Juanma Navas: “Ha sido absolutamente maravilloso crear un personaje tan rico de matices como Alfonso Armada”

Texto – Albert Roca. Fotografías–Aristóteles Jerez-Archivo Juanma Navas-Movistar Plus+. Entrevista realizada en Singular. Calle Carretas 14.

Una de las series que está dando mucho que hablar es “Anatomía de un instante” dirigida por Alberto Rodríguez que habla de uno de los momentos clave de la transición, el 23F. Uno de los personajes centrales de la trama golpista fue el general Alfonso Armada, que interpreta el actor Juanma Navas, con una gran trayectoria en la que por ejemplo es muy recordado por el personaje de Ramón Palacios en Acacias 38.

Uno de tus grandes personajes en televisión fue el de Ramón Palacios en Acacias 38. ¿Qué recuerdos tienes?

Fueron seis años, que dan para muchas cosas … estás tomando café día a día con millones de personas, formas pare de su día a dia ,tanto aquí como en Italia y te proporciona una enorme popularidad  Allí fue una serie muy vista, me dieron tres premios: uno en Nápoles, otro en Venecia y otro en Alguero, una ciudad por cierto muy catalana, dentro de Cerdeña. Fue un personaje que me dio una oportunidad enorme de mostrar una gran variedad de emociones desde ese hombre bueno, honesto, buen padre y buen marido.

Tengo recuerdos de muchísima gente querida y cercana con la cual pasé mucho tiempo. Estuve cuatro años con Anita del Rey, que hacía de mi mujer y todavía nos seguimos llamando esposo, esposa.  Sigo teniendo mucho contacto con dos buenos amigos que son Marc Parejo y Jorge Pobes. Son como mis hermanos pequeños, a pesar de que podía ser el padre por la edad, quedo mucho con ellos a comer, a tomar una cerveza. Y con uno de los guionistas también de la serie que se llama Joaquín Santamaría, que luego fue el responsable de La Moderna.

Cuando hay un personaje, hay una evolución. ¿La viste en tu personaje?

Cuando llevas tanto tiempo, los guionistas casi escriben para ti, literalmente. Ya escribían para Juanma, aunque yo no discutía con ellos demasiados puntos de vista, soy bastante fiel a lo que me ponen en los guiones. La situación del primer Ramón que se intenta suicidar en la primera semana de emisión, cambió totalmente hasta el último que se convierte en un personaje también bastante oscuro, porque le han matado a la mujer y a un hijo en un atentado con boma, O sea que la evolución es muy grande. Mientras tanto, hay temporadas en las que estaba más de apoyo y otras en las tenía más protagonismo.  

En “Amar.,..” interpretaste a dos personajes en las dos etapas de la serie “Amar en tiempos revueltos” y luego “Amar es para siempre”

Estuve en las dos etapas si. Al principio de todo hice un médico. Y luego estuve haciendo un fascista del desarrollismo, y esto fue en el año 2013-2014.

Hablando de la serie Anatomía de un instante, al haber vivido esa época, ¿qué conocimientos tenías de tu personaje, el General Armada?

Le empecé a estudiar a partir de que supe que iba a encarnarle en diciembre del 20024, y lo que básicamente conocía era de haber vivido el golpe de estado con 19 años.

¿Qué recuerdos tienes?

Yo estaba en la universidad. Mi padre era un hombre bastante sindicalista y ese día sufrió bastante. Recuerdo que quedamos los amigos del barrio delante de Instituto y que todo lo habíamos seguido a través de la radio. Mi tío, que  ahora tiene 100 años, el hermano mayor de mi padre, bajó a casa y le dijo: «Manuel, vete, que yo me quedo con tus hijos».  El hombre aguantó hasta que llegó el discurso del rey. Todo se paró, pero durante unas horas fue realmente difícil.

Precisamente por ello otro recuerdo para enmarcar es que el primer día de rodaje de Anatomía, con el personaje del General Armada, que salía del Hotel Palace, pasaba delante de los leones y llegaba a la puerta en la que a través de la contraseña Duque de Ahumada le recibía Tejero. Cuando estaba pasando por ahí en los ensayos, paso delante de los leones, miré y pensé interiormente “Juanma, no te emociones que estás trabajando”. Y es que me vino a la cabeza el recuerdo de mi padre con toda intensidad.  Una vez que ya esa emoción la dejé pasar,  ya apareció Armada.

En la serie hay una escena muy significativa en el que el personaje de Adolfo Suárez saluda al General Armada, al final del golpe, sin saber el papel que había tenido el general

Armada era un hombre muy educado, muy culto, hablaba idiomas, él estudió en Francia mucho tiempo, de hecho, allí es donde conoce la operación de Gaulle, que es la que intenta transponer en España. Suárez para él es una especie de bicho raro, un advenedizo, que nunca ha tenido lealtad a nadie. Entonces, ese recibimiento era ¿tú quién eres y qué estás haciendo aquí?

Tu personaje hace gestos con mucha ambigüedad. ¿Le definía así al General Armada?

