Texto y Fotografias – Albert Roca.
Desde su primera aparición por la pequeña pantalla en “La otra mirada” ha pasado un mundo, donde aquel actor valenciano, Raúl Ferrando se ha ido abriendo camino con diferentes personajes como los que interpretó en Amar es para siempre y más recientemente en Mía es la venganza.
¿Lo que ha sucedido con Mía es la venganza te ha dejado un poco de regusto amargo?
Sí, porque se trataba de un proyecto súper potente, con la gran apuesta de Telecinco para competir con las tardes con otras cadenas y sus series. Lo tenía absolutamente todo y no cuajó y no pudimos grabar los capítulos que teníamos previstos. Me supo mal porque me hubiera podido ir haciendo más con mi personaje, que daba mucho juego con su cagada más cagada.
Pero con lo que rodaste te divertiste…
Absolutamente. La torpeza siempre es maravillosa. Es curioso ya que hasta el momento no había trabajado en comedia, y siempre me habían dado papeles de malos. Pero me lo he pasado en grande con Alba Gutiérrez. Y lo que tiene la comedia es que te permite jugar. Me he encontrado tan bien que repetiría en la comedia y quién sabe si hay algún proyecto…
Tus inicios fueron en La otra mirada
En mi carrera he ido subiendo peldaño a peldaño en una larga escalera. Y tuve un gran recuerdo de La otra mirada, aunque mi papel fuera secundario. Llegué allí muy inocente pero con el gran equipo artístico y técnico que había me dejé llevar y fue todo muy bien. Me siento muy contento de haber formado parte de esta serie. Fíjate que cuando se emitió el primer capítulo a mi novia de entonces se lo dije, que me sentía muy feliz de estar en esa serie.
¿Llevar el traje de otra época te transforma?
Forma parte de la interpretación y te ayuda a meterte en la piel del personaje, notas que hay algo que está cambiando.
¿Qué ha supuesto Amar es para siempre?
Mateo ha sido el personaje con más largo recorrido que he tenido en una serie, y al interpretarlo tantos días hasta la voz de él se te va quedando. Supuso un gran aprendizaje rodar 6 o 7 secuencias al día.
Antes hemos hablado de la caracterización. ¿Qué te dice La cocinera de Castamar?
Lo que me dice es que interpreté a Farinelli y fue un verdadero regalo, haciendo playback y con ese acento italiano.
¿Desde tus inicios hasta el momento en qué has cambiado?
Me sigo considerando un actor más maduro pero me lo tomo todo con más calma, quitando hierro al asunto. Lo vivo mejor.
Un referente
Eduard Fernández. Todo lo que hace es oro.
Una película
Te diría dos “En la ciudad” de Cesc Gay y “Sospechosos habituales”
Para finalizar. ¿Te gustaría dar tu propio punto de vista en las cosas que hagas?
Me gusta contar historias pero como no sé capaz de crearlas al menos voy a buscar la persona que sea capaz de hacerlo. Y es algo que tengo en la cabeza. En estos momentos estoy dirigiendo un proyecto con unas amigas, y me siento cómodo al compartir responsabilidades.
Barnafotopress 
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