Texto Noelia Baldrich. Fotos Albert Roca.
“Las luces nos visten”, explicaba Nahia Vigorosa, nombre artístico de una de las divinas bailarinas del show Forever Crazy que se puede ver en el Teatro Arteria Paral·lel desde el 3 de octubre hasta el 21 de octubre. Deslumbrantes y sofisticadas luces prêt à porter se han diseñado para cubrir los impresionantes cuerpos de 10 excelentes intérpretes femeninas.
Recién llegado de las Vegas, Le Crazy Horse, fundada por Alain Bernardin en 1951, ha decidido celebrar sus gloriosos 60 años descorchando el glamuroso cabaret parisino como si se tratase del mejor champagne francés. Presenciar tan elegante y sensual espectáculo es como degustar un exclusivo espumoso.
La directora Andreé Deissenberg ha conseguido que sus relucientes burbujas femeninas, chispeen; que sus doradas luces, deslumbren; que su envolvente aroma cabaretero, estimule y que su efervescente sabor parisino deje al espectador en un estado de bienestar y euforia. Las espectaculares bailarinas de Forever Crazy presentan relucientes curvas y medidas perfectas. Todo exclusivamente natural. Miden entre 1,68 y 1,72 de altura y 13 centímetros separa el obligo del pubis, para garantizar unas nalgas elevadas.
Sobre el escenario eclipsan con su erotismo, sus elegantes y estudiados movimientos, lo que ellas llaman posición cambré y marcha Crazy Horse. Finas curvas bañadas por un arco iris de efectos luminosos que insinúan pero ocultan, a la vez que proyectan diferentes escenarios. 12 viñetas que recopilan en alta definición el mejor cabaret francés. La crême de la crême dejando un sofisticado aroma en el Arteria Paralel. Y tras la degustación de este espectáculo cocinado a lo “nouvel cuisine” -innovadoras creaciones del coreógrafo a Philippe Decouflé-, se crea un estado de sublime efervescencia.
De princesa Yasmina a reina del cabaret
Nahia Vigorosa escenifica I’m a good girl un mujer a la que le gusta el lujo y seduce con sus encantos. Armas de mujer le sobran a esta vasca de 22 años. Cuerpo esculpido a base de danza, yoga, dietas, cuidados y meditación. Las bailarinas de Forever Crazy son hermosas por fuera y carismáticas por dentro.
Tal vez sea la mezcla de dulzura, belleza, picardía y glamur la que llevaron a la princesa Yasmina –personaje que Nahia había interpretado en Disneylandia- a ocupar un lugar en el reino del cabaret. Si verla sobre el escenario resulta estimulante tocarla es apresar la finura de su piel, la suavidad de sus formas y la dulzura de sus movimientos. Ahora un sedoso batín negro cubre su cuerpo, en unas horas, su desnudo se vestirá de luz.
Barnafotopress 
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