Texto – Redacción-Editorial Planeta.
Hot Sur (Editorial Planeta), de Laura Restrepo, una de las mejores voces de la literatura hispanoamericana, es un apasionante relato que refleja cómo es la vida de cientos de personas que, procedentes del Sur del continente americano, llegan a Estados Unidos en busca de trabajo, dinero y bienestar, términos que apenas existen en el lenguaje de muchas de ellas. Una realidad que se resumen en voz de uno de los protagonistas: “Ya tenemos encima al Sur, al desmadrado y temible Sur, quinientos millones de seres de piel oscura que hablan español y que vienen subiendo desde la Patagonia, se multiplican en Colombia, atraviesan Nicaragua y en México se vuelven marejada y ya son horda cuando se cuelan por los huecos de nuestra frontera vulnerable”.
Un relato trepidante y frenético que se convierte en un thriller cautivador, magníficamente construido, terrorífico pero también divertido. Un homenaje a la mujer y una crítica feroz al mundo occidental capitalista y a sus falsos sueños de prosperidad.
Sinopsis
María Paz, una joven colombiana indocumentada, se casa con Greg, un ex policía blanco y norteamericano. Gracias a su matrimonio la joven obtiene el permiso de residencia y puede trabajar en los Estados Unidos. El matrimonio es relativamente feliz; no obstante, a espaldas de ella, el tipo anda enredado en el tráfico de armas, con la complicidad de otros agentes y ex agentes de la Policía; en realidad, Greg es apenas un eslabón de lo que poco a poco se va destapando como una gigantesca red de tráfico de armas dentro de la policía.
En la noche de su cumpleaños, Greg sale a la calle y es asesinado a tiros y cuchilladas. El cuchillo utilizado en el crimen, es encontrado en el apartamento donde vive el matrimonio, y la colombiana es detenida, interrogada y golpeada por agentes del FBI, que actuando al margen de garantías procesales y códigos humanitarios, la mantienen varios días en confinamiento sin permitirle contactar a un abogado ni llamar a sus familiares. La violencia parece excesiva y María Paz no entiende nada de lo que le preguntan.
Tras un primer juicio queda libre de causas por el asesinato de su marido, aunque la mantienen en la cárcel, acusada de ser, en algún momento, parte de la red de tráfico de armas en la que participaba su marido. Estará en la cárcel hasta la repetición del juicio para que se cumpla, por lo menos, el derecho fundamental de una defensa digna y suficiente. Le llega una segunda oportunidad de demostrar su inocencia, pero…
Vivir fuera de la cárcel tampoco es fácil. “Todo lo que vino después es peor que lo de antes”. El acoso de un pasion killer, Sleepy Joe, hermano de Greg, que busca desesperadamente los 150.000 dólares procedentes de los tejemanejes de su hermano corrupto, hace que todos los protagonistas de Hot Sur vivan al límite.
Se inicia así una carrera de crímenes y violencia, salpicada de ritos ultrarreligiosos, justificados por una vocación mística del joven Sleepy y con la firma de los estigmas del Cristo en la cruz. La Pasión convertida en ritual del crimen, un Vía Crucis de horror y sangre. La huella queda en las víctimas: uno se lleva las heridas de la crucifixión en pies y manos; otro la corona de espinas; el perro desvalido de María Paz, Hero, aparecerá clavado en la pared, y una última víctima muere amordazado, atado a una columna y desangrado a latigazos…
Laura Restrepo maneja con gran acierto los “tempos” del relato. Hay espacio para el dramatismo, para el humor –como por ejemplo el nombre del café que hay a la puerta de la cárcel, “Mis errores”–, para unos diálogos frescos y ágiles, salpicados de inglés y de un rico español de América; y como no, hay un espacio primordial e importante al suspense, porque con un criminal suelto y con un rosario de víctimas a cuestas el riesgo es inevitable: “Lo que quiero que sepa señor Rose es que el peligro está cerca. Por aquí ha estado, merodeando. A lo mejor ha entrado en casa”, o bien esta muestra: “Tiene su marca de fábrica: un ritual sobre el cadáver. El tipo se va acercando”.
El Manuscrito
En paralelo, la novela nos sumerge en la vida de Cleve Rose, el profesor de literatura creativa de la cárcel, que vive en una solitaria casa de las Catskill, estado de Nueva York, con su padre Ian y sus perros. Llevan una vida tranquila y apacible hasta que el vendedor que les lleva la comida para los perros aparece asesinado en unas circunstancias de violencia extrema. Su vida continúa y luego Cleve muere en lo que parece ser un accidente de moto. Poco tiempo después, llega a la casa un paquete por correo postal a nombre de Cleve. El envío estremece a Ian desde primer momento, en parte porque no conoce a la remitente, ni siquiera la había oído nombrar, pero sobre todo porque el destinatario no es él, sino su hijo Cleve, cuya muerte accidental sigue pesando en su ánimo.
