Texto – Albert Roca. Fotografías- Santi Martínez Sancho-RTVE. Entrevista realizada en Cafeteria Carretas 14.
El 16 de marzo se presentó en el Festival de Málaga la última película de Gracia Querejeta “La buena suerte”. Entre el reparto destaca la actriz Pilar Matas, que ya sea en teatro o cine, se ha prodigado en papeles muy diversos. Tiene mucho carisma y se toma muy en serio ser actriz.

Estuviste en el Festival de Sitges con Bodegón con fantasmas. ¿Cómo fue la experiencia?
Era la primera vez que iba a ese festival. Ya me habían advertido que la gente es muy sincera y muy apasionada. Y que si no les gustaba nos lo iban a hacer saber. Además nunca había estado en un cine tan grande, 1.400 butacas, Aquello parecía el estreno de Cantando bajo la lluvia. Estas salas, tristemente, ya no son lo habitual.
La película ha tenido una gran acogida…
Sí, y eso que no ha tenido una gran difusión en los medios. Los coloquios posteriores en los que director y actores hemos participado han sido muy animados y muy bien recibidos por parte del público. Una de las cosas que se repetía en todas las charlas es que agradecían la originalidad de la película y que se mostrara con sencillez y desparpajo temas tan hondos.
Recientemente te pudimos ver en Todas las hijas
Hemos terminado la gira hace poco. En Madrid estuvimos en la sala Fernando Fernán Gómez. Esta función es muy especial para mí. Surgió de una idea original de Gemma Martínez, actriz y productora de la función. Pensó que Andrés Lima era el director ideal para un proyecto basado en improvisaciones de las actrices y así nació. Estrenaron en Bilbao y cuando vinieron a Madrid yo entré a sustituir a Anne Gabarain. Es un viajazo para las actrices hacer esta función. Es muy comprometida emocionalmente porque las historias están inspiradas en hechos reales de cada una de ellas. Yo sentía mucho pudor al considerar que me apropiaba de algo muy íntimo de la compañera a la que sustituí, aunque pronto decidí que para poder hacer este trabajo debía planteármelo como un personaje más y construirlo desde ahí.

En Valencia hiciste Un sopar de compromís. ¿Qué recuerdos te llevaste?
¡Ay! Sí, en el teatro Micalet. Todos recuerdos entrañables. Fue un montaje muy divertido. Ya éramos amigas pero esta función nos convirtió en cómplices y eso se notaba en el escenario. Estuvimos con él seis semanas en Barcelona y nunca me he reído tanto como en esa gira. En el Teatre Micalet he trabajado en varios montajes a las órdenes de su director y fundador, Joan Peris y siempre me quedo con ganas de volver. Lo último fue justo después de la pandemia, El malfet D´inishmaan de Martin Mcdonagh. Amo Valencia y aunque soy manchega de nacimiento y de corazón guardo buenos recuerdos de los años que pasé allí.
¿Sientes una sensación especial cuando subes al escenario?
No sé si especial pero sí siento y agradezco que no tenga que esperar meses y meses para ver la reacción del público al trabajo que presentamos. La respuesta es inmediata. Los silencios y respiraciones contenidas cuando haces drama o las risas en las comedias son oro. Siempre digo que más vale que te toque defender una buena función porque de lo contrario lo sufrirás todos los días, mientras que en el audiovisual tu trabajo se ve más arropado por los distintos equipos. En el escenario se te ve el “cartón” muy rápido.
Al ser actriz. ¿Ves las cosas de otra manera?
Reivindico que soy persona antes que actriz. Y me tomo mi profesión como un trabajo. Un trabajo que elijo y adoro pero no dejo que jueguen con mi ilusión, ya no. Tengo otras parcelas de mi vida en las que también soy muy feliz. Por ejemplo la escritura de relatos. A mí ser actriz, la interpretación más bien, me hace comprender al otro del mismo modo que la escritura me ayuda a comprenderme a mí misma. Eso sí, cuando estoy trabajando, tonterías las mínimas, soy súper seria, muy disciplinada, muy matemática, muy todo, jajaja. Digamos que ser actriz es lo que me hace disfrutar. Pero el trabajo para conseguirlo es mi deber y lo quiero hacer muy bien.

Volviendo a Bodegón con fantasmas. ¿Recuerdas alguna anécdota?
Hay una secuencia en la que estoy con un martillo, y le di con tanto ímpetu a lo que estaba golpeando que la cabeza del martillo salió volando pero como el director no cortó pues yo, muy digna metí el palo en el bolso y me fui caminando hasta salir de plano, como si eso fuera lo que tenía que hacer. El director y el equipo al completo se partieron de risa.
¿Te has quedado alguna vez en blanco?
Alguna, alguna, jajaja. Cuando hice Lamar, también en el Teatre Micalet, la función transcurría en la cocina de un restaurante y todos entrábamos y salíamos corriendo y gritando las comandas, pues en una de esas entré, me quedé en blanco y dije: “No sé a lo que vengo”, afortunadamente un compañero me echó una mano y dijo: “¿No vendrás a por estas albóndigas?” “Sí, Sí, eso”. No solo me salvó sino que mejoró el gag, jajaja. Gracias eternas, Ernesto.

¿Dónde te podemos ver actualmente?
El pasado 16 de marzo se presentó en la sección oficial del festival de Málaga La buena suerte, de Gracia Querejeta producida por Tornasol. Se estrenará en cines el 6 de junio. Ahora se está emitiendo en Netflix Valeria, en la que he participado. Tamén en un capítulo de la segunda temporada de la serie Atasco, para Amazon Prime. Y aunque no puedo decir nada tengo un personaje que me encanta en otra serie que se rodará en breve. Un personaje muy diferente a todos los anteriores. La verdad es que estoy teniendo muchísima suerte, porque me están ofreciendo personajes cada uno en las antípodas del otro.
Finaliza la frase. Ser actriz es…
… una carrera de obstáculos que se saltan con alegría…

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