Pau Piqué, el Sinatra de La Voz, presenta Un poco de ti

Texto Noelia Baldrich. Fotos Mireia B/ UniversalMusic

“For once in my life puedo decir que todo tiene un poco de sentido, que valió la pena haber esperado por encontrar mi lugar en la música”. Palabras que ahora musita  este artista de Cambrils convertido en un gentleman de la canción. Un año atrás apenas solo era una promesa, soñando con tal vez  una oportunidad, era la esperanza quizás de un crooner que a lo Nat King Cole luchaba por cantar en New York, New York. El presumía de estar cumplido por dedicar las noches a sus bandas de jazz y las mañanas a los doblajes y documentales, de que ya todo lo vivió agradecido, pero en su más recóndito interior había Ansiedad por hacer brillar su talento musical. Necesitaba que su voz que tantas noches  había recordado a Frank Sinatra llegará a una discográfica Universal musicando sus propios temas de amor. Tras muchos años de negativas desde Miami su hijo le compone la que será su mejor partitura y con Tres palabras  a ritmo de tango le dice: “a La Voz”. A partir de entonces el miura de este tauro ha dado su mejor espectáculo y ni accidentes ni roturas lo sacaron del escenario. Pau Piqué, con su charme interpretativo, con la sensibilidad por bandera y con las tablas de la experiencia se ha convertido en el Sinatra español. Nadie mejor que él, lo ha hecho sin renunciar a su manera, para interpretar My Way.  En el talent show batalló con la actitud del Mr Santan: “És clar com l’aigua que quedaré campió al torneig, la diferència amb el segón és abismal”. Y llegó a la final con  Malú, su coach a la que dedicó Contigo aprendí. Con ella ha aprendido que existen nuevas y mejores emociones como hacer un dueto y vibrar en el Liceu. Ahora dice “Heaven, I’m in heaven”, y le suplica a Dios que le deje disfrutar un poco de su swing,  de su bolero, de su tango. Hoy siente tantas ganas de vivir que apenas puede hablar, solo Smile. Tu tranquilo, Pau, sin hacer comentarios danos lo más dulce de tu arte y deja que nos aferremos a este instante bailando Cheek to Cheek para saber Un poco de ti.

¿Suscribes lo dicho al principio “tu vida tiene un poco más de sentido”?

Sí, hay que buscarlo, a veces, no hay que estar parado, hay que ser inquieto, buscar un camino nuevo donde casi no lo hay como pasa últimamente. Hay una crisis  terrible que no sabes dónde meterte pero encontré el programa y fue como una bendición.

¿Soñaste un poco con estos momentos?

Sí, sí, sí, siempre. La esperanza no la pierdo nunca. Vivimos en un país muy superficial donde se pone carné de identidad al talento: “esta profesión este señor la va a ejercer hasta aquí”. A la primera arruga ¡se acabó! Es mentira un cantante comunica más cuando ha vivido las canciones porque sabe expresarlas. Hay mucha gente que canta y muy poca gente comunica algo cuando canta.

Canta lo que siente y siente lo que canta.

Es así.

Vamos a conocer Un poco de ti, tu primer single. Viendo la caratula ya dice mucho de ti: unos trazos marcando tu perfil de galán, de un crooner con un aire Bogart, Tonny Bennet.

El estilo crooner es quizá un poco elitista porque es una forma musical muy depurada de gran escuela, casi tanta escuela como el Bel canto pero trasladada a la música contemporánea filtrada por el jazz, el swing… Es un poco decir las canciones fraseadas a tempo de swing. Parece muy fácil, pasearte por encima de los acordes sin desafinar diciendo bien la palabra, acentuándola donde toca… Es fantástico cuando lo dominas pero es muy difícil llegar a este punto.

 Se prefiere el histrionismo.

