Texto – Redacción-Hearst. Fotografias – Hearst.
ELLE entrevista, en su número de julio, a Miguel Bernardeau (Valencia, 1996), quien, muy celoso de su vida privada, nos cuenta cómo el surf se ha convertido en su tabla de salvación para liberarse de la presión mediática y social. Y nos revela su otra válvula de escape: «Paso mucho tiempo en un pueblecito de Portugal y me encanta ir allí, porque no hay mucha gente y todo es increíblemente tranquilo». Reconoce que este afán por preservar su intimidad le hace mantener una relación compleja con las redes sociales, en las que calcula al milímetro cada publicación: «Alguna vez he pensado en quitarme. Pero también te facilitan conseguir contratos y es una forma de obtener ingresos».

Aunque ama su profesión y no se concibe a día de hoy haciendo otra cosa, Miguel confiesa que, en ocasiones, le resulta difícil lidiar con la exposición pública que conlleva. Afortunadamente, la familia, los amigos y el mar le proporcionan ese equilibrio necesario en los ciclos de altibajos. Además, acude al psicólogo: «Me ayuda a colocar aspectos de mi vida, sobre todo en estos últimos tiempos, donde ha habido tantos cambios». Preguntado por su condición de ‘nepo baby’, no tiene duda: «Ha sido más negativo que positivo, porque siempre te juzgan. Es muy injusto, pero lo acepto. Al final acabas siempre justificando el trabajo que haces». Y aunque evita ‘desnudarse’ en las entrevistas, comparte con nosotros su último sueño: nadar entre ballenas. «Estoy entusiasmado con esto, pero nos tenemos que asegurar de que no vamos a impactar en el hábitat de estos animales».
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA

- «Yo soy muy de barrio, de saludar, conversar. Me gusta que me valoren por ser como soy, no por ser quien soy».
- «Amo el mar y creo que la mejor forma de cuidar algo es que la gente se enamore de ello. Pero no voy a ser hipócrita: no soy un activista ni tampoco la persona más ecologista del mundo».
- «Me gusta empaparme de los lugares, comer lo que es costumbre, conocer su cultura, su cine, no encerrarme en un hotel de cinco estrellas. En esos sitios, donde ves desigualdades, te das cuenta de que eres más que un privilegiado».
- «La presión social te afecta, porque intentan hacer que encajes en una casilla. Por eso para mí es importante pasar tiempo con mi familia y mis amigos».
- «Yo no estoy en Tinder, ni sé cómo se usa, no me siento cómodo con eso. Creo que hay otras formas de conocer gente. Se puede hacer viajando, viendo mundo…».

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