Texto – Redacción-Hearst. Fotografias – Hearst.
En su número de febrero, ELLE se cita con Bianca Balti (Lodi, Italia, 1984). La modelo se desnuda durante nuestra entrevista para mostrar con orgullo las cicatrices de su biografía, su amor por la vida y su familia, y su enorme capacidad de resiliencia. Ella se concibe como «una superviviente» y razones no le faltan: «He sufrido dos divorcios; he peleado por mantener la custodia de mis hijas; solía beber y drogarme en exceso; me sometí a una doble mastectomía preventiva… Veo estas dificultades como regalos del universo, porque me han demostrado lo fuerte que soy, y lo mucho que me quiere mi gente».

Afirma que mantiene la esperanza y el optimismo a flote escribiendo cada mañana en su diario y ayudando a los demás. Con respecto a sus adicciones, recuerda con claridad el momento en el que sintió que había tocado fondo y cuál fue su impulso para subir: «Un día que entró Matilda (su hija mayor que ahora tiene 16 años) en el dormitorio, ella era pequeña, y me vio tirada en la cama. Estaba extremadamente cansada, me sentía mal. Se acercó y me dijo: “No pasada nada, yo voy a cuidar de ti. Haré de mamá y tú serás mi hija”. En ese instante mi cerebro reaccionó».
Su vida amorosa también ha sido convulsa y a menudo destructiva; con cierto humor, reconoce un patrón en sus relaciones: «Me enamoraba de un hombre y resultaba ser un gilipollas, luego de otro y también lo era. ¿Fue casualidad? Cuando me di cuenta de que el denominador común de los gilipollas era yo, me pregunté qué podía hacer para no aceptar lo que no me convenía». Y se sincera sobre cómo resolvió acabar con su última pareja: «Si la relación duele, hay que terminarla. Cuando decidí irme, realicé dos llamadas: una a un agente inmobiliario y otra, al médico especialista en fertilidad para congelar mis óvulos. Perseguir mi sueño de ser madre otra vez sin estar con alguien ha sido una de las cosas más valientes que he hecho por mí misma. No voy a permanecer en una relación tóxica porque quiera tener más hijos».
Con respecto a su decisión de tomarle la delantera a un más que probable cáncer de mama, sometiéndose a una doble mastectomía preventiva tras saber que tenía la mutación genética BRCA1, hace la siguiente reflexión: «Me llevó un tiempo asimilarlo, quería asegurarme. Entrevisté a algunos médicos y, cuando di con el adecuado, entré el 8 de diciembre de 2022 en quirófano. La posibilidad de enfermar para mí era muy alta. Es una elección complicada y personal. No puede ni debe reducirse a un juicio». Desde que desveló su operación, la modelo se ha convertido en una especie de bastión para muchas mujeres, que contactan con ella a través de las redes sociales. Bianca Balti no teme la exposición ni la crítica, porque busca un fin superior: «El mayor consuelo es encontrarte con otra mujer que pasó por lo mismo que tú y que conozca tu miedo. Compartir con generosidad experiencias personales es sinónimo de ayudar. Tiene el potencial de salvar vidas». A principios de este año se extirpará las trompas de Falopio para culminar su estrategia de prevención.

Antes de despedirnos, le preguntamos qué le pide a 2024 y no duda un instante: «Vivir con serenidad». Y aunque confiesa que ha dejado de poner muchas expectativas en el futuro, reconoce que hay una cosa que jamás va a dejar de hacer: «Nunca pararé de soñar a lo grande». Nosotras le deseamos que muchos de esos sueños se vean cumplidos.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA

- «Mi lema es no te presiones demasiado, porque a veces nos saboteamos, acepta lo que sucede, localízalo y pasa a la acción».
- «Mis cicatrices me recuerdan que estoy viva y las luzco igual que una insignia de honor».
- «Bebí y me drogué durante años. La prohibición no funcionó conmigo, así que estoy intentando lo contrario, dar libertad y confianza a mis hijas».
- «Amo demasiado la vida como para no hacer todo lo posible por preservarla».
- «En mi espejo tengo escrito: ‘Estoy envejeciendo con gracia’. ¿Por qué es tan difícil amarnos a nosotras mismas? Si lees o escuchas una frase que te anima, anótala en un post-it y léela cada día».

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