Texto: Pollyana Hernández
Imágenes: Grupo Smedia y Pollyana Hernández
En medio de un ambiente totalmente familiar y ante la expectativa de grandes y pequeños; la noche de ayer el escenario del Teatre Apolo se vistió de energía y de colores para el estreno del espectáculo del Gran Circo Acrobático de China.
Varios de los protagonistas mostraron actuaciones que implican un alto grado de dificultad y muchísima práctica previa para conseguir unas buenas ejecuciones.
Con más de 20 números, y más de 33 artistas, el Gran Circo Acrobático de China hizo despliegue de variedad y de talento. Comenzando así su paso por la ciudad de Barcelona.
En esta ocasión, el tema central es el amor entre un niño y una chica que se convierte en un hada que es un ave fénix. Mientras esta historia va transcurriendo, también van sucediendo los números acrobáticos. Es así como entrelazan la historia de amor con los diferentes números, mostrando coreografías, acrobacias, contorsionismos, equilibrismos, malabares y actuaciones, incluido el clown.
El espectáculo consigue generar momentos de tensión ante la expectativa de lo que pasará en el escenario. Todos los públicos son susceptibles de ser entretenidos y agradados ante la mezcla de color, ritmo, música, talento y precisión que consigue compartir en el escenario la Compañía.
Detalles:
Hay un descanso de 15 minutos
El sonido está muy bien cuidado, volumen lo suficientemente alto para escucharlo y lo suficientemente bajo para no aturdir.
La música es de China.
Los números del columpio, de los sube y baja y el de los aros y los trampolines consiguen mantener al público en vilo.
El número de los sombreros dan ganas de intentarlo en casa.
El payaso hace un número, además de muy cómico, muy ameno y muy preciso. ¡Hey, cuidado porque hace participar al público!
El Gran Circo Acrobático de China estará en el Teatre Apolo de Barcelona hasta el 21 de septiembre deleitando a todos los públicos.




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