Texto – Albert Roca. Fotografías- Santi Martínez Sancho-Pedro Valdezate-Álvaro Serrano Sierra-Movistar Plus+. Entrevista realizada en Cafeteria Carretas 14.
Desde Amar es para siempre, a la serie Pioneras y Acacias 38 en todas ellas ha brillado con luz propia la actriz Elena González, que con su fortaleza se ha hecho un especial hueco en el selectivo mundo de la interpretación. Cuando mira a cámara se come el mundo y cuando interpreta convence con su verdad.

¿Qué recuerdos tienes de Acacias 38?
Fui muy feliz y me lo pusieron muy fácil. Entramos a la vez los tres protagonistas de esa temporada, Juan, Rubén y yo, e hicimos mucha piña. Se creó un ambiente de trabajo buenísimo. Con Montse Alcoverro, que interpretaba a mi madre tuve una conexión desde el primer momento. Mis mejores amigas hoy en día son dos actrices de la serie, Alba Brunet y Marian Arahuetes. Con Alba, que interpretaba a Leonor, yo tenía la trama. Tuve que renunciar a mucho de mi vida. Yo soy de Asturias, y no me daba casi tiempo a subir. Porque claro, de viernes a domingo, teniendo que estudiar, no me daba tiempo.

¿Qué aspectos coincidías con tu personaje?
En que era una mujer con mucha fuerza. Era una tía que lo que quería iba por ello. como con mucha pasión y con mucha determinación. En ese aspecto coincido un poco.

¿Es muy esforzado el oficio de actor?
Es una profesión en la que tenemos que ser muy vulnerables para hacer el trabajo, pero tenemos que ser muy fuertes para todo lo que implica. . No creo que haya ninguna profesión que haga tantas entrevistas de trabajo, que son castings, y te dicen que no y hay que seguir una y otra vez. Es admirable por la ambivalencia que tenemos con los sentimientos a flor de piel y tener a la vez un anclaje fuerte.
¿Cómo te sentiste interpretando el personaje de La Colombine en la serie Pioneras?
Para mí ese fue un regalo de personaje. Fue un reto porque era la primera vez que hacía un personaje real. Encarnar a una mujer que existió de verdad y poder investigar realmente de su vida y tal. me pareció interesantísimo, y se rodó con mucho respeto.

¿Y qué descubriste con tu personaje?
Me supo mal el desconocimiento mío, teniendo en cuenta que también soy periodista. Descubrir la existencia de una mujer que había sido periodista y había escrito artículos, fue realmente extraordinario.
¿En tu formación fue importante la Comedia del Arte?
Lo fue en un principio, porque fue mi primera experiencia teatral profesional. Yo entré en la Escuela de Arte Dramático, y me preparé las pruebas con un amigo, un chico que encontré que se acababa de graduar, y me dijeron que era muy bueno, tal, y me preparó todo ese verano para entrar. Y entré. Para mí fue un entrenamiento, un empezar en la vida profesional, una escuela increíble.

¿La formación como bailarina es importante para un actor?
Todo ayuda. Hay algo de mi cuerpo que conozco y lo manejo mucho. Hay otras cosas a las que a lo mejor dudo, pero de mi cuerpo no. Hay algo de presencia de mi cuerpo que yo sé muy bien dónde está, dónde se dirige, por la danza también, las direcciones y las energías, esto lo controlo mucho.
¿Qué es lo que te ha ayudado a ser actriz?
Ver las cosas de distinta manera. Yo creo que una se hace mejor actriz cuantos más años va cumpliendo.
Porque creo que es la vida. Creo que sobre todo es estar abierta a todo lo que te pasa en la vida y registrarlo. Ir cogiendo pequeñas memorias de cositas que te van pasando para luego poder aplicarlas a los personajes. Esto de que las mujeres a partir de tal edad no trabajan, creo que tendría que ser todo lo contrario. Me doy cuenta de que soy mejor actriz cada día que pasa. Simplemente porque me pasan cosas en la vida. Las incorporas. No toda nuestra vida es ser actriz, pero si que intento, cuando me pasan cosas importantes o peculiares, registrarlo.

Cuando ves una cosa que hace 10 años que la has hecho, ¿cómo te ves?
Me sorprende más cuando veo Amar es para siempre, que fue lo primero que hice, con 22 años. Fue mi primer trabajo en el audiovisual. . Me veo muy pequeña, muy cambiada. Pero hay algo que me encanta y es que no tenía vicios. Como era mi primera vez, yo no sabía de cámara y me veo muy libre, porque no pensaba. ¿Sabes? Porque al saber menos, piensas menos. Y es muy interesante eso. Y es muy difícil de mantener eso, Porque cuando ya sabes más técnica, quitar la técnica es lo deseable
¿Pero el entusiasmo por tu trabajo lo mantienes?
El entusiasmo procuro no perderlo, porque yo soy entusiasta de la vida y porque me encanta vivir. Pero en la vida te van pasando cosas y cuanto más años vas cumpliendo, esa espontaneidad es difícil mantenerla.

