Vivimos en una época dominada por el presente, donde la vida pública se rige por el corto plazo y se subestima el valor de la experiencia acumulada. En este clima acelerado, hemos dejado de aprovechar la enorme reserva de sabiduría heredada de generaciones anteriores. Pero conviene recordar que el pasado puede servir tanto de advertencia como de inspiración.
En Historia para el mañana, el filósofo social Roman Krznaric recorre mil años de acontecimientos mundiales para ofrecer nuevas perspectivas ante los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. Muestra cómo el pasado puede ayudarnos a enfrentar problemas que van desde la desigualdad y los riesgos de la ingeniería genética, hasta el fortalecimiento de la democracia y la prevención del colapso ecológico.
El libro plantea que mirar atrás no solo permite comprender de dónde venimos, sino también abrir posibilidades para imaginar futuros alternativos. Para Krznaric, la historia funciona como una consejera que invita a formular preguntas diferentes y a reconocer que siempre existen otros caminos.
Krznaric argumenta que la “historia aplicada” consiste en usar el legado como guía. No pretende predecir el futuro, sino ampliar nuestra imaginación, mostrar cómo otras generaciones afrontaron crisis profundas, revelar las raíces de las injusticias actuales y ofrecer nuevas formas de actuar.
A través de ejemplos que van desde la revuelta de esclavos en Jamaica en 1831 —un punto de inflexión en el proceso de abolición— hasta la economía circular del Japón de Edo, donde casi todo se reutilizaba, reparaba o reciclaba, Krznaric muestra que el pasado está lleno de soluciones ingeniosas y estrategias colectivas.
También incorpora ejemplos más cercanos, como el Tribunal de las Aguas de Valencia, creado en época islámica y aún vigente, donde los agricultores gestionan de forma comunitaria un recurso vital como el agua. En conjunto, estas experiencias revelan que la cooperación y el compromiso con el bien común pueden sostenerse durante generaciones.
Cada uno de los diez capítulos aborda un desafío fundamental del siglo XXI y muestra qué podemos aprender de un milenio de experiencias en distintas culturas y continentes. Aunque pueden leerse por separado, juntos evidencian el papel decisivo que han tenido los avances sociales en el progreso humano.
Historia para el Mañana, en última instancia, es una reflexión sobre el poder transformador de pensar desde el pasado. Frente a la tiranía del presente y la fe ciega en la tecnología como vía de salvación, Krznaric recuerda que el sentido de comunidad y la responsabilidad compartida siguen siendo esenciales para enfrentar las turbulencias ecológicas, políticas y tecnológicas actuales.
«Durante el proceso de investigación que he llevado a cabo para escribir este libro, me he encontrado con un buen número de ejemplos históricos fascinantes que han suscitado preguntas a menudo sorprendentes. ¿Qué enseñanzas pueden aportarnos los levantamientos de esclavos del siglo XIX para superar nuestra adicción a los combustibles fósiles? ¿Cómo puede ayudarnos la historia del capitalismo a entender qué es lo que hace falta para limitar los peligros de la inteligencia artificial? ¿Qué podemos aprender de un reino islámico medieval para desarrollar la tolerancia hacia otras culturas en una época de aumento de las migraciones? ¿Y del Japón de la era premoderna para reducir el consumismo extremo? ¿Cómo pueden los conflictos desencadenados por la invención de la imprenta o los cafés londinenses del siglo XVIII inspirar ideas con las que rebajar la polarización política creada por las redes sociales? Desde la India precolonial hasta la Cuba revolucionaria, desde la China de la dinastía Qing hasta la lucha por los derechos de las mujeres en Finlandia, la historia nos ofrece perspectivas y posibilidades inesperadas para transitar por un futuro turbulento».
Barnafotopress 
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