Texto – Redacción. Fotografías – Julien Vallon.
Ana de Armas (La Habana, Cuba, 1988) protagoniza la portada del número de junio de ELLE España. En el interior de la revista, comprobamos, además, que la actriz no sólo deslumbra en nuestro shooting, como lo hace en la pantalla o en las alfombras rojas, también brilla cuando explica cómo ha enfocado su carrera profesional o de qué manera se enfrenta a las críticas.

En una íntima conversación –que tuvo lugar en un momento de pausa en sus continuos viajes entre Londres y Estados Unidos–, la actriz hispano-cubana comienza hablando del desafío que, para ella, ha supuesto encarnar a Eve Macarro, la bailarina convertida en asesina en busca de venganza de su último film, Ballerina. «Nada de lo que había hecho antes se parece a esto», confiesa, orgullosa del esfuerzo y la preparación que ha exigido el papel, como así ha dejado patente en redes, donde la actriz ha compartido los arriesgados ensayos de un implacable duelo junto a Keanu Reeves que aparece en la película.
Pese a reconocer que «me queda mucho por hacer», Ana se encuentra, sin duda, en un momento de madurez artística y personal, y tiene claro qué quiere contar como actriz y cómo desea hacerlo. Nos explica que elige sus papeles con calma, priorizando la conexión con el director y el equipo. Y recalca también la importancia que tiene para una carrera decir “no” a ciertas propuestas: «Hay que saber esperar el proyecto correcto, ese que sientes que te mueve, que va a ser crucial, en el que encajas de verdad», apunta.

Más allá de la acción y los destellos de Hollywood, la actriz habla con entusiasmo y cierta nostalgia sobre sus raíces y su deseo de reencontrarse con nuestro país. «Amo España, es mi segundo hogar», asegura, dejando caer que tiene sobre la mesa un proyecto televisivo en nuestro país, del que, por el momento, no ofrece ningún detalle.
A pesar del todo el “ruido” que siempre le acompaña, Ana ha aprendido a filtrar las críticas y a proteger con celo su intimidad –últimamente ha aparecido en varias publicaciones junto al actor Tom Cruise, con quien los medios la relacionan, sin que ninguno de los actores se haya pronunciado todavía al respecto–.

Icónica pero cercana, sensual y serena, Ana de Armas vive su fama con elegancia, protege su privacidad como un acto de amor propio y hasta llega a admitir algún lado bueno de las críticas: «Sí, me han dañado a veces, pero he entendido que lo hacen cuando dejas que lleguen a ti. Si eres capaz de mantenerlas al margen, de usarlas correctamente –porque las críticas te pueden afectar para bien o para mal–, puedes aprender muchísimo, crecer, descubrir aspectos de los que no te habías dado cuenta», sentencia la estrella de Hollywood.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA.
- «Ha habido un cambio en lo que la gente encuentra interesante en los personajes femeninos».
- «Se nos ha ido de las manos criticar y dar opiniones de manera dañina y tóxica».
- «Si eres capaz de usar las críticas correctamente, puedes crecer, descubrir aspectos de los que no te habías dado cuenta».
- «No puedes dejar que el lado negativo que tiene la fama te amargue, porque entonces no vas a disfrutar los aspectos bonitos. Pero es fundamental separar la vida privada de la profesional».

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