Texto – Albert Roca. Fotografías- Santi Martínez Sancho-Ángel G. Medina-Vicente Sanz de León. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
Saida Santana ha vivido una vida de película: es actriz, guionista, periodista, directora, profesora y muchas cosas más. En estos momentos está más motivada que nunca por su personaje fijo en la nueva serie original de Antena 3 “La encrucijada” y por el monólogo de su vida, “La indiana” que cuenta la apasionante vida de su bisabuela que refleja un espíritu de lucha para salir hacia adelante.

Háblame de esa serie que te tiene tan ilusionada.
Se trata de “La encrucijada” una serie producida dentro de la alianza entre Secuoya Studios y Ay Yapim, con la participación de Atresmedia TV. Este drama es una historia de amor imposible entre dos jóvenes que pertenecen a familias rivales marcados por las heridas del pasado. César regresa tras dos décadas viviendo en México en busca de justicia por la muerte de su padre, pero en su camino se topa con la heredera de su enemigo de quien se enamorará. Y a partir de aquí te puedes imaginar… Es una adaptación de la serie turca “Brave and Beautiful” nominada al Emmy a mejor Telenovela en 2018 y emitida en más de 60 países.
Es una gozada tener un personaje fijo en esta serie tan cuidada con unas tramas delicadas y profundas. Estoy inmensamente feliz y orgullosa y estoy disfrutando cada segundo de este proyecto. Es un sueño en todos los sentidos.
Eres muy polifacética: actriz, productora, directora….
Soy actriz, ante todo, aunque también me encanta escribir. Producir o dirigir lo he hecho, pero más por necesidad. Siempre intento que mis otras facetas vayan al servicio de la intérprete.

Háblame de la escritura.
Me gusta mucho escribir. Desde pequeña me gustaba contar historias. Ahora me doy cuenta de que al final son diferentes maneras de contarlas, ya sea a través de mi propio cuerpo o a través de la escritura.
¿Y cuál sería el encaje perfecto de todo lo que haces?
El binomio perfecto para mí es primero la actuación, y luego la escritura y la creación en general.
¿Cuándo creas qué te inspira?
Me gusta indagar, primero en la escritura y luego en la puesta en escena. Me interesa mucho también experimentar nuevos lenguajes menos convencionales en los que interviene el vídeo, como en la performance multimedia.
También eres periodista. ¿También se ha encajado en todo lo que haces?
Sí, al final también ha encajado. Como periodista también he trabajado mucho y me ha servido. Por ejemplo, he sido la coordinadora de guion de un programa de entrevistas de Juan Ramón Lucas en TVE. También para hacer una buena entrevista te adentras en un proceso de creación. Para lograr una entrevista distinta a la que hayan hecho otros, tienes que pensar en un punto de vista, seleccionar con precisión el material, etc….

¿Y cuando has sido presentadora?
He sido presentadora por ejemplo de un formato de entrevistas por el mundo para la televisión canaria, y allí también estaba presente mi faceta de actriz, muchísimo. Juntaba mis conocimientos como periodista con mis conocimientos actorales para empatizar con mi entrevistado y vivir experiencias únicas. Por eso creo que la profesión de periodista es fascinante, maravillosa y muy amplia. Es una profesión que ofrece muchas posibilidades.
Hablemos de tu obra de teatro La Indiana. ¿Cuál es la historia?
La indiana, Antonia Alemán, mi bisabuela, emigra a Cuba recién casada. Allí se queda viuda y con cinco hijos. Su marido muere con 42 años. Entonces se ve obligada a retornar a Gran Canaria. Allí luchará por hacerse un hueco en un mundo de hombres, el de la ganadería y la agricultura y lo logrará, convirtiéndose en una empresaria que implanta en Gran Canaria la semilla del rábano. Con ella ayudó a muchas familias a no morirse de hambre y se ganó el respeto de los hombres, quienes la apodaron La Indiana. Su hija, Josefa, también se queda viuda. Su marido muere también con 42 años, después de parir a un niño que se llama Juan, que es mi padre, a los seis días de haber nacido. Entonces, ese niño se cría con la abuela, con la indiana.
La indiana para mí era como mi abuela. Todas las enseñanzas de la indiana pasan a mi padre, y de él pasan a mí. Ella fue una mujer adelantada a su tiempo. La recuerdo como una mujer libre en todo el sentido de la palabra, siendo una mujer campesina y ganadera. Y mi padre me inculcó toda la libertad que he asumido gracias a ella.
¿Tu padre es un ejemplo para ti?
Sí y por ello quería hacerle este homenaje a mi padre contando la historia de su abuela con gran admiración, valorando su legado de libertad y todo lo que hizo por él.