¿Hay una gran exigencia en todo momento y cuando te dicen no en los castings?
Tuve mucha suerte cuando empecé, porque… Yo hice mi primera prueba y salió mi primer trabajo. Y yo pensaba que todo el día era así, de ¡uh! ¡Qué fácil es esto! Luego me di cuenta que no, claro, luego haces una prueba… No, luego casi sí, pero no. Luego tal… Pero también agradezco que me haya pasado eso, porque hay gente que le pasa al revés, que pasa muchos noes y luego le sale. Yo, mi experiencia fue la que me tocó y fue muy bien, muy bien y luego fueron llegando más castings.
¿En teatro Tabú es una de las mejores experiencias que has tenido?
Fue muy importante porque se alargó mucho en el tiempo. Estuvimos dos años cada sábado llenando la sala, que era muy pequeñita. Cada sábado se llenaba y se llenaba y se llenaba, Y los de NAVE 73 nos decían, termináis el mes que viene, el mes que viene. No, un mes más, no un mes más. ¿Por qué? Porque no paraba de llenarse. Creo que fue una obra que conectaba con la gente. Era sencilla, todo el mundo se podía ver identificado en un grupo de amigos, en el que uno se va y hay que intentar recogerla. Y también llegaba a muchos públicos, a gente más joven, a gente ya de más de mediana edad. Creo que Tabú la vio toda la gente que quiero. Duró tanto tiempo que pudieron venir mi familia, mis amigos de Asturias. Otro aliciente fue que lo que fue pasando. La hicimos en plena pandemia con mascarilla, con aforo reducido, hicimos de todo con Tabú. Fueron pasando diferentes elencos y tuvimos que ir adaptándonos a diferentes compañeros.

¿El teatro siempre es un aliciente para ti?
Mi escuela fue el teatro y lo que tuve que aprender trabajando fue la cámara. Yo en realidad soy más de teatro porque estudié Arte Dramático de Teatro, estudié Cámara, y Cámara la aprendí trabajando.
¿Cómo fue el montaje de Las moscas?
Fue en el máster que hice de Artes Escénicas, que tenía una parte teórica, y como trabajo fin de máster, entre todos los de la clase, dijimos, ¿y por qué no, en vez de escribir, hacemos un montaje teatral y nos dejaran? Yo hice mi parte de actriz y luego tuve que subir una memoria, Enfrentarse a Las moscas fue algo muy grande. La pena de ese montaje es que solo hicimos dos funciones.
Actualmente también te podemos ver en diferentes videos en los que colaboras con diferentes actores
Las colaboraciones las hago porque yo necesito estar creando. A mí me encanta sentirme creativa, rodearme de gente creativa y poder contar historias que yo quiero contar y que a lo mejor a lo mejor no me vienen por parte de una productora porque es muy difícil que te ofrezcan algo que sea lo que justo tú quieres contar. Entonces cuando me proponen cosas interesantes o me dicen oye tengo esta idea, ¿te apetece sumarte? Y lo hago encantada. Yo colaboro mucho también con un fotógrafo que también hace ahora vídeo, que se llama Álvaro Serrano Sierra, con el que quedo cada tres o cuatro meses y nos juntamos para hacer algo. Para mí es muy importante tener relaciones y con gente creativa y con gente que tiene ganas de hacer cosas. No hay que parar.

¿Qué es la cosa más extraña que hayas hecho en un rodaje?
Tuve un casting una vez y era para una serie de Disney Channel de fantasía- En el casting nos pedían cantar una canción disfrazadas de con una careta con puntas de ballet. Yo recuerdo la sensación de decir, mientras lo hacía, ¿qué hago aquí? Esto es muy ridículo, por favor, que alguien me saque de aquí. Pero bueno, pues hay que hacerlo. Con la mayor dignidad que puedas, hay que hacerlo.
¿Cómo actriz has de estar preparada para todo?
Ya no le tengo miedo a nada. Creo que hay que intentar hacerlo todo desde la mayor verdad- Haciéndolo con cariño y haciéndolo con verdad, creo que todo se puede hacer. A no ser que sean cosas que pasen por encima de ti o no estés dispuesta a hacer.
¿Hay algo de ti en cada personaje?
Me gustaría que no, pero creo que es muy difícil que no lo haya.

¿Y cuál sería el personaje que todavía no te han propuesto?
Me apetecería mucho hacer algo muy alejado de mí o en un perfil que no me suelen ver, que podría ser algo de acción. Por todo lo que he hecho antes se me identifica de época y muy alegre y por eso me gustaría hacer algo más oscuro. Creo que es una parte de mí que la tengo, como todos, más o menos desarrollada, y por lo que sea, por mi físico tal no se ve, pero yo sé que la podría potenciar y me gustaría hacerlo.
Ya que eres creativa, ¿Qué idea te gustaría hacer?
Pues mira, ahora mismo me apetecería hacer algo escénico, algo de teatro. Echo más de menos ahora mismo estar en el escenario que en la cámara, porque hace más tiempo que no hago teatro. Y hay un proyecto que tengo con una amiga que está aquí en Barcelona, en Sabadell, Patri, que es una tía increíble que no ha trabajado mucho como actriz porque ella era bailarina y ha hecho proyectos más alternativos, Tenemos un proyectito que queremos llevar a cabo, que a ver si lo conseguimos sacar.
¿Dónde de podremos ver próximamente?
El día 23 se estrena en Antena 3 la serie Perdiendo el juicio, donde tengo un papel pequeñito.
Finaliza la frase: ser actriz es…
Una bendición y un castigo, pero no la cambiaría por nada en el mundo

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