Jorge Usón “Para mí es importante el desafío”

Texto – Albert Roca. Fotografías- Santi Martínez Sancho-Elena C. Graiño-RTVE-Movistar Plus+. Entrevista realizada en Cafeteria Carretas 14.

El actor y cantante Jorge Usón recibió el Premio de la Unión de Actores y Actrices por su personaje de Celedonio Silva en la serie “Las abogadas”, en la gala que se celebró el lunes 10 de marco en el Circo Price. Con este premio se suma a una larga lista de reconocimientos de un actor, que podemos ver actualmente en “La vida breve” “Su majestad” y la película “Nosotros”.

© Santi Martínez Sancho

Fuiste premiado en la Unión de Actores y Actrices por el personaje de Celedonio Silva en Las Abogadas. ¿En qué te inspiraste?

Me entendí muy bien con el director y vi que luna escena era en un juicio y me recordó a la actuación de Robert de Niro en Los intocables de Eliott Ness y me dejaron hacer esa escena. Siempre que puedo me inspiro en personajes de ficción.

© RTVE

A lo largo de tu trayectoria has interpretado papeles bien distintos. ¿Te sientes contento de no haber sido encasillado?

He tenido la suerte de lo que me han ofrecido y me he negado a veces a repetirme. Para mí es importante el desafío, en cada trabajo, en cada expresión, en cada tierra que no he pisado.  

Fuiste psiquiatra. ¿Te ayudó a construir los diferentes personajes con toda su complejidad?

Te diré que, por un lado, sí me ha servido, para poder indagar en lo que piensan los personajes. Pero por otro lado los personajes se mueven más por el cuerpo. No hay que pensar en el amor sino en enamorarnos. Hay que trabajar a partir de la acción.

¿La interpretación te vino desde niño?

En casa la música estuvo bien presente, como la televisión y me gustaba jugar a ser otro, como el Conde Drácula.

¿Cómo te organizas con esta versatilidad que tienes?

Yo creo que, sin dar codazos y sin dolor respetuoso y comprometido. se pueden hacer muchas cosas, pero en mi caso ya no peleo con la versatilidad o la diversidad. Yo creo que todo lo une el escenario, que es lo que a mí me mueve en la vida.

Imagen de Jorge Usón en el flime Nosotros de Helena Taberna

Hablemos de tu faceta musical. ¿Cómo has ido evolucionando?

He ido aprendiendo de los que saben. A veces no está mal no saber, lo importante es saber quién sabe. Y yo en la música he querido saber quién sabe. Y ahí voy muy hormiga, porque tampoco le he podido dedicar tanto como a la actuación, pero con un afán de superación y de no repetirnos, de ver hasta dónde se puede llegar.

Participaste en el filme de animación “Buñuel en el laberinto de las tortugas. ¿Cómo fue?

En esta película pusimos la voz antes de que hicieran los dibujos como se suele hacer en las películas de animación. Fue una de las experiencias más bonitas de mi vida profesional. Además, coincidí con gente que no conocía de nada, que es gente de animación, que son verdaderos artistas con una capacidad de trabajo extraordinaria. El laberinto de las tortugas fue una labor absolutamente artesanal.

¿Te sientes muy implicado en la Union de Actores y Actrices dónde has sido premiado varias veces?

Lo valoro mucho. Yo me siento querido con mis compañeros. os que me conocen saben que pueden contar conmigo. Sé que no se puede ir solo con la vida, que el grupo, la tribu, el colectivo y el sindicato en este caso es fundamental. Además, por mucho que avances solo, hay que tener cuidado, porque por mucho que corras a veces te quedas solo.

© Santi Martínez Sancho

Un espectáculo que te dio alegría es el cabaret musical, ¿no?

Si, de hecho, fue mi punto de partida como artista. Yo entonces era médico pero ya me tentaba esa cueva oscura del teatro y que vi que podía tener mi lugar. Con este espectáculo nació la compañía Nueve de Nueve, con Carmen Barrantes, que a día de hoy seguimos haciendo espectáculos.

¿Qué es la idea que tenéis?

Hacer algo que nos desafíe artísticamente, que no hayamos hecho antes. Preferimos esperar a hacer por hacer. Hacer trabajos por los que no nos llamarían.

¿Por ejemplo?

Ferretería Esteban, con José Troncoso fue un esperpento musical, con un piano, una de historia de terror absolutamente singular, Carmen Barrantes y yo cantábamos los dos. dos y abrimos una puerta a la creatividad a la singularidad, que es una palabra que yo creo que en el teatro hay que reivindicar.

¿Cómo te enfrentas a cada personaje?

Siempre empiezo muy asustado, porque me asusto siempre un poco. Luego tiemblo, primero leyendo y luego viendo a ver qué pasa por el cuerpo. Intento ponerme a disposición, prestar cuerpo y voz, cómo decía Peter Brook. Más que construir, me gusta habitar por el personaje.

