Salua Hadra: «Las chicas de la estación» es un proyecto para que la gente abra los ojos»

Texto – Albert Roca. Fotografías – Anya Bartels-Suermondt.

Este viernes 22 de noviembre se estrena en cines ‘Las chicas de la estación’ basada en hechos reales sucedidos en un centro de menores de Mallorca, donde varias de las chicas acabaron siendo captadas por redes de prostitución. La película está dirigida por Juana Macías y coescrita por Macías y la guionista Isa Sánchez, y protagonizada por Julieta Tobío, Salua Hadra y María Steelman en su primer trabajo como actrices seleccionadas tras un casting realizado en toda España durante más de un año por Eva Leira y Yolanda Serrano. Hemos entrevistado a una de las protagonistas Salua Hadra.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Es un tema tabú cuando se habla de los centros de menores?

Es muy tabú el tema de los centros de menores, pero ya ha llegado la hora de deje de serlo. La gente tiene que abrir un poquito los ojos hacia todo esto.

 ¿Tú qué recuerdos tienes de cuándo estuviste?

Yo tengo buenos, pero ganan más los malos. He visto de todo, a una amiga que la han tirado al suelo y la han tenido retenida durante más de dos horas, por haber cogido una simple manzana cuando ya había pasado la hora. Además está el “Cerrado”, donde nos usaban como borregos a las personas que teníamos más carácter. Si no hacíamos las contenciones, nos tachaban los permisos. Nos usaban, nos usaban muchísimo. También estaba el tema de medicación. Ahí nos hinchaban a medicación para tenernos más relajados.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Las que habíais estado en centros de menores aportasteis vuestras experiencias a la directora Juana Macías?

 Juana nos preguntó mucho y trabajamos el tema de la personalidad y de cómo se vive en el centro. Por ejemplo, mi personaje tiene mucha rabia acumulada adentro. Explota muchísimo a Alex y va desde la rabia. pero claro, evidentemente es una niña incomprendida y en el momento en el que habla con su padre y entra y explota se ve reflejado como las educadoras van directamente a recogerla, a retenerla, a intentar tirarla al suelo porque no podían. Entonces ahí se refleja la parte buena del educador que viene y dice, “oye, relajaros un poquito que la niña solamente necesita respirar” Y es que hay educadores buenos y otros que son muy malos para su trabajo.

¿Se ha definido bien la diferencia entre explotación sexual y abuso?

Se suele colocarlo todo bajo el mismo lugar, pero hay que tener claro que todo lo que tenga que ver con una persona menor será un abuso. Cualquier tipo de persona que esté bajo esa fuerza es abuso, sea menor o mayor de edad, Evidentemente, el menor es más vulnerable hacia este otro tipo de secta. pero evidentemente el mayor de edad también sigue siendo abusado.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Cómo te has convertido en actriz? ¿Te lo habías planteado alguna vez?

No me había planteado nunca ser artista. Yo estaba en un centro de menores y una educadora con la que me llevaba muy bien, que es muy buena en su trabajo, a mí y a unas cuantas más nos dijo “Oye que tengo una amiga que es auxiliar de casting, que si os molaría hacer un casting porque ahora mismo están dentro de los centros de menores”.  Yo dije que no, que no apetecía. Pero como éramos muchas, nos metimos en la experiencia. Me gustó la primera prueba, la pasé, y la segunda y la tercera. Y cuando me dieron el guion me encantó.

¿Qué hay de ti en el personaje?

Lo que tiene de mi es de cuando estaba en un centro de menores. Pude meterme bien en el personaje desde la herida de la nena. Y también he conocido a muchas personas que han llevado la mala vida.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Hablando de un tema tan sombrío, hay mucha luz en la película?

Refleja muy buena amistad, la fuerza, la resistencia y sobre todo el hacer piña, de que no estás solo. Eso es muy bonito, porque aparte de mandar un mensaje manda muchos más. El hecho también de que hay buenas personas dentro de los centros de menores, etc.

¿Habéis hecho una buena amistad entre las actrices?

