Texto – Albert Roca. Fotografias – Maria José Rasero. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
50 años de personajes, de historias vividas en rodajes avalan la vida artística del actor Mario Martín, muy recordado especialmente por El secreto de Puente Viejo y Un paso adelante. Después de una vida frenética de muchos rodajes Mario Martín se ha vuelto muy selectivo, a la espera de nuevos personajes.

¿Cuál fue la clave del éxito de El secreto de Puente Viejo?
La creadora Aurora Guerra tenía una gran experiencia y de cómo saber engancharse a una serie. Lo tenía todo: muy cuidada en cuanto al reparto, el vestuario, los decorados y con el poco presupuesto que había tenía una calidad increíble. Y tenía lo que tienen los culebrones, dónde la gente les gusta lo que les pase a otros, amores y desamores y que hace que la gente esté sentada en casa y se familiarice con los personajes.
¿Hasta que punto se familiarizan?
Te consideran parte de su vida. Yo iba por la calle y me saludaban como si me conocieran, sabiendo que es un personaje. Recuerdo que una vez me dijeron “Si todos los curas fueran como usted iría más a la iglesia”.

Y es que el Padre Don Anselmo era muy entrañable
Al principio no, era un poco chungo, pegado al poder, a Doña Francisca que interpretó de manera magistral Maria Bouzas. Vamos, el típico cura de pueblo pegado a los caciques, pero entre los guionistas y yo le fuimos dando la vuelta. Y se convirtió en un cura cercano a los más necesitados, al que le podías pedir consejo y como cura habías de hacerlo y dar una solución. No era un cura dogmático sinó que escuchaba y ayudaba a la gente.
En Italia tuviste mucha popularidad y ganaste premios
La serie enganchó mucho allí. Me dieron un premio en Nápoles al mejor actor de telenovelas en reconocimiento a mi papel en “Un paso adelante” y “El secreto de Puente Viejo”. Otro premio que recibi fue para la serie “El secreto de Puente Viejo” y que recogí yo en nombre de todos y un tercer premio por parte de una organización cultural. Me hizo mucha ilusión porque además me encanta Italia.

¿Qué recuerdos tienes de tu personaje de Román en Un paso adelante?
Le pasaban muchas cosas, como el intento de suicidio y que le salva de hacerlo su hijo, luego tiene un cáncer pero no se muere. Era un santo.
Menos entrañable fue el que hiciste en Yo soy Bea
Era un personaje un poco “cabrón”: el secretario personal del personaje de María José Goyanes. Pero considero que el más malo de todos fue el cacique que interpreté en la película “Ay Carmela”
.. que dirigió Carlos Saura.¿ Qué recuerdos tienes?
Además de «¡Ay Carmela!» coincidí en el doblaje de “Eyes Wide Shut”, de Stanley Kubrick, que él dirigió, y dónde yo doblaba el personaje de Sydney Pollack. Carlos Saura era la delicadeza y educación en persona. Era súper culto, siempre mantenía el mismo tono y nunca perdía los nervios.

¿Es complicado el doblaje?
Para hacer doblaje has de ser actor, con una buena técnica y facilidad para pegarte al personaje. No lo puedes hacer como tú lo harías, ya que ya está hecho. Te dan el personaje y has de intentar pegarte a su manera de ser.
¿Has interpretado en dos ocasiones a Manuel Azaña, verdad?
La primera fue en “El oro de moscú” de Jesús Bonilla dónde había una parte documental en blanco y negro y la segunda ,más recientemente, “Dime quien soy”.

¿En qué momento te encuentras?
Muy feliz. Llevo cincuenta años en mi profesión, que siempre he amado y quiero disfrutarla más que nunca, siendo más selectivo con mis papeles. Y que sean preferiblemente de televisión, ya que me gusta el reto que ofrece lo inmediato, a diferencia del cine donde tienes más tiempo y todo es más pausado. En la televisión es aquello de “Al lio, vamos a grabar”.
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