A veces falla el público, si no hay fuegos de artificio no llegas. Este es el gran problema en un país donde no ha habido tradición de crooners. Soy el primero y esto cuesta mucho, fíjate lo que he tardado en hacer esto, ja, ja. Me ha costado mucho, no puedes imaginarte es durísimo psicológicamente porque la vida me la he  ganado cantando o doblando. Siempre he dicho que me ha sido muy fácil ganarme la vida como cantante y me ha sido muy difícil imponer mi estilo en las discográficas. Soy tauro y siempre he tenido la obsesión de hacer algo que perdure pero en las compañías me viene un material que a lo mejor vendo discos pero tres meses después con ese estilo de música no soy nadie, uno más.

Hay que tener un sello personal.

Claro. Moverme en un intermedio entre la calidad y la comercialidad, entiendo que si no vendo me voy a la calle.

Equilibrios de funambulista.

Estaba a punto de hacer una versión en inglés de Brenda Lee y me dije: “no, tengo que empezar de cero”. Ser un crooner, pero el primero que coja un tema con raíces latinas convertirlo en un standard de jazz. Universal Music lo vio interesante.

 ¿Tema inédito?

Buscaba un bolero que no hubiera versionado nadie y después de mucho investigar me llegó Un poco de ti. Por la letra se nota el toque femenino. Es un bolero de una compositora cubana, Concha Valdéz, leí su historia y me gustó. Debido al régimen es poco conocida en Europa aunque recientemente le han dado un reconocimiento en Miami. Experimentamos con este tema fusionando los tres estilos jazz, tango y bolero.

Grabado en directo con un cuarteto de jazz. 

Sí. Los deje lucir pero les tracé lo que quería. A Pepe Rivero, gran pianista cubano, que me acompaña, le  enseñé un disco de los inicios de  Sarah Vaughan que eran extraordinarios entre el tenderly y el standard para que sonara así. Había que frenar el temperamento cubano para transmitir calma, que fuéramos muy íntimos.

A las discográficas les gustaba tu voz pero no el estilo.

No hay tradición de crooners aquí. Tocando en directo no me ha faltado nunca el trabajo. He llegado a montar una banda de veinte músicos tocando solo swing y no parábamos y lo bueno de este estilo es que concentrabas público de todas las edades que es lo que me gusta. Tuve la mala suerte que quería hacer esto antes que Michael Bublé pero como era español me decían: “no vas a vender”. Me proponían grabar temas de Sinatra en plan tecno y no acepté.

Un tauro obstinado.

Claro. Entiendo que no se puede tocar temas de Sinatra con una big band viajando por toda España, con la crisis no se puede mantener, ¡hay que hacer eso con un cuarteto de jazz!

Un single cargado de señales positivas: debes a tus progenitores tu oído musical, tu padre escuchaba tangos y tu madre standars, a tu hijo le debes tu participación en La Voz y el tema se publica el Día del Padre, el 19 de marzo.

En casa los sábados y domingos -durante la semana mi padre salía a pescar, era armador- desde que se levantaban hasta que se acostaban mi padre y mi madre se pasaban el día cantando. Smile se lo oía a mi madre.

¿Sabían que tenían un Sinatra en casa?

Al principio yo cantaba rock y soul o temas de Elvis Presley. Mi madre me decía tienes el timbre de Sinatra y los crooners americanos así que cuando venía a los conciertos le cantaba temas de ese estilo. Recuerdo que cuando salió Strangers in the night me dijo: “ves este hombre va durar toda la vida”.

Empezaste joven.

Sí, a los 17 años entré en un estudio de grabación. Pero no había aún el mundo de internet ni las fans como ahora tiene Justin Bieber. Aquella época el público joven no tenían poder adquisitivo para hacerte una estrella, mandaba el público mayor. Tenía que competir con cantantes muy mayores, pero gustaba en directo. El problema era que resultaba muy americano y las discográficas me mostraban a Rafael y me decían “ves lo que gusta” y yo respondía: “Sí, pero es que cabemos todos”. Y al final se ha demostrado que hay un espacio para todos.