¿Reivindicas el teatro que pueda remover?

Yo creo profundamente en eso, en el poder catártico del teatro. Porque a mí me ha pasado. Como cuando uno ha probado el jamón bueno, ¿no? Dices, es que si este jamón está bueno, pues que yo he probado un jamón. Es que el teatro puede dar mucho.

¿Hasta qué punto?

 Me ha enamorado salir de la obra y conocer a una persona con la que estuve dos años. En Una noche sin luna, que hizo Juan Diego Botto, el monólogo de Peris Mencheta sobre Lorca, salir de allí embravecido, llorando, riendo. Además nos dejaban gritar a los espectadores y lo agradecí mucho.

El terror no es un género que hayas tocado

No lo he interpretado en cine o televisión pero La tuerta, la obra que escribí, rinde homenaje a la mitología gótica, a la momia de Frankenstein. Drácula, todo ese mundo.

Antes has comentado que te gusta cambiar de personajes. ¿Es por necesidad?

Lo hago más por un ejercicio personal, más que que me fueran viendo. Uno de los motores de mi trabajo es el placer. Tengo que pasarlo bien, tengo que poder disfrutar. Tengo un compromiso muy fuerte con mi deseo y con el placer. Y encuentro un placer enorme en pisarlo o no pisarlo. Es decir, entrarme en lugares nuevos, no repetir lo que ya se ha hecho. En esa exploración es donde más se encuentra el puente y de paso intentar no encasillarte. Hay veces que es cierto que la industria te demanda lo que te ha visto hacer y te pide que sigas haciendo eso. Pero si te lo puedes permitir, porque los actores a veces no nos lo podemos permitir. Hay que llenar la nevera, hay que comer todos los días.

¿Has pensado en que personajes tuyos en algún proyecto podrían tener un mayor desarrollo?

El de Galgos, una serie de Movistar que se me quedó todo pendiente. En teatro es distinto ya que como lo repites cada día lo puedes desarrollar.

¿Cuál ha sido la gran prueba de fuego que has tenido que superar?

El teatro, enfrentarme a ese público y poder entender que podría ser mi forma de vida. Allí es cuando tomé la alternativa. La primera serie que hice fue Doctor Mateo y B&B, hace ya muchos años. Ahí me dieron otra alternativa.

© Elena C. Graiño

¿Qué es lo más extraño que te ha sucedido como actor?

Aquí tiene mucho que hace la habilidad del actor. Y es que el espectador no conoce tampoco todo lo que sucede y por eso cuando hay una escena determinada no saben si es de la obra o no. Yo me he caído del escenario y me he reincorporado sin que nadie se diera cuenta. Por ejemplo, lo que sucedió hace poco haciendo Un tranvía llamado deseo, con Nathalie Poza.

Tengo una escena con ella en la escalera que va del escenario a la platea y tengo que sentar ahí y me moví de manera brusca. No me caí, pero lo incorporé. En Ceuta estaba haciendo una obra que se llamaba Feelgood, y que tiene un auditorio con muchos butacas y una señora se enfermó. Y en esa época ejercía de médico, prácticamente a tiempo completo. El público sabe que yo estoy, pero los personajes se supone que no. Pero claro, los actores saben que yo estoy detrás del sofá. Fran Perea se me dirigió a mí y dijo ¿Eres un médico? Salté del sofá y me tiré a la platea del auditorio como en La rosa púrpura del Cairo y luego alguien atendió a la señora. Y tuve que reaccionar, ya que además era psiquiatra en aquel momento.

© Movisatar Plus+

¿Cuál es el personaje más curioso que has hecho?

A todos les he sacado todas las puntas posibles a todos, y me ha pasado de todo. Para mí el más curioso sería que mejor me lo he pasado, Por ejemplo, uno reciente, el de La vida breve, un cardenal traicionero, comilón, somarda que se dice en Aragón. Ha sido un goce muy grande.

¿Y te metes en la época?

Soy un gran imaginador y mi trabajo consiste en dar a imaginar. Y cuando veo la serie, a pesar de haberla hecho, estoy en la época. Me imagino que hemos viajado en la máquina del tiempo. Yo me lo creo todo. Creo que es fundamental también para los actores que lo hacemos, verdaderamente confirmar que estamos en 1712.

¿Te gustaría hacer un viaje en el tiempo hacia esa época?

Yo imagino que en 1712 tendrían el mismo cielo que nosotros, tendrían menos contaminación, menos cemento, pero el cielo es el mismo.

¿Dónde te podremos ver próximamente?

En la película Islas de Marina Seresesky. Acabo de estrenar Nosotros, de Helena Taberna. Y se han estrenado las series La Majestad y La vida Breve. Además estoy en la gira de Un tranvía llamado deseo y estaremos en Madrid a partir del 12 de junio en el Teatro Español.

Acaba la frase. Ser actor es…

…. Dar e imaginar

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