Pablo Viña: “Para ser actor hay que tener mucha pasión”

Texto – Albert Roca. Fotografías – Santi Martinez Sancho. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.

Pablo Viña es un actor vallisoletano formado con, entre otros, Carlos Vides, Paco Pino, Carmen Rico. Tiene una larga trayectoria tanto en cine , teatro y TV. En cine cabe destacar Claret de Pablo Moreno interpretando a Pio Baroja, Retorno de Marcos Callejo, Red de Libertad de Pablo Moreno, Poveda, película con un largo recorrido por diversos festivales del mundo con varios premios al igual que Luz de Soledad. Recientemente lo hemos visto en la serie El inmortal.

Ya termina Amar es para siempre. ¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la serie?

Recuerdos todos. Yo, como actor, es que soy un gran amante de las series diarias porque es una escuela brutal y te hace ponerte las pilas continuamente. No tienes vida, se te acaba la vida hasta que acabas,
pero es una escuela absolutamente maravillosa. Y en el caso de “Amar..” es un equipo que es que no puedes decir más que cosas buenas porque a los actores nos tratan de maravilla.

¿Imaginabas que duraría tanto?

No, porque además yo estuve al principio, cuando se llamaba “Amar en tiempos revueltos” e hice tres temporadas. Y nosotros entramos en la segunda porque ahora hacen una cosa muy buena
y es que los protagonistas de la siguiente temporada ya los presentan en la temporada anterior. O sea, al final es como si fuera un inicio. Y con nosotros no pasó.

¿Te encontraste cómodo trabajando en el Morocco con tu personaje?

Te diré que yo, como buen actor, he trabajado mucho en hostelería. y ya vienes con la bandeja a la mano. O sea que bien, me sentí muy a gusto..

Qué te da México, dónde has rodado mucho

Ir a México fue un cúmulo de casualidades. Entré en contacto con una productora a través de otra gente y necesitaban un actor español, les dio el perfil , les guste y con ellos hice dos pelis y vamos al punto que si voy a México voy a casa de estos productores y ellos cuando vienen a España vienen a mi casa tambié. A partir de ahí se creó una relación muy interesante con los productores de Hidalgo y de Morelos Y fue aquel año del 2010, del 200 aniversario de la liberación de México, de prácticamente todos los países sudamericanos. Y por eso vieron la necesidad de hacer la historia del padre de México, que era Miguel Hidalgo. Y yo me he regalado el tremendo placer de trabajar con alguien como Demian Bichir, que no se puede ser más generoso y mejor actor.

¿Fue todo un reto interpretar a Pio Baroja en “Claret”?

No es la primera vez que he interpretado personajes históricos: Pio Baroja, Picasso y recientemente un documental dramatizado de Francisco de Vitoria con un mensaje brutal. que siempre digo que ese mensaje que dice este hombre del siglo XVI es para ponerle en la puerta de todos los colegios y en la puerta del Congreso de los Diputados.

¿Qué mensaje es?

Es un documental basado en la controversia de Valladolid, que nace de sí los colonizados en América era igual que los españoles o de otra categoría inferior. Entonces Isabel la Católica puso en su día en el testamento que los indígenas, como los llamaba ella, eran ciudadanos de pleno derecho. Pero ahí se creó la controversia y uno de los defensores de que eran seres humanos igual que todos era Francisco de Vitoria.

¿Ha dejado huella?

Se le considera el padre del derecho internacional y de los derechos humanos porque él siembra algo muy interesante que en relación a los derechos humanos y el derecho internacional que se estudia en la carrera de Derecho.

¿Qué nos puedes contar sobre La Calderona?

Los productores de La Calderona eran Pablo Paz y Natalia y nos llamaron a David Ottone y a mí, por una cuestión de cercanía, y nos metimos a Capon y con un autor que nos escribió el texto, con un músico que nos hizo las músicas. N podemos estar más que satisfechos con ese espectáculo porque era complicado de dirigir . Conseguimos estrenar en el Festival de Almagro un espectáculo musical, escrito en la actualidad, sobre un actriz de la época fue absolutamente maravilloso. A partir de ahí hicimos una gira por toda España y llegamos a ir a Londres e incluso a Corea.

