra disposición.
Señoras y señores, en la pista, «¡¡BLABLADURÍAS!!
Deja una respuesta