Texto – Albert Roca. Fotografías–Cuco Cuervo-Manolo Pavón-Aristóteles Jerez- Lets Go Entertaniment-Sergio Parra. Entrevista realizada en Singular. Calle Carretas 14.
Omar Calicchio es toda una leyenda de los musicales en Argentina, donde ha interpretado diferentes personajes. En España se ha establecido recientemente dónde le hemos podido ver en el musical “El fantasma de la Ópera”. Actualmente está en el proceso de ensayos de “La ópera de los tres centavos” protagonizada por Coque Malla.
Actor, director, presentador…. ¿Cómo te defines?
He hecho un poco de todo, sobre todo viniendo más de mi país, que estamos más acostumbrados. En mi país existe mucho la autogestión. De hecho, he producido o he presentado obras en teatros oficiales, por ejemplo, en el Teatro Cervantes de Argentina. Todo es un poco por supervivencia: si quieres trabajar hay que moverse. Es un poco el instinto argentino.
¿Y cómo funciona la autogestión artística en Argentina?
En Argentina se estilan mucho las cooperativas de trabajo, en la que uno escribe, otro produce, otro hace la coreografía, otro hace la música. Y también está muy presente el teatro independiente, o lo que llamamos el teatro off. Y no por ello tienen peor calidad, al contrario: muchas veces en Argentina el teatro independiente a veces es mejor que el teatro que se ofrece, en calle Corrientes, que sería aquí la Gran Vía, En definitiva, en Argentina, somos muy teatreros.
¿Naciste para actuar?
En la escuela, cuando había alguna función escolar, me acercaba al escritorio de la maestra y le decía “hoy voy a actuar”. Yo no sé si lo merecía, pero por cansancio lo que fuera acababa actuando.
Si hay algo muy recurrente en tu trayectoria han estado los musicales. ¿Qué te atrae de ellos?
Cuando estaba en la escuela sabía que quería ser actor, hasta que un día un amigo me dijo: «Vamos a ver una comedia musical». Yo no tenía la menor idea de qué se trataba. Y ahí descubrí el teatro donde aparte de actuar, se canta y se baila, Hay una enorme exigencia. Me considero que soy un actor que canta y que baila, pero hay que saber hacer un poco de todo.
También has sido presentador
Me ha tocado hacer distintos tipos de presentaciones, por ejemplo, he sido el presentador del Playhouse Disney en Argentina. Aquí además componía un personaje con la co-conductora. Después he hecho muchas presentaciones como marca líquida, y me han llamado para ser yo mismo.
En Argentina estuviste en Floricienta y Chiquititas
En Floricienta tuve un personaje muy divertido. En Chiquititas, fue la versión de Brasil, la primera que hice, donde me llaman para un día hacer lo que nosotros llamamos un bolo, o sea, una pequeña participación, que eran cinco capítulos y después me quedé cuatro años en esa telenovela. Es curioso ya que ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero sigo teniendo contacto con los fans de la telenovela.
Y luego esa misma novela se hacía paralelamente en Argentina, que es en realidad su origen. Y fui a trabajar el último año en el 2001 en la de Argentina,
¿Disfrutas con lo que has hecho?
Trato siempre de disfrutar al máximo con mi trabajo, siendo muy respetuoso de lo que está escrito. En Argentina se estila mucho cuando el director dice algo y contestar»Sí, señor». Y me ha pasado una anécdota ahora estando en el Fantasma de la Ópera, que un día el director me da una indicación y digo: «Sí, señor, sí, señor». Y todos mis compañeros me miraron sorprendidos “¿Qué pasa?” Por lo que veo no es frecuente contestar así, en España.
¿Cómo se puede pasar a hacer cosas tan dispares como Adán y Eva, Drácula, Priscilla, Stan y Oliver?
Creo que el único camino es trabajarlo. Estoy en un proceso de ensayos con “La ópera de los tres centavos”. Se ha de preparar bien la partitura, porque no nos tenemos que olvidar que las canciones primero son textos. Hay un trabajo también de comprensión de las canciones, como si fuera el propio texto, porque a lo mejor uno cree que las canciones son notas que hay que cantar, pero si no, no tienen sentido. Creo que todo requiere de mucha disciplina.
Considero que soy un actor que nunca he estudiado teatro. He estudiado canto y danza como complemento. Me gusta mucho la palabra actuar tal como está en inglés que es “Play”, que es jugar. Yo subo al escenario a jugar a hacer una gran mentira y a creerme lo que está sucediendo.
¿Cómo te sientes al trabajar con un gran cantante y también actor que es Coque Malla?
Yo no conocía a Coque Malla, lo he hecho ahora. Sabía que era cantante pero no que fuera un gran actor excelente como es. Es un encanto trabajando, como compañero, es el prota y es una figura.
¿Qué es lo que se va a encontrar la gente cuando vea este espectáculo?
Creo que la obra de Bertolt Brecht nunca envejece, y Mario Vega, el director, le está dando su propio color, su propia paleta, y creo que va a sorprender. Será un gran espectáculo que va más allá de la obra de Brecht y la música de Kurt Weill.
¿Siempre partes de cero, con la misma ilusión, cuando empiezas un nuevo proyecto?
Me entrego siempre al director. Uno tiene que ser como una plastilina. Decimos que el director va moldeando, pero siempre tengo las inseguridades de siempre. Uno no tiene que ir confiado, uno tiene que abocarse al trabajo.
Barnafotopress 
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