Texto – Redacción-Hearst. Fotografías – Hearst.
En su número de mayo, Monica Bellucci (Città di Castello, Italia, 1964) posa para ELLE más radiante que nunca desde la portada. Orgullosa de su carrera y feliz con el momento personal que atraviesa, su mensaje es todo positividad. «Tengo 59 años y sigo trabajando, así que no creo que se trate sólo de belleza. La curiosidad inicial se queda en nada si detrás no hay algo más».

En un discurso natural y alegre, la actriz nos cuenta cómo empezó en el mundo de la moda y en el del cine y cómo ha disfrutado de sus elecciones sin mirar atrás. Ahora, inmersa en una mediática relación con el director Tim Burton, reflexiona sobre el hecho de enamorarse: «En el amor vivido en la edad adulta uno se vuelve más generoso. Se despierta un deseo todavía más intenso de comprender al otro, de protegerlo». Y nos confiesa que, aunque disfruta su oficio, en este momento desea más vivir su vida «como mujer, como amiga y como madre». De esta última faceta dice que es el papel más importante de los que ha desempeñado.
Bellucci celebra las metamorfosis asociadas al devenir del tiempo, como el hecho de trabajar cada vez con más directoras y el cambio de relato que aportan: «Hablan de la belleza de otra manera, una muy distinta, con otro enfoque de la feminidad y de la sensualidad. Por fin nos miramos a nosotras mismas». Sólo hay una cosa que intenta preservar frente al paso inexorable de los años: la inocencia.

La actriz tiene muchos proyectos que la mantienen en el primer plano: el documental de Maria Callas: cartas y memoria, la película Paris Paradis de Marjane Satrapi, la serie Ça, c’est Paris de Marc Fitoussi y la secuela Bitelchús Bitelchús (6 de septiembre),bajo la dirección de su pareja.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA
- «En la vida se nos dan dones, cada uno tiene los suyos y es un deber cultivarlos».
- «La edad biológica tiene consecuencias, ya no se disfruta de las ventajas de la juventud. Hay una transformación física, natural, y llega un momento en el que hay que aceptarlo».
- «Todos estos años me han servido para comprender que nunca es la aprobación exterior la que te consuela, más bien es la interior».
- «Siempre intento dedicar tiempo a mis pasiones: el cine, la ópera, el teatro… para que mi faceta cultural se desarrolle no sólo a través de mi trabajo».

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