Texto – Redacción. Fotografía – Penguin Random House Grupo Editorial.
Íntima Atlántida, es la biografía definitiva de Rosa Chacel escrita por una de las investigadoras más célebres del panorama literario español, Anna Caballé . La también crítica literaria propone un esclarecedor recorrido por la vida de Chacel —un grito en la noche—, restituyéndose por primera vez aquello que mantuvo en secreto largo tiempo. Un continente demasiado sumergido en el desconocimiento y que ahora ve la luz. Esta biografía es un minucioso trabajo de encaje de citas, cartas, documentos, testimonios e investigación que han permitido dar cuenta de su evolución vital y de los fantasmas que la mantuvieron atada a su pasado.

«La literatura de Chacel niega la claridad, niega la significación, querrá permanecer oscura y solo valorada por quienes reconoce sus pares intelectuales. De modo que la interpretación de su obra literaria nos dice que no quiere ser interpretada, solo valorada como desafío intelectual, aunque en sus diarios derrame, sin embargo, los contornos de su propio drama vital. Si no se ve en esta peculiar característica el núcleo de su escritura —unas novelas que se niegan a sí mismas como novelas y se presentan solo como dificultad— el acceso a la escritora bordea, en mi opinión, lo incomprensible»
En la vida y en la obra de Rosa Chacel (1898-1994) el gran juego de las pasiones humanas adquirió una trascendencia singular que se impone pese a su expresión siempre elidida. Chacel, la maestra literaria de la elipsis. Autora de culto por novelas más elogiadas que leídas, creadora de relatos excepcionales, biógrafa de su propia infancia, casada con el pintor Timoteo Pérez Rubio, icono a pesar suyo del exilio republicano, mantuvo un pulso permanentemente conflictivo consigo misma.
Rosa Chacel fue una pionera en su singular forma de encarar la comprensión del sujeto femenino y la expresión de la intimidad, una dicotomía entre la pulsión de decir y la pulsión de callar, pero, además, fue autora de unos soberbios diarios y de centenares de cartas cruzadas con los principales intelectuales de su tiempo.
«El primer problema que plantea escribir la biografía de la autora de Desde el amanecer y tantos escritos autorreferenciales es independizarse de la hermenéutica que su autora construyó y se construyó tanto sobre sí misma como de su relación conyugal, y que se ha venido repitiendo un tanto cansinamente. ¿Hay alguna verdad posible más allá de la vida escrita por la propia Chacel en su autobiografía, en sus centenares de cartas y volcada torrencialmente en sus diarios? Al tiempo que me hago otra pregunta: ¿es posible que la pulcritud de su escritura, un rasgo característico de su estilo, y que heredó del amor de sus padres por la palabra, fuera también la expresión literaria de un extremo y profundo miedo a la libertad de pensamiento?»
Chacel se cruzó con los principales intelectuales (españoles y extranjeros) de su siglo, incluso del siglo anterior, pues el poeta y dramaturgo José Zorrilla era su tío abuelo por línea materna y esa relación dejaría una impronta literaria decisiva en la vida familiar. Fue discípula por libre de Ortega y Gasset, aunque el filósofo, poco amigo de las mujeres letradas, la desdeñaba hasta cierto punto. Pero ella se mantendría siempre fiel a los ideales orteguianos de elitismo y vanguardia artística. Y formaría parte de la generación del 27. Sus amistades de la época —Luis Cernuda, Concha de Albornoz (con ambos compartiría en París las primeras experiencias del exilio), Máximo José Kahn, Benjamín Palencia, Gregorio Prieto, Tomás Segovia, Juan Gil-Albert, Ramón Gaya o María Zambrano— se mantuvieron en los márgenes de aquellos poetas y creadores que marcarían literariamente el cambio de siglo (Lorca, Dalí, Buñuel, Alberti, Guillén, Salinas…). Sería, sin embargo, a su vuelta en los años setenta cuando su relación con jóvenes escritores que la admiraban —Pere Gimferrer, Clara Janés, Ana María Moix, Esther Tusquets, Vicente Molina Foix, Antoni Marí, Juan Pedro Quiñonero, Juan Manuel Bonet, Quico Rivas, Andrés Trapiello, Federico Jiménez Losantos, Luis Antonio de Villena, Alberto Porlan…— la convertiría en una referencia intelectual.
«Escribir este libro ha requerido andar a oscuras muchas veces, tanteando el significado de tantos puntos suspensivos como hay en la obra de la escritora. Otras veces ha sido lo contrario y he visto con asombro a Chacel moldeando trabajosamente su mundo, como moldeaba la fría arcilla con sus manos en su juventud. La he visto también esperando que llegara un tiempo hecho a su medida. En todo caso, y para terminar, soy la única responsable de la interpretación de su vida»
La autora

Anna Caballé (Hospitalet de Llobregat, 1954) es profesora honorífica de la Universidad de Barcelona y crítica literaria. Ha sido profesora visitante en diferentes universidades europeas y americanas. Sus últimos libros son Concepción Arenal. La caminante y su sombra (2018, Premio Nacional de Historia), Víctor Català. El poder de lo real (2019) y El saber biográfico. Reflexiones de taller (2021, Premio Jovellanos de Ensayo).

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