El envío contiene el manuscrito que María Paz fue escribiendo en la cárcel y que, una vez concluido, envía a Cleve Rose, del que ya no sabe nada. El padre, ante la desolación del duelo, decide intentar su publicación mientras investiga los detalles de la propia prisión y de esa extraña presa colombiana que parece conocer tan bien a su hijo Cleve. De alguna manera, Ian Rose siente que con esa búsqueda está más cerca de su hijo, porque a medida que avanzan sus pesquisas descubre cosas que desconocía de la vida de Cleve. Sin embargo, también florecen serias sospechas que ponen en entredicho que la muerte de Cleve fuera un simple accidente. Con estos ingredientes se inicia el trepidante thriller. La investigación irá muy alimentada con el manuscrito de María Paz. Un texto bellísimo y duro que es también una larga reflexión de su vida en Estados Unidos. Un viaje en el que muchas veces ha sido como un barco a la deriva. La tierra de las oportunidades se convierte en la tierra de la subsistencia: “Hace tanto que no decido nada por mí misma, todos lo deciden por mí. La vida me va empujando sin consultarme, me lleva por donde quiere sin darme opción de elegir”.
Llegó muy joven y en poco tiempo vivió todo tipo de experiencias que fueron forjando su personalidad. Vino a Estados Unidos pensando en trabajo, y prosperidad, pero descubrió que “América no está en ningún lado. América sólo está en los sueños de los que soñamos con América. Eso lo sé ahora, pero me tomó años descubrirlo”.
Desde la celda en la prisión de Manninpox, María Paz hace memoria (“porque en la cárcel es nuestro único juguete”) y escribe con crudeza sobre presentes y realidades de su vida americana. Sabe que es parte de un sistema donde los valores de las personas son olvidados y ultrajados, pero critica la vida penitenciaria, el trato carcelario en el país de la libertades: “Para ellos es importante convencerte de que eres basura, de que lo tuyo es basura porque has dejado de ser un humano. Ellos humanos y tú escoria. Ya se sabe, la calle es la calle; en los sectores populares te asaltan y en los sectores altos te tiran la puerta a la cara”.
A medida que avanzan las páginas de Hot Sur, las vidas de sus protagonistas se irán entremezclando (sus pasados, sus anhelos, los orígenes latinos, la vida en la cárcel y fuera de ella…) en una vertiginosa trama detectivesca que tratará de hallar las últimas piezas que logren recomponer el rompecabezas: el misterioso paradero de María Paz –que logró escapar de la prisión rumbo a nadie sabe dónde- y qué relación guarda todo ello con la muerte de Cleve Rose.
Protagonistas Principales:
Maria Paz: llega a Estados Unidos siendo muy joven en busca del sueño americano y descubre que más allá de las luces del capitalismo y de la utopía de la libertad y el bienestar hay otra Norteamérica, llena de obstáculos, desigualdades y pobreza. “No he llegado a los treinta y ya pasé por el infierno, de ida y vuelta, y otra vez de ida”. Es la interna 77601-012 de la prisión de Manninpox (Estado de Nueva York), un viejo e impenetrable recinto donde unas 2.000 mujeres cumplen condena. Entra en prisión acusada de la muerte de su marido Greg,
Greg: marido de María Paz, un ex policía de origen eslovaco, aunque nacido en Colorado, de 57 años, que se encontraba sumergido en un turbio asunto de venta de armas, y que fue asesinado con arma de fuego y presentaba heridas de cuchillo similares a la del cristo en la cruz. “Un viudo con aire de huérfano que (…) tenía empaque de haber sido un toro, pero venía doblando la esquina y tiraba a buey cansado”.
Cleve Rose: autor de novelas gráficas y director del taller de escritura en la prisión al que asiste María Paz. El profesor siente una extraña atracción por la alumna y la anima a que escriba una novela contando su propia vida, lo que hace hasta el momento en el que abandona la prisión. La gran atracción que sentía hacia ella tiene su recompensa cuando consiguen verse una vez que ella está en libertad. “Hace unos años, el preso que buscaba un milagro rezaba el padrenuestro, recitaba el Talmud o pagaba un buen abogado. Ahora escribe una autobiografía, y está bien que lo haga siempre y cuando nadie quiera venderle la idea de que asía va a ser feliz, rico y perdonado por la sociedad”.
Ian Rose: padre de Cleve y uno de los vehículos conductores del relato. Gracias al texto que escribe María Paz, y que llega a sus manos una vez fallecido su hijo, reconstruye e intenta aclarar toda la extraña vida que rodea a la protagonista y cómo fue la relación con su hijo. Se define como un “tipo quebrado por la pena”, al que la muerte de Cleve le “dejó dando palos de ciego (…) Me llenó de canas, de tics, y hasta creo que me dejó más estúpido que antes. La pena mata neuronas”.
Sleepy Joe: hermano de Greg, cuñado y amante de María Paz. Un tipo holgazán y violento. Un fanático religioso que lleva al extremo más radical su fundamentalismo. Es un asesino en serie, passion killer, que ejecuta a sus víctimas siguiendo rituales bíblicos. El origen de sus desequilibrios está en una familia pobre y desestructurada, cuya madre le adentró en la religión como forma de sobrevivir en el infierno en que vivían.
LAURA RESTREPO, LA AUTORA
Nacida en Bogotá en 1950. En 1986 publicó su primera novela, Historia de un entusiasmo, al que siguieron La Isla de la Pasión, Leopardo al sol, Dulce compañía, La novia oscura, La multitud errante, Olor a rosas invisibles, Delirio (Premio Alfaguara 2004) y Demasiados héroes (2009).
Sus novelas han sido traducidas a más de veinte idiomas y ha recibido numerosos premios tanto en Hispanoamérica como en España, Francia o Italia.
En la actualidad, colabora con el diario El País, es profesora de la Universidad Cornell de Estados Unidos y reside entre México y EEUU.
Su calidad literaria ha sido aclamada por la crítica. Está considerada como una de las grandes voces de la literatura hispanoamericana actual.

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