Espacio para todos y para todo porque también has hecho doblaje.

Y publicidad,  bandas sonoras como en la película Tapas, el tema Flying to the moon. Muchos dibujos animados. Pero ahora me dedico a la música, soy autor y estoy componiendo mis temas. Estoy abierto a cantar en cualquier idioma y cualquier canción que sea buena. Si no soy capaz de fabricar un número uno y mañana Universal me ofrece una canción que es buenísima estoy abierto a grabarla. Soy mejor cantante que autor en cuanto a fiabilidad. Tal vez no tengo el suficiente talento para mantenerme largo tiempo haciendo canciones y a lo mejor me traen material de fuera fantástico, me gusta más y es más a la medida.

¿Desbordado por el calor de público?

Muy emocionante. Por Cambrils no puedo ir al supermercado, se colapsa. Por Madrid ocurre lo mismo. En la calle Serrano fui a buscar el smoking y las señoras con el visón se me vinieron encima.

¿Un momento especial de La Voz?

Cuando vino Jamie Cullum, nadie podía rapear y yo a los ochenta ya rapeaba. Pude mostrar otras cosas a parte de lo que hacía en el programa.

¿Qué aprendiste en el talent show?

No imaginaba la repercusión que tenía. Cuando llevas 30 años con la constante de que no eres comercial, que eres un tío de minorías y de repente te empiezan a votar, vas por la calle y la gente de todas las edades te abraza y llegar el director del programa con sus hijos y te dicen que te votan… Y otra importante: que entorno al mundo del espectáculo hay gente maravillosa. Tuve la suerte de conocer en este concurso lo mejor que he conocido en mi vida. Te cuidaban, estabas en el cielo.

Al cielo llegaste en el  Liceu con Malú, ¿no?

Sí, pero como soy muy emotivo procuro que las emociones no me venzan en un momento determinado. Me invitó y cuando cruzaba la escalera para subir al escenario pensé: “¡Estoy cantando en el Liceu. Fíjate lo que ha pasado en tres meses!”.

¿Lo estás disfrutando?

SÍ, pero cuando estoy en un proyecto ya estoy pensando en otra cosa, soy así. Ahora estoy preocupado por vender este trabajo. Hasta que no vea número uno con un disco, tengo inquietud. Porque no sé si me han reconocido por el hecho de resucitar los temas de Sinatra… y ahora empiezo con temas desconocidos. Si tienes una buena voz y cantas temas muy exitosos llegas muy directo y ahora  el público tiene que acostumbrarse a algo nuevo.

Pero Un poco de ti se acomoda al estilo Sinatra. ¿Smile es una la canción de tu vida?

Sí, quizá sí. Es un tema que me recuerda a mi infancia. En el año 69 me fui a Londres y llegué a ver todos los crooners, a Sinatra en pleno apogeo. Es digno de admirar su fraseo el floating. En España se tiene una noción de la voz que has de tener mucha potencia y él la tenía, pero de presencia,  su fraseo es poesía.

Un momento artísticamente poético.

Cada día de mi vida que estaba actuando, por ejemplo en Londres con este estilo de música antes de que llegará la tecnología. Esta se ha llevado por delante el transmitir el mensaje de  manera pura – se vale uno de luces, fuegos de artificio, maleta aquí,   todo lo demás, se acabó-.  Actuando en una sala de cien personas es un momento mágico, pero eso no interesa a la compañía. Tengo la suerte de haber vivido la pureza de la profesión. Ibas con 100 watts de potencia, la música era muy directa como el disco sin instrumentos electrónicos, todo acústicos.

¿Qué dice el hijo de Miami?

Esta muy animado, sí.

Acaba tú la frase For once in my life …

Ocurre algo importante discográficamente, he logrado por fin ¡ser yo!

Nosotros con Tres palabras a ritmo de tango te decimos: ¡Como nos gustas!

Facebook:  Pau Piqué (La Voz)

Twitter: @PauLavoz

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