Texto – Redacción. Fotografías – Hearst.
Alejo Sauras, a sus 46 años, solo tiene dos menos de los que tenía Antonio Resines cuando estrenaron ‘Los Serrano’. El actor reflexiona en Men’s Health sobre lo mucho que hemos cambiado los españoles en estos últimos veinte años y, a la vez, de lo poco que ha cambiado él en este tiempo: «Me siguen parando por la calle para hacerse fotos diciéndome que están viendo ‘Los Serrano’ y es como si el tiempo no hubiera pasado, es como si volviese a tener 25 años otra vez».
Después de 25 años de sus inicios en la televisión, Alejo no siente que esté en su madurez como actor, y admite que sigue teniendo «la sensación de que estoy empezando». Sobre esos comienzos, el actor se sincera sobre lo que significó para el ‘Al salir de clase’, donde le vimos por primera vez en 1999: «Santi supuso un antes y un después en mi vida y, además, lo supe desde el primer momento cuando me llamaron para decírmelo. Yo ya había hecho castings para la serie, pero nunca me habían querido para la segunda prueba hasta que un día, rodando otra serie, el director de ASDC pasó por ahí, me escuchó, se asomó, me vio y dijo: “Es justo lo que estábamos buscando”. Cuando mi representante me contó el personaje sabía que me iba a cambiar la vida. Algunos me dicen que no fui el primer gay de la tele, y es verdad, pero sí que fui el primero en contar lo que de verdad se vivía como homosexual adolescente en esos años. Y para mí, ese beso, rompió un techo de cristal. Fue la normalización».
Ahora, Alejo Sauras, que quería ser piloto de niño y tuvo que dejarlo atrás por unas dioptrías, admite que es muy feliz con su profesión y que le da igual televisión, cine o teatro: «Solo tengo una respuesta: no me hables de plataformas, háblame de proyectos. Me da lo mismo, sinceramente. Una buena serie antes que una mala película, una obra de teatro antes que una mala serie y una buena película mil veces antes que otra cosa. Pero sí es verdad una cosa: cuando llevo demasiado tiempo sin subirme a un escenario, lo necesito. Una de las cosas más bonitas que he hecho en la vida, y de las que más orgulloso estoy, es Edipo. En esa obra de teatro saqué todo lo tenía dentro, mis tripas, mis pensamientos… fue precioso». Además, admite cómo se cuida y cómo es su relación con el deporte al trabajar en proyectos que tienen tanto desgaste físico: «No soy un fanático del deporte. Me he hecho deportista por egoísmo vital, porque quiero llegar a los 65 muy fuerte y para eso hay que esforzarse», confiesa.
La entrevista completa, donde el actor también se abre sobre la relación actual con sus compañeros de pantalla –como Antonio Resines o Elsa Pataky–, su experiencia en Masterchef o cómo llevó la etiqueta de ‘actor adolescente’, en el número de diciembre de Men’s Health.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA.
• «A mí me han sentado pocas cosas mal en la vida y precisamente la de ser etiquetado como actor adolescente es la que menos. Era actor, era adolescente y además lo disfruté mucho. He sido el adolescente más feliz del mundo y he hecho cosas de las que me siento tremendamente orgulloso. Entre otras, yo fue el primer tío que le comió la boca a otro tío en la televisión de este país…».
• «Yo no sé si estoy en mi madurez como actor. Lo que sí sé es que no me siento como yo pensaba que me iba a sentir cuando eso llegara. Cuando empecé y veía a actores como Resines o Jesús Bonilla, me hice una imagen en la cabeza de lo que es un actor maduro. Si ese momento ha llegado, yo desde luego no lo siento. Lo único que veo es que ha cambiado mi forma de trabajar y mi relación con todo el equipo».
• «Hay orgullo de generación, por supuesto que lo hay. Hay orgullo propio y orgullo por los demás. El propio por haber aguantado, porque no ha sido fácil. De ASDC salieron 230 intérpretes en los años que duró… ¿Cuántos quedamos hoy trabajando y viviendo de nuestra profesión? Muy pocos. Y veo a Elsa Pataky o a Víctor Clavijo, por ejemplo, y hay algo en nuestras miradas… nos tenemos mucho cariño porque hemos vivido lo duro que era cuando no existían las plataformas y todo tu trabajo tenía que estar en tres canales de televisión o en una sala de cine. Y lo mismo me pasa con Ana de Armas: es una amiga y ha llegado tan lejos porque, además, es lo que ella siempre quería y cada vez que la veo, pienso: “Lo conseguiste”. Eso es insuperable».
• «Lo más importante es cuidar la cabeza. Lo siento así: es importante quererte a ti mismo y de esa forma puedes empezar a ser feliz. Después, el cuerpo es el que nos mantiene vivos. Cuando eres joven, quieres cuidar el cuerpo porque quieres ser más atractivo. Cuando te vas haciendo mayor, te vas dando cuenta de que lo necesitas para vivir y aunque parezca que es una obviedad, se nos olvida. Hay ciertas cosas que no te vienen bien y hay que dejar de hacerlas y otras que, aunque no quieras, las tienes que hacer porque son necesarias. Cuanto mejor tengas el cuerpo, más tiempo aguantarás bien y retrasaras todo lo posible lo inevitable».
Barnafotopress 
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