Texto – Redacción-Prensa Bendita Calamidad. Fotos – Prensa Bendita Calamidad.
«Bendita Calamidad», dirigida por Gaizka Urresti está protagonizada por Jorge Asín, Nacho Rubio, Luis Varela, Enrique Villén, Carmen Barrantes, Carlos Sobera, Gorka Aguinagalde, Juan Muñoz. Es una peli de risas, una comedia de acción y aventuras en la que dos “desdichados”, los atribulados hermanos Fayos, afrontan sus apuros económicos adentrándose en el mundo del crimen con dudosa pericia.
Desde que planean secuestrar a un empresario de Tarazona con la ayuda de un abogado peculiar todo les va de mal en peor; primero se confunden de víctima, luego se quedan sin escondite, pierden el móvil para comunicarse con su cómplice, la policía creen que son unos terroristas yihadistas, se topan con una excursión de boys scouts y con unos narcotraficantes y, sobre todo, su víctima, el Obispo de Tarazona, es un secuestrado de los más respondón.
Una historia de perdedores que luchan contra su propia inexperiencia en una situación que les desborda y que tropiezan continuamente con la misma piedra.
Basada en la homónima novela de Miguel Mena, Bendita Calamidad es una comedia blanca, con un humor sin fórmulas groseras o inadecuadas, que puede ver toda la familia, en la que el espectador está esperando cuándo y cómo van a terminar la loca huida a ninguna parte mientras los conflictos van creciendo y trasportándonos a una aventura que no queremos que termine nunca.
Sinopsis
Los hermanos Fayos, Anselmo y Ricardo, están con el agua al cuello. Su bar no funciona, el Ayuntamiento lo clausura y se ha agotado el dineroque, para ir tirando, solicitaron a unos prestamistas que no se andan con contemplaciones a la hora de cobrar.
Piden consejo a un abogado poco amigo de la ley, Antonio Orestes, que les sugiere una vía rápida para acabar con sus problemas: El secuestro express de un constructor de Tarazona.
Plantean el golpe durante la celebración de la fiesta mayor del Cipote-gato pero, por un error de cálculo, terminan secuestrando al obispo de la comarca.
Sin saber muy bien qué hacer, el abogado les convence que deben continuar con su plan con la nueva víctima mientras él busca una solución en Zaragoza Los dos hermanos se ven condenados a vagar sin rumbo por los alrededores del Moncayo de escondite en escondite, a cual más extraño, con un obispo respondón que no entiende por qué le han secuestrado, mientras la policía piensa que se trata de un comando terrorista yihadista.
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