Texto – Albert Roca. Fotografias de J.Ladiv-Archivo Natalia Rodríguez. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
Natalia Rodríguez es una actriz muy joven pero pocos lo dirían con la espectacular trayectoria que lleva consigo. La hemos visto crecer y con ella la hemos admirado con personajes de peso y entrañables como recientemente en Servir y proteger o Mía es la venganza. Su crecimiento es tan grande que su sueño sería volver a hacer las series que participó en su momento pero con la experiencia actual.
Hablemos primero de Mía es la venganza, de cómo llegaste y el impacto que tuvo rodar con Lydia Bosch
Todo fue muy rápido. Hago la prueba un lunes y el miércoles ya estaba rodando. Y qué te voy a decir de Lydia Bosch… con la que yo había crecido viendo sus papeles. Es un encanto de persona y me lo enseñaba todo. Era curioso porque en la serie como madre tenía muchas escenas de tensión conmigo y después de rodar como si se disculpara jejeje. Mi personaje de Olivia era la empatía personificada.
Una serie que no tuvo el éxito que se esperaba. ¿Qué sucedió?
En la televisión entran muchos factores. Y siendo una serie muy digna que podía haber durado mucho, y de la que la gente me escribía felicitándome, no tuvo unas circunstancias favorables.
Si tu personaje en Mia es la venganza tenía empatía, el de Servir y proteger…
Tenía mucho contenido. Venía con el background de depresión de su marido asesinado y que era ni más ni menos que Lucho, Luis Fernández, que ha ido apareciendo a lo largo de mi vida. Coincidir con él, sin duda alguna hizo que todo fuera más fácil. Y no sé si es por ese contacto que tengo con un amigo como Lucho que cuando murió su personaje me quedé muy tocada y revuelta. Además me venía en la cabeza esa relación de pareja que tenían los dos personajes y era muy duro que todo acabara así.
Pero sale adelante como se ve en el final de la serie
Después de todo lo que había sufrido Yolanda, después de tocar fondo vuelve y fue todo muy bonito. Agradecí ese rayito de luz que se le dio. Hubo un cierre gracioso en la serie donde se veía el futuro de los personajes. La serie podía haber seguido porque eran unos grandes guionistas pero se cierre fue el mejor posible.
Nos vamos hacia atrás, en Amar es para siempre…
Es mi casa, me he criado allí y a los asturianos les tengo un gran cariño. Fue la primera serie diaria que hice y que me ayudó a tener la base de todo lo que he hecho después. Fíjate que me hubiera gustado hacerla más mayor para disfrutar con todo lo que he aprendido.
¿Tienes algún recuerdo en particular?
La trama que tenía con Alejandro Albarracín, que actualmente es un gran amigo. Había una escena que se quiere ir pero se lo piensa y se queda. Era emocionante por la historia que habían tenido desde que se conocieron como unos niños.
Has rodado con Lydia Bosch y también con Ana Belén en Traición
Fíjate que mi chico es súper fan de ella. Es muy normal y muy cercana. Era alucinante verla trabajar, con ese control de lo que está haciendo. Ana Belén y mi chico es muy fan de ella. Es tan normal y tan cercana.
¿Cómo actriz has de estar preparada para todo?
Has de ser flexible a lo que te propongan, y que puede salir bien o no pero al menos intentarlo, como me sucedió cuando aprendí a subir a Caballo en Mía es la venganza.
Un proyecto tuyo pendiente de estrenar es Tras la pared de Patricia Font
Patricia Font es espectacular, le tengo mucho cariño. Es una genio total. Había visto su cortometraje y recuerdo que el casting para su película fue de los más divertidos que he hecho y que hizo que pensara “Que tía mas guay. Me lo voy a pasar genial”. Confío al 200% con ella ya que todo lo que hace es especial.
Para finalizar. ¿Cuál es el día de un actor?
Aparte del rodaje he aprendido a entender que cuando no trabajas también es importante. He aprendido a disfrutar de todo. Es una profesión donde hay muchos factores que no dependen de ti y por ello hay que relativizar las cosas. Cuando uno no rueda no deja de aprender.
Barnafotopress 
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