Texto – Redacción. Fotografías – Hearst.
En marzo, Suki Waterhouse (Londres, 1992) protagoniza la portada de ELLE y nos concede una profunda entrevista para hablar de los cambios que atraviesa su vida después de ser madre por primera vez y junto a su pareja, el actor Robert Pattinson. Centrada en su carrera en el cine y la música, la británica deja claro que se encuentra en un momento de equilibrio y plenitud en el que sus proyectos profesionales y su vida familiar se nutren mutuamente. «Tener una hija es vivirlo todo a la vez. Te enfrentas a cuestiones morales a diario, algo que no había experimentado antes. Aún estoy asimilando que he entregado mi vida a alguien que es más importante que cualquier otra cosa. Pero mi misión es ser la mejor madre posible para ella sin renunciar a mi arte», asegura.
Después de demostrar su valía como actriz con el éxito de la miniserie Todos quieren a Daisy Jones y con su segundo álbum publicado, Memoir Of A Sparklemuffin, dice que la música es la expresión más íntima de su identidad, un espacio libre de miradas imponiendo reglas. Escribir canciones supone para ella entregarse a la reflexión sobre sus emociones, relaciones y el impacto del amor en su vida. «La música me ha salvado de la locura. Otras veces, me ha obligado a enfrentarme a cosas que prefería ignorar. Pero siempre me ha sostenido. Es mi brújula», confiesa. Y es que, a lo largo de su carrera, ha enfrentado el escepticismo de la industria, donde tuvo que demostrar su valía, lastrada por su imagen de modelo. En estos años, liberada, nos cuenta que ha aprendido a reírse de sí misma y a escuchar su instinto. «En la música y en la interpretación, tu ego está bajo ataque siempre, y sin darte cuenta, comienzas a esconder esas facetas genuinas tras muros de protección… Han intentado encasillarme tantas veces, que aprendí a redefinirme antes de que lo hicieran por mí».
A sus 33 años, Suki, que no teme a los cambios, sino que los busca y abraza, tiene mucho recorrido por delante siguiendo la máxima de que el éxito no es encajar, sino construir un camino propio. «Ahora confío en mi instinto. Creo en no silenciarte, en tomar todas esas inseguridades y convertirlas en arte. Es muy liberador aprender a reírte de ti misma», afirma.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA
- «Puedo mirar a mi alrededor, amar lo que hago y estar concentrada y pendiente de cada detalle. Estoy muy enamorada de mi proyecto y de mi familia, es una época especial en la que ambas cosas me nutren».
- «Cuando era más joven, me aterraba no ser suficiente, no estar a la altura. Ahora intento disfrutar del proceso sin juzgarme tanto».
- «Como mujer también noto cómo la sociedad nos impone expectativas. Se cuestiona la moralidad de las madres. Es una locura».
- «El amor es un componente fuerte en todo lo que escribo».
- «Algo que adoro de mí y que, en algún momento, olvidé y quise redescubrir, son esas partes tontas y torpes que nos hacen ser quienes somos».
Barnafotopress 
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