¿Cómo preparaste esta historia?
Me dediqué plenamente a acabar de escribir esta historia de la indiana, en comunicación con mi padre. Cada dos o tres días le llamaba y le iba leyendo un poco. Fue justo antes de pandemia. Yo estaba viviendo en Los Ángeles y le enviaba audios o nos llamábamos. Cuando volví a Madrid seguía leyéndole. Y sólo por eso me mereció la pena escribirlo.
También fue fundamental en la escritura dramática la guía de mi amigo el artista y dramaturgo Fernando Calzadilla. Y en la versión de dirección teatral el giro que le dio mi codirectora, la actriz Paulina Gálvez. A esto se suma la música y ambientación sonora del músico Vicente Sanz. Y la esponsorización que obtuve del Centro Cultural Cubano de Nueva York para levantarla y la ayuda a la escritura teatral de la Comunidad de Madrid para escribirla.
Explicas una historia que le ha podido suceder a muchas mujeres
Siempre se habla mucho de los hombres que fueron a las Américas, pero no tanto de las mujeres viudas que se quedaron o retornaron y lucharon para sacar adelante a sus hijos.
¿Y qué recorrido ha tenido esta obra?
Esto fue un encargo del Centro Cultural Cubano de Nueva York y como era pandemia y no podía ir a Nueva York a hacerla grabé la obra en Madrid con varias cámaras en la sala Azarte. Lo hice como un formato televisivo y luego ya la hice en formato teatral. Luego la pude representar en el 2022 en el Instituto Cervantes de Nueva York y he tenido la suerte de estar dos veces en la Casa de Colón de Gran Canaria, el Museo Insular de La Palma, el teatro de Torrelaguna, Alcorcón y el Umbral de Primavera. Hemos tenido el lujo de ser la única obra de España escogida por el Festival Mujeres sobre las tablas en República Dominicana. Y el 27 de septiembre estaremos en Garafía, en el Festival de la Palabra y en el Festival de teatro iberoamericano de la Universidad de León en febrero de 2025.

¿Por qué te decidiste a marcharte a los Estados Unidos?
Esto fue en 2013. Después de tener una época de muchos proyectos, una película y varias series, hubo un bajón en mi carrera en España y decidí ir a Estados Unidos. En Miami tuve un personaje secundario fantástico en una telenovela, “Cosita Linda”, emitida en Univisión, que fue una experiencia enriquecedora. Coquis era muy divertida. Además, lo compaginaba con mi trabajo de guionista y periodista. Escribí para Telemundo, Azure y I am not your boring newspaper, entre otros. A los dos años di el salto a Los Ángeles y lo combiné con Madrid hasta pandemia.
¿Tienes la maleta siempre a punto?
Puede ser. En mi adolescencia descubrí que viajar lejos y sola me hacía mucho bien, yéndome fuera a lugares donde no me conocía nadie, me hacía conectar conmigo misma y me daba gasolina para luego regresar a la isla y no sentirme tan distinta. Entonces descubrí que era terapéutico para mí.
¿El teatro puede ser muy terapéutico sobre ciertos temas?
Puede serlo, pero no es su misión. En mi caso lo es, pero no ha de serlo. Lo que sin duda es, es un reflejo de la realidad y un altavoz de temas que nos preocupan como sociedad.
¿Lo son tus textos?
De algún modo lo es “La Indiana” o también lo es mi texto “Melocotón en Almíbar”, una historia sobre violencia de género, que se ha estrenado en Los Ángeles intepretado por la mítica actriz de “Como agua para chocolate”, Yareli Arizmendi, premiado en el Festival SIT de Gran Canaria.
Háblame de “Poemas visuales” y “dentro”
Son proyectos que integran el teatro, la poesía y el vídeo. En “Poemas” cuento la historia de Josefina de la Torre. Lo inicié antes de que la rescataran en el documental Las Sinsombrero. De la Torre tuvo una vida fascinante, vivió el París de la Paramount, fue la dobladora de Marlene Dietrich, escribía, era soprano, guionista, poeta, novelista. Su último papel lo hizo en la serie Anillos de Oro. La vida de esta gran actriz, paisana, de Gran Canaria, refleja muy bien las luces y las sombras del mundo de la interpretación.

“dentro” es una performance multimedia que indaga en las sombras y el dolor de nuestra mente a través de poemas de Leopoldo María Panero. Estos trabajos se han exhibido en Nueva York en The Spanish Benevolent Society y Hunter College, en el Centro Cultural Español de Miami o en el Centro cinemático del Consulado de México en Los Ángeles.

Hablando de tu lugar de origen. ¿Influye tanto el clima en la manera de ser?
Yo creo que sí. Porque en mi caso, ser isleña y haber vivido rodeada de mar, ha influido en mi carácter. Yo de hecho siempre busco el mar. Piensa que llevo 31 años viviendo en Madrid. Cuando llegué el primer año vivía en Malasaña y cuando me asomaba al balcón y veía las antenas de las casas por momentos creía que eran los barcos llegando al puerto, igual que los barcos que veía desde la ventana de mi casa en Las Palmas de Gran Canaria. En ese aspecto siempre llevo conmigo la “magüa”, una palabra canaria que define la añoranza.
¿Qué te da el mar?
Me siento libre observándolo o dentro de él.

¿Eres una persona positiva?
Ahora sí. He trabajado duro para lograrlo. Me entiendo mejor dentro de este mundo. Eso creo que me lo ha dado la experiencia, los viajes y esa búsqueda en mí, más allá de lo profesional.
¿Cuál sería tu gran proyecto que tienes en la cabeza que algún día lograrás?
Un par de series y una película que tengo en desarrollo.
¿Dónde te podremos ver próximamente?
Espero con mucha alegría la película de Juana Macías, “Las chicas de la estación”. En ella soy la madre de una de las protagonistas. Es una historia dura y real contada con enorme sensibilidad por su directora e interpretada de lujo por un elenco de jóvenes que dará mucho que hablar. Y en la serie “La Encrucijada” con muchas ganas.

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