Texto – Albert Roca. Fotografias de Luz Soria. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
El Teatro Fígaro de Madrid acoge la segunda temporada de una de las comedias de éxito “Una terapia integral” y que cuenta con un elenco excepcional: Angy Fernández, César Camino, Antonio Molero y Esther Ortega. Tres peculiares personajes, interpretados por Angy Fernández, César Camino y Esther Ortega, son los escogidos entre miles de aspirantes para participar en un taller muy elitista para aprender a hacer pan impartido por Toni Roca, el excéntrico cocinero que encarna Antonio Molero. Todo se basa en una simple premisa: eres como el pan que cocinas. Hemos hablado con la actriz Esther Ortega, rostro habitual de la televisión en teatro para que nos hable de la obra.
La obra habla de la felicidad. ¿Cómo se muestra?
Es tan concreto y tan abstracto. La felicidad te la da como vives las cosas o la ausencia de ellas. En esta obra los autores han creado una situación en la que tres personas con perfiles diferentes hacen un curso y tienen una revelación de cómo pueden ser felices en sus vidas.
¿Y cómo llega al público?
Muy bien ya que es un humor que satisface a todos, un hecho nada fácil.
¿Cómo te has sentido?
Trabajar en esta obra es muy interesante. He de reconocer que hasta el momento como espectadora no consumía este teatro pero a partir de aquí me reivindico como una fan absoluta. Es una virguería que se puedan ver historias como esta.
¿Cuál es la clave de la felicidad?
Lo más valioso tiene que ver con la presencia. A veces pensamos en lo que ha pasado, lo que va a suceder, lo que tenía que haber sucedido. Me gusta vivir en el presente y no en las expectativas. En el presente hay tantas cosas a tu alrededor que puedes disfrutar…
Hablemos de tu trayectoria. ¿Has trabajado durante años en Italia verdad?
Sí. Y me siento cómoda allí porque en el fondo los italianos tienen un español dentro. Ellos son muy formales y cuando alguien como un español actúa de manera espontánea les encanta. Somos mucho más directos. A mí me decían cosas como que soy muy solar –Ríe-
Eres muy “solar” pero has interpretado a militares en dos series
Pues fíjate como son las cosas, con lo antibelicista que soy y haber interpretado personajes del orden, que me encantó hacerlo. En Desaparecida interpreté a la sargento Laura Andrún, y que fui de las primeras mujeres en España que aparecieron en la ficción sin reírse.
¿Y qué había pasado?
Pues que tradicionalmente la mirada masculina ha tenido a la mujer como un elemento que alegraba la vista y la trama. En toda la serie la sargento Andrún sonrió tres veces y todo era por la situación extremadamente dramática que tenía el personaje. Era una mujer dura, amante de su trabajo, sin vida privada y muy triste siempre.
Más alegre fue protagonizar el anuncio de la lotería de Navidad
Lo mal que lo pasé en el rodaje. Piensa que estaba con 39 de fiebre pero no me podía quedar en casa ya que en este caso era totalmente irreemplazable. Pero me quedo con la felicidad de la gente cuando me veía. Y no hay que olvidar que te lo mires como te lo mires, protagonizaba un anuncio animando el juego y subvencionado por una empresa nacional. ¿Qué te parece?
Entonces seguro que tus siguientes proyectos no tienen que ver con el juego
-Ríe- Tengo un proyecto que es “Toda la suerte del mundo” –ironía con el título, que escribí en la Academia de Cine y que está en fase de financiación.
¿Cómo has dado ese paso?
Acabo de cumplir 49 años y tengo ganas de contar más historias de las que me ofrecen. Voy a dirigir esa película pero previamente se rodará el cortometraje Una familia normal. Me seduce mucho participar directamente en la producción de historias que me gustaría ver como espectadora. Después de 25 años de experiencia tengo una gran motivación. Desafiarte es fundamental para estar vivo.
¿Y qué historias te gustaría contar?
Hay un millón de historias que contar: el cambio climático, el bullyng, los homicidios, la gente mayor… Esa narrativa esta allí y la hacemos entre todos.
Barnafotopress 
Deja un comentario