Sí. Cuando hay algún festival nos mandamos mensajes de “Oye chicas, ¿a qué hora llegáis? ¿Dónde vamos? O por la noche también. ¡Venga, vamos a tomarnos unas copitas!

A raíz de esta película u otras que tocan la violencia de género. ¿Ayudará a levantar las alfombras de muchos casos?

No es solo una película sino un proyecto para que la gente abra los ojos. Por eso pienso que esta película va a cambiar muchas vidas. Porque estas cosas no salen en las noticias, son cosas que se ocultan. Porque mucha gente de poder está implicada. Por ejemplo mira la casa de la fiesta del chalet,  y donde pasan cosas.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Es muy determinante que esta película esté dirigida por una mujer?

Completamente. Juana está muy en contra de todo esto y es activista. Juana, cuando me dio el guión, antes de firmar el contrato, vino a Barcelona literalmente solamente para decirme que si me sentía cómoda con el papel y que si estaba segura. O sea, vino y luego se fue a Madrid. Quiso hacerlo personalmente en lugar de hacer una llamada. Estuvimos hablando, tomando un café, hablando mucho del tema y también de los centros de menores y todo. para sentirme yo segura.

¿Es un sueño lo que estás viviendo en estos momentos?

Yo estuve dos años de mi vida soñando con mis colegas que se hiciera una película o serie de nuestras vidas. Y de repente, encontrarme ser una de las protagonistas es una verdadera locura. Porque además hay un hecho, y es que siempre quiero ver series y películas que se vea la realidad de las cosas.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Para los que han estado en un centro de menores haber salido adelante es una suerte?

No es que tenga suerte, yo no creo en la suerte. Básicamente el saber cómo tirar, porque he estado sola mucho tiempo, y el saber cómo afrontar las cosas, El ser espabilado, sobre todo y saber coger tu tiempo. Porque nunca es tarde para hacer las cosas.

 ¿Tienes claro que tu camino está ligado a ser actriz?

He descubierto un mundo para mí y veo que se me da muy bien y que me gusta muchísimo, pero mientras tanto quiero continuar estudiando.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Fue complicado verte por primera vez en pantalla?

Lo fue porque además soy físicamente muy distinta a mi personaje. En la primera impresión nos tapábamos la cara al vernos, pero fue solo un momento ya que ahora cada vez que me veo me encuentro más cómoda.

¿Estar en un centro de menores te ayudó a madurar más temprano?

Tenemos que hacer el papel de nuestros propios padres, de nuestra propia madre, de nuestro hermano mayor, o sea, es como una personalidad múltiple, por así decirlo. El hecho de movernos por nuestros papeles, por el médico, por todo, empiezas a espabilar desde muy temprano y es como que el hecho de agobiarte con tantas cosas te pueden llevar a la mala vida el hecho de no querer ser mayor porque no te toca y porque estas viviendo esta vida si no te la mereces si no te toca vivir esta vida. Es algo que es una lucha con cada niño y niña, porque cada niño es diferente. Es una lucha con cada uno de ellos internamente.

© Anya Bartels-Suermondt

¿Esta película puede ayudar a empatizar a la gente sobre la gente que ha estado en centros de menores?

Se ve mucha discriminación por el hecho de estar en centros de menores. Como si hubieses hecho algo mal, teniendo en cuenta que si han estado allí no ha sido por su culpa..

¿Qué tipo de público puede ver esta película?

 Todo tipo de público. Hay que abrirse también la mente. Evidentemente, no se la vas a enseñar a un niño de 6 años, porque va a tener que hacer muchas preguntas. Y por ello pienso que hay que trabajar el tema previamente con tus hijos, de qué es esto, de qué no es esto, de qué se puede hacer y de qué no se puede hacer. Y a partir de aquí ver la película puede ser una actividad educativa de la familia.

Para finalizar. ¿Qué les dirías a la gente para que vean vuestra película?

Van a ver la realidad, la realidad de muchas personas que tienen alrededor. Puede ser mi realidad, tu realidad, su realidad, la realidad de cualquiera.

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