Durante todo el rodaje, el guion, que por cierto es una maravilla de guion de Rafa Cobos, Fran Araujo y la supervisión de  Alberto Rodríguez, que intervenía, mostraban a Armada como un hombre ladino, muy sibilino, y ese fue el trabajo. Alberto trabaja de una forma muy minuciosa, muy precisa. Con Alberto, cuando has quitado el 50% aún tienes que quitar más. Yo también trabajé mucho, que no se notara lo que había detrás, aunque era evidente a través de lo que sucedía. Tengo una anécdota con el operador de cámara, Juanjo, que me dice el día del rodaje de la llamada de teléfono al Rey para presentarse en la Zarxuela “, aquí viene el malo, pero el malo que no se nota”. Pues ese es otro objetivo. No tiene la pinta del villano tradicional y clásico, sino que es un hombre oscuro, y que un director de teatro amigo mío, lo definió como serpiente.

¿Esa ambigüedad moral, como actor uno no la llega a juzgar?

Cuando me levanto por la mañana nunca digo qué bueno o malo soy. Las personas tienen unos motivos para justificar sus acciones. Y yo con Armada, como Juanma, puedo estar ideológicamente muy alejado, pero yo nunca le juzgué. Yo intentaba comprender todo su comportamiento y no solo a Armada sino a ningún personaje.

Evidentemente, lo que yo no puedo hacer es algo que vaya demasiado en contra de mi forma de entender la vidsa, pero dentro de un proyecto como este, es absolutamente maravilloso crear un personaje tan rico de matices que no se asoman a primera vista. Es decir, con una carga emocional enorme por dentro, pero que casi no se notara por fuera, simplemente con una mirada, una leve caída de ojos, un gesto.

Se está celebrando el aniversario del tema de la restauración de la democracia. ¿Crees que estas series ayudan un poco a valorar el camino recorrido?

Sí, creo que sí. De hecho, a mí particularmente me preocupa bastante que haya una generación de chavales entre los 18 y los 25 años que tienen opiniones respecto a nuestro pasado más inmediato que a mí me parecen, cuando menos, poco rigurosas. Y creo que ver este tipo de  de serie, que creo que lo es , y bastante, merece la pena independientemente de lo que luego uno pueda pensar tanto ideológicamente como como en su estructura audiovisual. Es una producción muy cuidada, evidentemente siguiendo la línea de la novela de Javier Cercas, pero me parece necesario conocer nuestro pasado más inmediato. Y creo que no se ha imbuido a los chavales en los institutos esa nuestra historia más reciente. Supongo que todo queda en el estudio hasta prácticamente primeros del siglo XX, pero los últimos 40, 50 años no se estudiaron y creo que ver la serie sí puede hacer entender que ahora estamos mejor.

¿Te gusta hacer lecturas dramatizadas?

Me gusta y además me llaman mucho para ello. *in illo tempore*  Juan Antonio Hormigón me llamaba para hacer cosas en el clásico. Muchas veces haces lecturas de obras que no se han estrenado, de autores noveles o de autores consagrados que no han visto representadas demasiadas obras, y en muy poco tiempo tienes que dar una enorme profundidad y eso es algo que me reta, me ilusiona, me estimula.

¿Te preparas a fondo los personajes que interpretas?

Muchísimo, pero debo decirte que Armada ha sido el personaje con diferencia que más he preparado, porque yo supe que iba a hacerlo en diciembre. A primeros de enero fue el rodaje del congreso ya que quedaba libre. Y luego ya empezamos con mitad de marzo. Entonces, ese tiempo de diciembre a marzo he leído, estudiado, escuchado podcasts, he conocido entrevistas, y he viajado mentalmente para intentar ser Armada, y no imitarlo. De hecho, hablé con Alberto que Armada tenía una voz mucho más aguda que yo y creo que si lo hubiera llevado por ahí habría sido caer en la caricatura. Ni yo ni Alberto queríamos eso.

Sigue habiendo un misterio sobre el 23F. ¿Qué piensas? ¿Anatomía de un instante, lo desvela todo?

Recuerdo una entrevista con Ángels Barceló en la Cadena Ser  en la que Javier Cercas comentó que «Lo único que no sabemos es la marca de la ropa interior del general Armada». El día de la presentación en el Congreso de los Diputados, la primera vez que en ese entorno se proyectaba una serie española le conté como una anécdota jocosa que tengo una hija que vive en Liverpool y hay una tienda que me encanta de ropa interior, y suelo comprarla allí, y que hasta esto se puede saber. Bromas aparte, las interpretaciones son libres y habrá gente a la que le parezca que Anatomía no es fiel a la realidad o que blanquea además algunas cosas. Esto es lo importante, que genere controversia y crítica.

¿Has hecho comedias, y te gusta hacerlas?

Comedias he hecho muchas, pero lo que pasa es que yo no soy, en el sentido más bonito de la palabra, un payaso. Es decir, yo tengo que ensayar para eso. Hay compañeros que en la primera ya se van a reír de él. Hay un actor que yo admiro enormemente, que es David Lorente. Yo trabajé con él en el clásico durante un año. No te puedes imaginar las carcajadas que despertaba David en el patio de butacas entonces.

¿Qué personaje te pide el cuerpo hacer?

Siempre está por descubrir: hay cosas que no conoces todavía y que van a existir. En cuanto a las cosas que me quedan y que me gustaría hacer, siempre pienso que me encantaría un Rey Lear, aunque lo hice una vez con Andrea Jiménez un solo dia en “Casting Lear” que fue una de las experiencias más bonitas de mi vida profesional. Ya sabes cómo funciona ese espectáculo, cada día tiene que ser un actor diferente el que hace de Lear. Y es verdad que eso fue tirarse al vacío sin red.