Texto – Redacción-GH Press. Fotografias de GH Press.
Tras triunfar en EEUU y París, esta joven consultora de arte quiere ser profeta en su tierra y operar también en el mercado español para aportar su experiencia labrada en la compraventa de obras de artistas estrella como Picasso, Miró o Warhol y nuevos valores como Johnson, Nara o Pecis, animando el sector con su impronta fresca y audaz.

Andrea Lledó, natural de Palamós (Girona) es una de las consultoras de arte españolas con más éxito en el mercado internacional secundario, ese que opera con obras ya en poder de coleccionistas y se encarga de todo tipo de transacciones entre particulares. Andrea trabaja con un pie en E.E.U.U. ( empezó en Los Ángeles y ahora en Nueva York ) y otro en París y ahora quiere tener también su carpeta del clientes en Barcelona y Madrid para aportar su granito de arena al mercado español, siempre necesitado de savia nueva. Y se puede decir que ella puede aportar todo su know how y sus contactos a los amantes del arte y coleccionistas de nuestro país gracias a su sólido recorrido internacional cimentado en tres de las grandes capitales mundiales del arte como son Los Ángeles, Nueva York y París. “ EEUU es un mercado más comprador y París más vendedor así que estar entre ambos me da bastante juego “.
Pese a su juventud Andrea pisa muy fuerte entre las bambalinas de los grandes coleccionistas y ha intervenido con éxito en ventas millonarias de obras de artistas de fama mundial como Picasso, MIró, Warhol, Rashid Johnson o Yoshitomo Nara, gracias a su sentido de la discreción, la oportunidad y sus buenas relaciones.
En España, donde operará desde este mes de septiembre, le gustaría refrescar un poco el mercado secundario, algo acomodado a las grandes figuras del siglo XX, introduciendo artistas establecidos de las nuevas generaciones como Rashid Johnson, Hilary Pecis, Emily Mae Smith, etc…
“Con los grandes artistas tienes que tener todos los documentos (procedencia, informe de estado, certificado de autenticidad), y que el precio sea de mercado. Hay intermediarios que intentan agregar comisiones excesivas en una sola transacción. De hecho conozco a marchantes de arte que solo venden dos obras al año y viven el resto del tiempo muy bien. Pero prefiero tener una buena reputación a largo plazo, así que siempre investigo y consigo las piezas lo más directamente posible para garantizar el mejor precio a mis clientes”.

Tras comenzar en 2019 con una agencia para descubrir y ayudar en su despegue a artistas emergentes en 2020 decidió dar el paso al mercado secundario, atraída por las grandes posibilidades de negocio que comporta y por su amor a ese ambiente del que se se contagió ya de muy pequeña por culpa de unos vecinos que tenían una espectacular colección de arte. De este primer periodo aún representa a Connor Addison que tendrá una gran presentación el próximo año 2023 en Los Ángeles. El mercado del arte de esta ciudad ha crecido de forma espectacular en los últimos años con la apertura de grandes galerías como Blum and Poe, Gagosian, etc…pero ella prefiere actualmente vivir más tiempo en Nueva York y sobre todo en París: “Paris es como caminar por un museo las 24 horas del día y me gusta vivir en una ciudad tan bella donde pueda estar despierta antes que los demás para poder adelantar trabajo y estar siempre lista”.

Andrea, que se considera un gran amante del arte, la arquitectura y los viajes quería trabajar en algo que le permitiera ayudar a los coleccionistas y al mismo tiempo tener la libertad de operar desde cualquier parte del mundo ya que se considera una ‘’modern nomad’’. No le fue fácil el primer año pero con perseverancia consiguió entrar en la élite internacional.
Su primera venta de éxito fue la escultura Venus de Yves Klein que encontró en Ohio en casa de un coleccionista que se quería retirar y no tenía ganas de enviar la escultura a la fundación en Francia para que la restauraran. Un amigo suyo con galería en París se ofreció a comprarla y el resultado fue redondo. Vendió la estatua una vez restaurada por un precio mucho mayor .

“Me considero una persona muy sociable, cosa que es muy necesaria para trabajar en el mercado secundario. Viajó mucho, voy a ferias de arte, no solo en Europa, también en Estados Unidos y Asia. Intento conocer a otros art advisors para poder colaborar, coleccionistas y directores de galerías. Una vez que tuve todos los contactos para poder empezar en el mercado secundario, los proyectos aparecieron solos”.
Andrea ha vendido obras de artistas muy reconocidos como los antes mencionados, pero también de los famosos blue chip como dicen en inglés: artistas establecidos con alto nivel de liquidez cuyo obra es muy probable que suba de valor en un par de años o incluso en pocos meses . Su inspiración profesional es Amy Cappellazzo, una de las más grandes consultoras en la casa de subastas Sotheby ‘s en New York, que tiene su propia firma: Art Intelligence Global.
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