Texto – Redacción. Fotografía – Archivo de la autora.
Citas desastrosas con hombres imposibles, exmaridos que no salen del todo y un psicólogo empeñado en curarle su adicción al ideal romántico… Una divertidísima historia en formato diario para las amantes de las comedias románticas.

Temas de Hoy apuesta por una nueva voz desenfadada y fresca: el debut narrativo de Ana Bover Viñals es una novela autoparódica y humorística que se lee de una sentada.
Una voz ágil, ácida y reflexiva que relata un caso de crisis de la mediana edad en clave de autoficción.
Fecha de publicación: 29/01/2025
Sinopsis:
¿Y si lo bueno empieza justo a partir de ahora? Si la vida no te ha salido como esperabas, bienvenida al club: ni de coña estás sola.
«Nunca me hubiera imaginado que al llegar a los cincuenta no luciría collar de perlas ni bolso de Yves Saint Laurent ni traje chaqueta entallado beige, y mucho menos que el vértigo no me lo proporcionarían unos altísimos tacones, sino mi propia vida.
Tampoco se me hubiera ocurrido jamás que acabaría hablando sobre mi soledad con psicólogos, perras, putas, taxistas o madres pianistas.
Ni que por culpa de la maldita nostalgia acabaría numerando a los hombres —especialmente a los maridos— por orden de aparición.
Juro que nunca tuve la más mínima sospecha de que a estas alturas de la vida lo que más acabaría echando de menos sería hacerme pequeña en un abrazo sincero y que andaría por el dolor con unos pies como prestados.
Tampoco podía saber que todo puede cambiar a la vuelta de la esquina y en cinco minutos.
Siempre creí que me acabaría convirtiendo en una señora con un carácter estable y muchas ideas fijas. De las que sacan brillo a los muebles de su cabeza mientras acuden cada semana a la pelu de autor.
Muy al contrario, sigo llevando el pelo largo, ensortijado, y un alma rebelde que me recorre por dentro y tiñe de colores inquietos todos mis días.
Porque mis días todavía huelen a nuevo cada mañana.
Y las ganas… pues también.»
«Estoy pensando que quizá el verdadero amor de nuestra vida seamos nosotros mismos, y lo que pasa es que nos ponemos los cuernos de vez en cuando.»
Mañana será otra vida, Ana Bover Viñals
El punto de partida de Mañana será otra vida:
«Diecisiete días después
Empecé el año con las uvas caídas por el suelo.
La incapacidad para comer algo, unas copas mal resueltas y que alguien me mostrara una imagen de mi recién exmarido número dos extasiado de felicidad consiguieron que yo también acabara de madrugada en el cemento.
Con la mirada desordenada de lágrimas, balbuceando que no quería vivir, supongo que parecía más una mala copia de cualquier canción de Sabina que la mujer fuerte que había decidido ser.
—Señora, ¿está usted bien?
Abrí un ojo y vi a un policía borroso que intentaba levantarme. ¿Qué estaba haciendo yo ahí sola? ¿Llevaría tanto tiempo en el suelo para que ya me llamaran señora? ¿Señoraaa? ¿Por qué lo único que me dolía en ese momento era eso? «¡Señora tú!», quise contestar mientras salía un triste y balbuceante «Sí, gracias» de un remoto lugar que debía de ser mi boca.
No sé cómo llegué a mi cama. Me temo que a trompicones, algo impropio de cualquier mujer a la que acaban de otorgar un título tan honorífico.
Al despertar no tenía resaca. Sin embargo, el puñal seguía clavado. Ese metal perseverante e insufrible que no se mueve de sitio. En ese lugar donde siempre has leído que vive el consabido aleteo de las mariposas cuando te enamoras. En ese punto preciso es donde a veces se siente el dolor más insoportable.
Y lo peor es que no sabes cuándo va a terminar.
Ni si lo hará.»

ANA BOVER VIÑALS
Nació en Girona en el siglo pasado bajo el signo de Virgo y con Leo ocupando la casa I. Tal vez por eso lleva más de cincuenta años intentando sin resultado ser perfecta y a la vez caer bien a todo dios. Se licenció en Historia del Arte, aunque todavía no ha logrado licenciarse en su propia historia, que no por ser más concisa resulta menos entretenida. Desde joven sufre la enfermedad autoinmune del miedo a la soledad y, mientras espera a que inventen la vacuna algún día, ha descubierto que lo mejor a estas alturas es largarse con su perra a escribir en su refugio en la Provenza. Se gana la libertad con sus negocios de moda y se podría afirmar que, hasta hoy, las cosas no le han ido nada mal. Mañana será otra vida es su primera y única novela. No atesora ningún premio, ni literario ni de la lotería, pero, si alguien le preguntara, tal vez se pediría un busto en alguna plaza olvidada de su ciudad natal como homenaje a la perseverancia. La autora opina que resumirse la vida en unos cuantos renglones no deja de ser una auténtica putada.

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