Texto Albert Roca. Fotografias – J.Ladiv. Entrevista realizada en Cafe & Tapas Carretas 14.
En sus redes sociales se define como una actriz todo terreno. Y la mejor muestra de lo que dice es ver su filmografía. Carolina Bona ha rodado en multitud de proyectos, ya sean de época, de la postguerra, de la actualidad, pero siempre en todo lo que hace les imprime su sello actoral, donde lo da todo por sus personajes.

Uno de tus primeros trabajos fue en Torrente 2. ¿Qué recuerdas?
En un estreno me conocen y me comentan que habían hecho muchos castings buscando el punto de Lolita española y muy sensual. Fui al casting y me seleccionaron. Fue una experiencia muy particular y divertido, donde me encantó conocer a Tony Leblanc, siempre tan galante y atento.
Un personaje intenso tuyo fue el de Amar es para siempre
Al llegar a la serie me fascinó lo bien cuidado hasta el más mínimo detalle. Para mi carrera fue un gran aprendizaje de batalla de mucho texto y pocos días. El personaje tenía mucho contenido. Inés era una mujer frustrada, con un marido gay, enamorada de un cura del que también estaba enamorado mi marido. Le quitaba culpa al personaje por el pensamiento social inculcado que tenía y quería redimirse. Era muy fascinante porque tenía muchos conflictos.

¿Cómo lo preparaste?
Con la referencia de mi abuela que había vivido esa época franquista y la defendía diciendo aquello de que “Con Franco estábamos más seguros”. Se estableció un conflicto que me fue muy bien para preparar mi personaje.
¿Gigantes ha sido muy “gigante” para ti?
Que te voy a decir, rodar con un director como Enrique Urbizu que sabe cómo hacer las cosas y bien. Alucinas con el resultado, además de tener como compañeros a actores de tan altísimo nivel.
“Hoy no se fía para mañana sí” tuvo mucho recorrido a nivel internacional pero aquí no. ¿Qué sucedió?
Estas cosas no sabes porque suceden. El personaje era extraordinario, chica huérfana que se tenía que buscar la vida en la postguerra. En Francia funcionó tan bien como para tener una página entera en el Le Monde con mi foto, y con críticas muy buenas.

¿Alexia Kobar fue divertido?
Como había hecho rodajes de acción y sabían que hacía esgrima me llamaron. Fue entretenido: tiros a punta pala, todo eso del narcotráfico… Muy atractivo la verdad.
Pero más divertido fue “Hay Alguien ahí verdad?
Sí porque mi personaje de Elisa se pasaba todo el año asustando a los compañeros de equipo.

¿Qué te seduce de un personaje?
Me gustan los personajes con alma, que tengan un gran arco interpretativo que hay que defender. Y no tiene que ser exclusivamente del género del drama si no también de la comedia.
Para finalizar, ¿Qué estás haciendo actualmente?
Estoy haciendo mucho teatro. Además, soy una persona muy creativa y estoy escribiendo un corto con una amiga.

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