Harper´s BAZAAR – Marisa Berenson, una vida de icono

Texto – Redacción-Hearst. Fotografias – Hearst.

El número de diciembre de Harper’s Bazaar, que está ya en el quiosco, publica una entrevista en exclusiva con la modelo y actriz Marisa Berenson. Ganadora del premio Bazaar Women of The Year al icono de toda una vida de película, habla de su recorrido en el mundo de la moda y el cine, desde su juventud hasta ahora, con la vista puesta en su próxima faceta de productora de cine.

En febrero de 1966, Marisa Berenson protagonizaba la portada de Harper’s Bazzar. Hiro, el maestro japonés detrás de la imagen, captaba el perfil de una joven de 19 años de mirada cristalina que apenas estaba dando sus primeros pasos en la moda. Poco antes, en una fiesta en la que la joven acudió con su padre, Diana Vreeland se fijó en ella, un diamante en bruto que derrochaba melancolía y determinación a partes iguales. Marisa Berenson habla, no con nostalgia en sus palabras pero sí con sabiduría, de sus primeros pasos en este mundo: “Fue doloroso porque el despegue de mi carrera coincidió con la muerte de mi padre. Perderlo me empujó a querer vivir la vida por mi cuenta y a mi manera”. Recuerda que en sus inicios “todo era muy personal, muy creativo, divertido, libre, más experimental” y, aunque cree que “hoy nos falta libertad en muchos sentidos”, no debemos olvidar que “el pasado está ahí y es importante verlo para aprender de él, no borrarlo para olvidarlo”.

La actriz y modelo habla con emoción de su próxima faceta, la de productora de cine, la que le permitirá ponerse detrás de las cámaras después de una vida de icono delante de ellas. Para ella, “todo lo que haces en la vida tiene que tener un propósito”, es por ello por lo que se mantiene firme en su creencia de que “perseguir un sueño es la mejor manera de mantenerse joven”. Es ese pensamiento el que la aleja de verse a sí misma como un icono, puesto que para ella “lo importante es lo que puedo transmitir y dar a la gente”.

EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA

• «Diana Vreeland me dijo: ‘Marisa, lo más importante en la vida es la disciplina’. Desde joven he sido muy consciente y disciplinada con mi estilo de vida. Mientras la gente se destruía con las drogas, el sexo y el alcohol, yo meditaba, viajaba a la India, me hacía vegetariana. Era una mujer joven y vulnerable y quería construir una mujer fuerte».

• «Necesito momentos a solas porque me ayudan a recuperarme. En un negocio en el que tienes que estar en todos lados, y que a veces es superficial, necesito la calma. Pensar y crear la energía y el deseo de salir y dar lo mejor de mí».

• «Soy valiente. Tienes que afrontar la vida sola, por muy bien rodeada que estés. Hay que ser fuerte y atreverse a hacer las cosas. A los jóvenes les diría que no se rindan nunca, todo lo que vale la pena no es fácil. Se necesita trabajo, disciplina, determinación, pasión, amor, fuerza, coraje… y seguir un sueño». 

• «Lo único que puedes controlar es cuánto tiempo te apasionará la vida, y eso ayuda. Es necesario cultivar un espíritu joven. Ser viejo es una expresión fea, la verdad… Yo me siento vital y joven, quiero hacer un millón de cosas».