Desde aventuras adolescentes sobre bicis llenas de barro hasta culebrones sentimentales dignos de telenovela, pasando por momentos laborales tan surrealistas como los de The Office o reuniones de vecinos más tensas que un capítulo de Aquí no hay quien viva. La vida —la tuya y la de todos— está hecha de escenas que parecen sacadas de una ficción. Porque a veces lo cotidiano se convierte en comedia, en drama, en thriller o en romance… y todo cabe en el mismo capítulo.
En este viaje por más de 900 ficciones televisivas, Diego Merayo (@telocuentosinspoilers) nos invita a mirar atrás y reconocernos en las series que hemos visto, sentido y comentado. Porque las series no solo hablan de lo que ocurre en la pantalla, sino de lo que pasa en nuestras casas, en nuestros trabajos y en nuestras emociones.
Dicen que la realidad siempre supera la ficción y es cierto, pero por mucho que la ficción lo intente, nunca va a superar las experiencias que vamos guardando en la mochila a lo largo de nuestra vida. Porque las series hablan de nosotros, de nuestros comportamientos y deseos. Las series hablan de nuestra vida. Unas veces es comedia, otras drama, romance o acción. Y no nos engañemos, en algunas ocasiones se parece a las series de terror.
Desde The Crown hasta El cuerpo en llamas pasando por Chernobyl, Fariña, Dirty John, El caso Asunta y un largo etcétera, una gran cantidad de series han buscado la inspiración en la vida real.
¿Cuántas veces has dicho «esto da para una serie»? Pues eso. ¡Esto da para una serie!
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