Paris Jackson, exclusiva ELLE: la princesa Indie

 Texto – Redacción. Fotografías – Hearst.

En su número de noviembre, especial 80 aniversario, ELLE tiene a Paris Jackson (California, 1998) entre sus 10 portadas con 10 mujeres que nos inspiran, nos hacen vibrar y nos emocionan. Compositora, cantante, actriz y modelo, su carta de presentación es una sonrisa tímida que asoma en medio de un proceso de ruptura y reflexión. «Cuidar la salud mental consiste en ceder el control a un poder superior a mí misma, y lo llevo a cabo día a día», dice la artista, que, tras años de lucha contra las adicciones, al fin ve la luz y se muestra al mundo como una persona nueva y feliz.

A sus 27 años, la hija de Michael Jackson ha aprendido a habitar su propio universo, lejos del ruido (y de la familia paterna), guiada por su alma mística, la música y sus mascotas. «La espiritualidad es lo más importante en mi vida. Soy cáncer, muy sensible», dice con franqueza. Paris se define ante todo como escritora de canciones: «Lo que más disfruto es estar sola con mi guitarra, dejarme llevar y, simplemente, sucede». Su nuevo disco, ya en proceso de mezcla, llegará el año que viene. Mientras tanto, acompaña a Queens Of The Stone Age en su gira por Estados Unidos: «Estoy tan agradecida… Es una oportunidad increíble», reconoce.

La cantante no esquiva el pasado, pero tampoco se deja definir por él. El peso de su apellido, la persecución mediática y 15 años de acoso digital no han conseguido apagar su voz. «Me han estado destrozando desde que tenía 13 o 14 años… y ha llegado un punto en el que, finalmente, estoy empezando a divertirme con las redes». De hecho, a través de ellas ha compartido sus problemas con las drogas, su ansiedad y su depresión. Habla con la madurez de quien ha hecho las paces con su historia: «Supongo que se trata de aprender a ser amable contigo misma, porque esa es la persona con la que te vas a acostar cada noche».

EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA

• «Me he sentido juzgada todo el tiempo, es la historia de mi vida. Así que trato de aprender a ser amable conmigo misma».

• «Si el público viene a mis conciertos vestido como mi padre, me distrae, no tiene nada que ver con mi música».

• «En muchos sentidos, me considero una persona privilegiada, en los aspectos obvios, en lo que la gente da por sentado, pero existen muchas otras cosas en las que no piensan y ahí no lo soy».

• «Acabo de dejar la nicotina y la cafeína, que eran mis últimos vicios»,

• «Si pudiera elegir, mi plan diario sería estar en mi hogar, hablando con amigos y pasando el rato con mis animales, pero es imposible seguir una rutina cuando estás constantemente en movimiento».