Has dado clases de interpretación. ¿Qué les enseñas a los alumnos?

Cuando me propusieron dar clases, yo decía que no tengo capacidad para eso. Entonces, a ver, inevitablemente en la carrera de actor trabajas mucho la psicología, trabajas mucho la pedagogía, trabajas muchas cosas que luego a la hora de dar clase te vienen muy bien, te proporciona herramientas.
Y entonces para mí además entraba en juego la pasión, con lo cual yo llegaba a clase y enseguida fluía y la hacía llegar a los alumnos.

¿La pasión es fundamental para actuar?

Para ser actor hay que tener mucha pasión, porque aquí la dificultad es tremenda. Si no tienes pasión, no merece la pena. Te voy a contar una anécdota de cuando yo estudié. Cuando yo estudié Arte Dramático. El primer día de clase nuestro maestro, Carlos Vides, nos dejó la puerta abierta las 5 horas que duraba la clase. Al final de clase le preguntamos, Carlos, ¿por qué has dado la puerta abierta? Y él nos dijo, “he dejado la puerta abierta para que os vayáis, porque esta profesión os va a pedir mucho, mucho más que lo que os va a dar”. ¿Y sabes qué pasó?

¿Qué?

No se fue nadie.

¿Red de libertad ha sido de los proyectos que te ha dado más alegrías?

Fue una experiencia maravillosa, que habla de Elena Stüttler. Esta mujer consiguió sacar de los campos de concentración nazis franceses a gente como François Mitterrand, por ejemplo, sin ir más lejos. Y tirando de picaresca, era francesa, no tenía la picaresca española, pero tiraron de ello para entrar en los campos de concentración a través de la Cruz Roja con las cubas para meter manzanas, y en vez de sacar las vacías, las sacaban con presos y así consiguieron liberar a más de dos mil personas.

¿Qué personaje interpretabas?

Hago un personaje que no es real, pero basado en varios personajes reales que formaron parte del entorno de Helena Stüller.

Una historia con la que tuvisteis muchas nominaciones

Con este personaje estuve nominado a los premios internacionales de cine católico del mundo a mejor actor y sin ser un personaje protagonista, porque era un secundario, de repente decíamos Pablo Moreno y yo que sin ser los protas habíamos estado nominados.

¿Tienes un buen recuerdo de El inmortal?

Esta historia es maravillosa, y a mí me ha regalado un personaje tan bonito y tan actual también, por otro lado porque es un político al que quieren extorsionar para conseguir unos terrenos, y secuestran a su hija. Entonces este es incorruptible hasta que sucede todo esto.

Acaba la frase: rodar es…

… un orgasmo diario. Es un tremendo placer estar delante de una cámara, y luego encima si te pagan, pues dices, “¿Qué más se puede pedir?

¿Cuáles son los retos que no has hecho a un personaje que no hayas hecho que te gustaría hacer?

Uno era el personaje por excelencia, desde mi punto de vista, que es Iago de Otelo, que ya lo he hecho. Y el otro personaje, sin dudarlo un instante es el Rey Lear, y todavía soy joven para hacerlo pero si, el Rey Lear.

¿Próximadamente dónde podremos ver?

Estuve rodando hace unos días el cortometraje “Violetas” con un director con el que ya había trabajado antes. Cuando escribió el cortometraje me llamó y me dice “Pablo, que he escrito una historia, te la voy a mandar, que he escrito un personaje para ti”. Y le dije que no hacía falta que lo mandara. Le dije que sí y es una historia maravillosa.

¿De qué trata?

Habla de una relación homosexual en el año 43, en el postfranquismo. Que si ahora es complicado, imagínate en aquella época. En la película salen Javier Pereira y Alfonso Bassave.