Texto – Albert Roca. Fotografías – Santi Martinez Sancho. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
Han pasado muchos años desde que se emitió el último capítulo de la serie “Ana y los 7”, que dejó huella por las reposiciones que ha tenido desde entonces. Una de las que más juego dio fue Ruth Rodríguez, la más “peque” de la familia que enamoró a todos los televidentes con sus aventuras. Apartada durante un tiempo de la interpretación, Ruth está motivada en volver y con personajes no tan “dulces” como la encantadora Lucía.

¿Cómo entraste en la serie?
Mis padres tenían unos amigos que tenían una agencia de publicidad. Y yo de pequeña era un terremoto, me encantaba que me hicieran fotos, ponerme a bailar en mitad de la calle… Y me hicieron varios reportajes en la agencia de publicidad de los amigos de mi padre. Eran para revistas, como enseñar el abrigo, expresiones de mi cara… y todo lo hacían mientras que me contaban un cuento. Y vieron que como yo siempre interactuaba la amiga de mis padres les comentó “¿Por qué no ampliáis un poco el abanico y que ya no sea solo publicidad. Me apuntaron a otra agencia y con ellos hice antes un casting para un anuncio de unos coches de niños pequeños y luego después, si no recuerdo mal, ya fue el casting de Ana y los 7.
¿Cómo fue ese casting?
El peor que podía hacerse. Todo lo que tenía que hacer en el casting hice todo lo contrario. Tenía que representar una de las escenas que a posteriori se ve en la serie en la que yo me encuentro con Ana y me pregunta mi nombre, y como yo estaba muda porque mi madre había fallecido le tenía que hacer señales a ella y dibujarle mi inicial en el aire. Mi inicial como tenía que ser era la L porque me llamaban Lucía yo en el casting hacia “ la L no, la R” porque me llamaba Ruth y por mis narices tenía que ser la R. Paramos, mi madre me dijo, “Hija tienes que hacer la L.” Y yo contestaba “que no mamá, que mi nombre es Ruth, ¿por qué tengo que hacer una L? Igualmente le encantó a Ana Obregón y me cogieron.

¿Cómo preparabas los guiones?
Como era tan pequeña, ya que con 4 años no sabía leer, mis padres me leían lo mío y la réplica de mis compañeros para poder saber cuándo hablar o cuándo hacer el gesto que fuera curioso. Fue un sistema que me vino genial porque a día de hoy tengo una gran memoria.
Antes has hablado de la prueba del casting que no podías hablar. ¿Cuándo ya rodaste la escena que hiciste?
Expresaba como me sentía en cada momento, ya fuera por gestos o por mi forma de actuar. Entonces, por esa parte, no había problema en cuanto a comunicación.
¿Con la perspectiva del tiempo valoras tu paso por la serie?
En ese momento tenía 4 años y no me costaba hacerlo y no me intimidaba tanto rodearme de tanta gente:, peluqueros, maquillaje, fotógrafos, cámaras, sonido, iluminación…

¿Lo veías como un juego?
De hecho nunca me he tomado nada relacionado con lo que he trabajado en este mundo como si fuera un trabajo. Siempre ha sido como un juego, y sobre todo a esa edad. Para mí era irme con otra familia, con la que pasaba más tiempo que con mi propia familia. Venía a jugar y divertirme, que no deja de ser una filosofía de hacer las cosas. Por ello reitero que estar en Ana y los 7 me lo tomé como un juego. El hecho de levantarme temprano, acostarme tarde, no llevar quizás la vida que llevaban todos mis amigos a esa edad, no era algo costoso, todo lo contrario, era algo increíble.
Eras la más mimada…
Quizás sí que era un poco la más mimada, pero yo creo que en general a todos nos trataban de maravilla y nos cuidaban mucho.

¿Recuerdas anécdotas que pasaron en ese rodaje?
En el rodaje subía al camerino y me desmayé, y con mis padres allí. Pero se modificaron las escenas que iban después para que no tuviera que estar andando. Otra anécdota son varios de mis cumpleaños, sobretodo uno que tengo muy grabado que me dijeron que había que repetir una escena. No entendía el motivo porque había salido muy bien. El caso es que dije que “Vale” y estaban todas las luces apagadas del decorado. Las encendieron para soplar las velas y me regalaron un peluche entre todos.

Has tenido muchas amistades sobretodo con Noelia Ortega
Con Noelia tengo muy buena relación, y que facilita que estemos en la misma agencia. Y por ello coincidimos muchas veces. O a ella le invitan a hacer algo y ella quiere que también venga yo. Pero además las cuatro hermanas tenemos una relación súper cercana y que además hemos tenido continuidad con este mundillo.
¿Te gustaría participar en nuevos proyectos?
He tenido una etapa en la que me he distanciado bastante, por motivos de estudios, familia y demás pero estoy muy motivada para hacer cosas relacionadas con la interpretación. Y es que como he dicho antes para mí no es un trabajo sino algo que lo disfruto mucho. Pero también me encantaría hacer publicidad.
¿Qué personajes te gustaría hacer?
Como los personajes que hasta ahora he hecho han sido de muy niña y dulce, me encantaría algo radical en una película o serie de misterio y de terror. Algo que me pueda llevar a un extremo y de este modo se puedan ver otras facetas mías.

¿Cómo te imaginas a Lucia en estos momentos?
Es muy complicado porque era la más pequeña y ni había entrado en el instituto. Pero quizás hubiera estudiado Derecho, ya que mi hermana mayor había entrado en un bufete de abogados. O también podía haber estudiado veterinaria, ya que tenía un peluche que era una tortuga y no se separaba de él nunca.
¿Cómo te ves en la serie?
De pequeña me daba igual pero ahora me cuesta mucho. Hay veces que he visto algún capítulo porque mi prima se lo ha puesto a las niñas o porque me escriben por Instagram y me mandan una foto y digo “madre mía”. O alguna vez que me he metido a ver algún capítulo porque lo he visto con alguien o lo que sea en tiktok que muchas veces suben trozos de capítulos y me doy cuenta de cosas como que miraba a la cámara.
¿Fuiste consciente del éxito que tuvo la serie?
El día que fuimos a grabar una de las bodas, la primera vez que salíamos fuera, había muchísima gente y me di cuenta un poco de toda la dimensión que cogía la serie. Y a día de hoy se mantiene. Es increíble que después de tantos años la gente nos siga recordando escribiéndonos por instagram, como una madre que había visto la serie y su hija de cinco años me mandaba un audio diciéndome que le cantaba a mi personaje… Eso es maravilloso.

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