Texto y Fotografías – Albert Roca.
El viernes 13 de septiembre el Teatro Lara acogió el estreno de la obra «Madres», dirigida por Elena Díaz Barrigón, y protagonizada por Cayetana Cabezas, Marta Eguía, Tamara Berbés, Mechi Oliverio y Elena Díaz Barrigón. MADRES es una comedia sobre el papel de la maternidad en la sociedad. La obra, en clave de humor a la desesperada, trata sobre cinco mujeres muy diferentes, que se quedan encerradas en la sala de espera de un colegio. El aislamiento desbordará en una catarsis de límites insospechados, sacando a relucir las luces y las sombras de la maternidad. Elena Díaz Barrigon, autora, directora y una de las actrices y Cayetana Cabezas, que se ha incorporado a la nueva temporada, nos hablan de ella.
¿Con la incorporación de Cayetana Cabezas. Ha habido algún cambio?
Elena. Los personajes tienen cinco colores, y ella representa el color verde, el de la madre más consciente y a la vez más pendiente de volver a estar en contacto con la identidad de cada mujer. El personaje de Cayetana es el personaje central, que nos va sutilmente haciendo como si fuera una especie de hada madrina, que nos va haciendo conectar a cada uno del resto de las mujeres con nuestra identidad. Aparte de ello Cayetana aporta mucha luz. Ha traído todo el poder de la feminidad, la inteligencia y la belleza al servicio de la red de mujeres. Nos ha ayudado a todas a entrar en otra dinámica y a llevar la obra a un lugar de mucha más conexión y más verdad.
Un hecho central de la obra es la decisión sobre la maternidad
Elena: Es que no tiene ni por qué ser justificado ni explicado. Igual que no hay por qué explicar por qué quieres ser madre, tampoco hay por qué explicar por qué no quieres serlo.
Cayetana: Creo que hay algo también en esta cosa del destino de las mujeres, que cuando se vincula a la maternidad, es donde nos hacemos el lío, nosotras y vosotros por extensión, me imagino. Entonces, creo que vincular un destino a una función del cuerpo humano, una posibilidad del cuerpo humano, y luego un desarrollo de esa posibilidad, es bastante peligroso. Y en esa evolución estamos, en desvincularnos de eso, porque, como se preguntan los personajes en la obra, ¿desde dónde somos madres?, ¿por qué somos madres?, ¿para qué?, ¿qué es lo que nos impulsa a eso? Porque hay veces que es una cuestión de inercia, de seguir de lo que te han dicho que debes hacer, o que no debes hacer, y lo haces por rebeldía, o lo que sea.
¿Es una historia para mujeres… y para hombres?
Elena: Ees una historia para los hombres y las mujeres, ya que la maternidad es una realidad que nos afecta a todos. Igual que nosotras vemos películas maravillosas y muy interesantes, u obras de teatro, donde los protagonistas son hombres que desarrollan no sé qué tipo de aventura o de historia, en este caso son mujeres, hablando de la maternidad. Y creo que es importante que nos quede más claro el mensaje más general, no sesgado entre género.
¿Cómo se ha trabajado el rol de cada uno de las personajes?
Elena: Son personajes muy diferentes, que son voces a priori muy distintas, pero, en realidad, una se va dando cuenta que esas voces confluyen dentro de cada una de las mujeres. Y eso es porque tenemos una voz muy tradicional, más conservadora, que nos invita más a seguir las palabras de muchas de nuestras antepasadas, donde tenían una crianza basada en un modelo más casero y conservador. Por otro lado tenemos a una mujer que no quiere tener hijos porque le encanta la vida como la tiene y realmente su impulso, su destino y su sentir es el seguir como está y finalmente, otra mujer que quiere trabajar porque le gusta desarrollar su carrera profesional y, a la vez, quiere poder criar a sus hijos.
¿Y Cayetana cómo vives tu personaje?
Cayetana: Desde la conciencia, desde tratar de estar en contacto con la naturaleza, con la parte más primitiva de la crianza y también de la manera de estar en el mundo. Es una persona muy espiritual, que tampoco le vale siempre para suplir la falta de sueño. Y no hay que olvidar la renuncia, porque en todas la hay, en todas hay sueños no cumplidos, en todas hay vidas transformadas a través de la maternidad y en todas hay un amor por los hijos que puede con todo esto.
¿Has encajado bien en la obra?
Cayetana: Muy bien. Ya en el texto, además de lo que hemos trabajado en ensayos en estos días, y lo que vienen trabajando ya las compañeras, porque nosotras llegamos sobre lo construido, en el texto está muy claro. Desde la cabeza de Elena, aparece un espectro de mujeres muy claro y muy amplio, y eso ha sido muy fácil de agarrar.
¿Es una obra que puede ir más allá de la propia función?
Elena: Una de las cosas más bonitas que nos dicen las personas cuando han venido a ver la propuesta anterior que teníamos de Madres, era que tenían más ganas de más, de querer saber como le va a esa mujer. Un caso parecido a cuando ves una serie que flipas un montón y tienes ganas de más. Algo puede haber, claro que sí.
Para finalizar. ¿Qué se va a encontrar el público cuando vea Madres?
Elena: Se van a encontrar no una verdad, sino muchas, con mucho humor, valentía y amor. Vamos a corazón abierto a bucear en las tripas de las diferentes opciones de ser madre o no serlo, a día de hoy, construidas por muchas mujeres a la vez.
Cayetana: Yo creo que hay un ramillete de colores en la obra con el que se puede identificar cualquiera: hombre, mujer o bestia, madre o no madre, padre o no padre. Y esto es porque se habla de la necesidad de estar en escucha y unidos, de la renuncia, de los sueños, de la espiritualidad, la dedicación… el amor, y eso lo entendemos cualquiera. Entonces está muy bien que vengan a recordártelo al teatro. Como la vida normalmente nos anestesia, pues aquí venimos un poquito a despertar.
Elena. Y una de las cosas importantes también es que dejamos la energía muy arriba. Cada función que es una fiesta de la vida, pero de verdad. Desde lo que cada una realmente late, desde lo que cada una realmente es. Y como esa fuerza de unión entre las amigas, entre las mujeres, entre todos, es la que realmente nos hace subirnos.
Barnafotopress 
Deja un comentario