Indya Moore, un faro de esperanza: “Crecer como una niña trans me impidió disfrutar de mi infancia”

Texto – Redacción-Hearst. Fotografias – Hearst.

El número de diciembre de Harper’s Bazaar, que está ya en el quiosco, publica una entrevista en exclusiva con la actriz y activista transexual, Indya Moore. La ganadora del Premio Bazaar Women of the Year 2023 por su férreo activismo, relata su complicada infancia, sirviendo así de ejemplo de cómo superar las adversidades.

Indya Moore es todo un icono y un referente a nivel mundial en la defensa de las personas transgénero, pero la vida no se lo ha puesto nada fácil. Creció en el seno de una familia de madre puertorriqueña y padre dominicano, ambos acérrimos religiosos, Testigos de Jehová. La infancia de Indya Moore «fue una mezcla de diferentes desdichas«.  

Su padre, constructor y fontanero, les inculcó a sus tres hijos el amor y la responsabilidad por el trabajo, “recuerdo que iba mucho a trabajar con mi padre y era divertido”. Pero, cuando comenzó a crecer y sus modales se volvieron más femeninos, la gente comenzó a prestarla más atención. «A mi padre le asustaba que hubiera tanta agresividad en torno a cómo me comportaba o qué aspecto tenía, cuando simplemente era yo misma”. Indya Moore confiesa que fue ahí cuando su infancia empezó a tornarse más oscura. “Comencé́ a sentir resentimiento hacia mis padres, me disciplinaban por ser yo misma, no podía estar de pie con las manos en las caderas… Eran comportamientos subconscientes y no me daba cuenta de que eran un problema hasta que a mis padres les molestaba verlos”.

A los 14 años se marchó a una casa de acogida donde conoció a gente trans y queer libres de explotar sus identidades y ser ellas mismas. Comenzó ilegalmente con la terapia hormonal sustitutiva y, a pesar de tener problemas de ira y sufrir una depresión, poco a poco empezó a sentirse más feliz y segura. Pero todo volvió a torcerse cuando una pareja gay la contactó prometiéndola ayuda,  ‘Si quieres ser mujer tienes que ganar tu propio dinero’. Tenía 16 años, había abandonado el instituto y comenzaron a explotarme sexualmente«.

La actriz confiesa, desde Santa Cruz de Tenerife donde acababa de recibir el premio Alan Touring LGTBIQA+ en la sexta edición de Culture&Business Pride , que se sentía atrapada en un cuerpo que no la correspondía y que en aquel momento de su vida no quería seguir viviendo. «Me sentía muy cansada. Un día intenté ahorcarme y dejé una nota a mi familia diciéndoles cuánto los quería y cuánto deseaba que pudiéramos ser una familia en la que pudiera ser yo misma con ellos. ‘Dios, si esto es todo por lo que tengo que vivir, por favor, déjame ir’, pensaba. Salí a la ventana con el lazo de la soga alrededor de mi cuello y la cuerda se rompió antes de caer al vacío. Estuve un mes en el hospital bajo vigilancia por intento de suicidio«.

Un día, tras una pelea con sus proxenetas, la pareja golpeó a Indya y le abrió la cabeza con un anillo. Deambulaba por el metro en la que fue su peor crisis existencial cuando se le abrió una ventana de esperanza. Fue al recoger el sombrero de un señor llamado Sammy en el vagón cuando éste le ofreció su primer trabajo legal. Las cosas empezaron a tomar otro cariz. Sus compañeros de la casa de acogida la animaron a presentarse a una adición para una película independiente ‘Saturday Church’. Allí descubrió que había más gente que había pasado por las mismas experiencias que ella. Tras esta película llegó la audición que le cambiaría la vida, ‘Pose’, en la que interpretó a la transexual Angel Evangelista.

EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA

  • «Cuando cumplí 12 años mi sexualidad empezó a desarrollarse, me sentía avergonzada ya que al nacer me asignaron el sexo masculino y a mí me gustaban los chicos. Comencé a aprender a protegerme siendo deshonesta y mintiendo sobre mi sexualidad. No podía tener la libertad y la seguridad de ser transparente con lo que me gustaba. Me alejaba cada vez más de mis padres y de mi hermano, no confiábamos el uno en los otros, y viceversa».
  • «Crecí aprendiendo que el género es una construcción social y cultural basada en las diferencias, porque me veía diferente al arquetipo que habían construido mentalmente sobre mí».
  • «Al crecer como una niña trans, me resultaba muy difícil entender cuáles eran las expectativas a mi alrededor e intentar cumplirlas todo el tiempo era muy estresante y me impedía disfrutar de mi infancia». 
  • «Mi madre volvió en sí y se dio cuenta de que lo que salvará a tus hijos es quererlos y sentir curiosidad por sus experiencias. Desde entonces nuestra relación ha ido creciendo».

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