Paca Gabaldón: “Ser actor es un privilegio”

Texto – Albert Roca. Fotografías – J.Ladiv.

Su vida ha sido digna de una telenovela. Ha sido presentadora, y actriz de teatro, cine y televisión. Y por encima de todo Paca Gabaldón ha sido siempre muy querida.  Todo se lo ha ganado a pulso, con mucho trabajo y esfuerzo.

Tu madre era bailarina. ¿Te influyó para que fueras artista?

Se empeñó en que yo bailase pero no lo hacía bien y seguramente por llevarle la contraria fue el interés por recitar poesía y cantar coplas. Y pensó que con ello empezó todo.

¿Cómo viviste esa época donde estuviste en muchos lugares del mundo?

Yo era interna en un colegió de monjas, y a los cinco años y medio estuve tres años en Perú, y luego en Turquía, Recuerdo que me perdí una noche en Estambul y estaba escondida de portal en portal por miedo a que me raptaran.

Has vivido una vida como de película. ¿Has pensado en contarla?

De hecho, ya está escrita, y quiero continuarla con la segunda parte, porque me siguen pasando cosas curiosas en mi vida.

¿Cuál es la última cosa curiosa que te haya pasado?

Pues la herencia de unos tíos míos que no tuvieron hijos y que nos dejaron a tres sobrinos de herederos y gracias a eso tengo la casita de Altafulla.

¿Y te ha dado mucha vida?

Sí, soy muy feliz, por la playa, los dos castillos, la vida tranquila, aunque ahora no es como antes ya que empieza a venir mucho turismo.

Hablando de tu trayectoria. ¿Qué recuerdas de tu carrera de presentadora, que estuviste en Miramar con José Luis Barcelona?

Ahí debuté nada más volver a España después de 12 años de ausencia. Me hizo un casting Federico Gallo, me ficharon inmediatamente, debieron ver algo en mí. Y empecé a presentar musical 14,05, que fue el primer programa que presenté con José Luis Barcelona, precisamente. Y lo realizaba Enrique Martí Maqueda. Tengo un buen recuerdo de esa época ya que pude presentar los mejores grupos del momento de la música pop en España en Mustang, Los Sirex, Tony Ronald… Teníamos una audiencia y un éxito tremendo, y eso que lo emitían en una hora extraña, las dos de la tarde.

Y luego continuaste…

Si, me ofrecieron presentar Canciones de la Mar, un programa que se presentaba desde el Club Náutico de Barcelona y actuaban corales que en su repertorio tenían canciones marineras. Y lo presenté con Enrique Rubio, otro grande de la época. Pero era todo un reto ya que era en directo y me ponía a temblar cuando se encendía la luz roja de la cámara. Y eso provocó anécdotas como cuando confundí el nombre de un director que era vasco.

¿Qué recuerdos tienes de tus inicios teatrales?

El punto de arranque fue la zarzuela, que supuso un gran impulso en mi carrera.  Mi primera obra de teatro comercial que estrené fue en el Teatro Poliorama de Barcelona y tenía como título “Una noche en su casa, señora”. Después vinimos a Madrid al Reina Victoria, pero tuve un gran agotamiento ya que teníamos dos funciones diarias sin descanso. Y eso continuó hasta que vino la huelga de actores.  Y como tenía mucho trabajo con la televisión, cine… tuve una gran pausa hasta mi vuelta con la obra “Las troyanas”, donde interpretaba nada más ni nada menos que a Helena de Troya y en Mérida nada menos.

¿Con la perspectiva del tiempo como te sientes con lo que has hecho?

He tenido mucha suerte. Ahora, ahora que tengo ya una edad, reflexiono, hago un repaso de mi vida, y digo, ¿qué narices? No me puedo quejar de nada. Quizás me puedo quejar de una infancia un poco solitaria, de haber tenido solo a mi madre como familia. Pero he sido feliz y lo estoy ahora en estos momentos. Es maravilloso vivir sola, al menos para mí, y la reivindico.

Durante un tiempo tuviste como nombre artístico Mary Francis hasta que lo cambiaste por Paca Gabaldón

Viví un momento de madurez artística y personal y me harté de Mary Francis, y es que ese nombre salía mucho: la Mula Francis, el consultorio de Elena Francis, y había como un poco de cachondeo. Además nunca me gustó, me parecía como sudamericano y de hecho mis primeros papeles cinematográficos los hice allí. Por ello mi madre me puso Mary Francis. Y cuando me decido por el cambio, al recuperar mi identidad al volver a España me puse el nombre de Paca Gabaldón.

En tu trayectoria cinematográfica has participado en títulos importantes como “El bosque animado” de José Luis Cuerda

Tengo sensaciones dispares. Por un lado tengo muy buen recuerdo del rodaje y de los compañeros, pero en cambio tengo un mal recuerdo del director. En ningún momento hubo empatía y encima omitieron mi nombre y es curioso ya que sale en mi filmografía.

¿Tienes mejor recuerdo de La manzana de oro, con Jaime Chavarri?

Sí, pero la lástima es que no ha sido un éxito. Todo vino un poco condicionado por diferentes circunstancias. Me quedo con el recuerdo de haber rodado con un gran director y nos grandes compañeros, y además estuve nominada a los Goya junto a los otros actores.

Después de un tiempo apartada, tuviste un enorme éxito televisivo con la serie El súper

Apartada no lo estuve ya que estaba haciendo mucho teatro y en este país cuando lo haces es como si no hicieras nada. Adoro el teatro porque tiene un público apasionado y eres Dios para ellos.  El éxito de El súper fue extraordinario, teniendo en cuenta que era la primera serie diaria que se hacía en España.

¿Cuál fue la clave, las tramas?

Pasaban muchas cosas a diario. Y como guionista estaba al principio Boris Izaguirre, hasta que lo dejó. Luego al estirar tanto las tramas se perdió el interés, pero fueron tes años y medio de grandes recuerdos.

¿Un actor es un ser especial?

Yo diría que sí. Pienso que se nace, porque se han de tener unas cualidades innatas para serlo. La interpretación puede ser una terapia para vencer la timidez. Y lo comento como experiencia propia. Lo he pasado muy mal con la timidez, por el hecho de estar en un sitio y que te conozca todo el mundo, que se giren al verte. Al principio fue duro para mí pero lo fui superando.

¿Hay un personaje que no hayas hecho?

He hecho de todo, malvadas, buenas… pero me hubiera gustado hacer más personajes de teatro clásico. Y también lo que lamento es no haber tenido la suerte de haber trabajado con directores de mayor prestigio intelectual.  

Pero con tus personajes has podido hacer cosas que te gustaban. ¿Verdad?

Cuando era adolescente había soñado con ser azafata, por aquello de viajar. Y por ello fue que el personaje de mi primera película en España fuera precisamente de azafata. Y que realmente como actor te permites hacer cosas que has soñado, aunque solo sea un día.

Para finalizar, acaba la frase: ser actor es…

Un privilegio, y si volviera a nacer volvería a ser actriz.

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