Toni Padilla: “En el mundial del ’50 en Brasil los jugadores estaban acompañados de una gran historia, y muchos de ellos habían participado en la Segunda Guerra Mundial”

Texto y Fotos – Albert Roca. 

El periodista e historiador Toni Padilla reconstruye en “BRASIL 50. Retratos del mundial del Maracanazo” -Editorial Contra- este épico Mundial a partir del retrato de cuarenta de sus protagonistas: desde los flamantes ganadores —Ghiggia, Schubert Gambetta, Obdulio Varela o el entrenador Juan López— hasta los perdedores —el guardameta Moacir Barbosa, Zizinho, Ademir o el entrenador Flávio Costa—, pasando por jugadores que brillaron con luz propia como Zarra —autor del mítico gol contra los ingleses que dio la victoria a España—, Antonio Ramallets —el portero de la selección española—, el jugador de EE. UU. de origen haitiano Gaetjens, el sueco «Nacka» Skoglund, los ingleses Stan Mortensen y Stanley Matthews, el guardameta chileno Sergio Livingstone, el árbitro de la gran final, George Reader, el comentarista Matías Prats y un largo etcétera.

Para Toni Padilla el mundial del ’50 “fue fundamental, ya que por una parte entroncó con el fútbol del pasado, con peculiaridades en la formación de los grupos, donde haíban diferencias entre el número de equipos- o el inicio del fútbol moderno, un hecho que se mostró en la gran dimensión de aquel mundial, a través de la repercusión de los medios de comunicación, la mejora tecnológica en todos los aspectos que permitió que personas de otros continentes fueran a verlo, o el propio hecho de la remodelación del impresionante estadio de Maracaná”.

Brasil, era evidentemente la gran favorita “ya hizo un gran mundial, en el ’38, donde fue semifinalista, y en los anteriores 3 mundiales los habían ganado 2 de los 3 anfitriones. Se preparó a fondo, con amistosos, tenía una gran selección…. pero perdió, con errores como por ejemplo la concentración en Rio la noche de la final, donde no pudieron estar suficientemente concentrados”. Una derrota de la que comenta que “se asimiló como algo que va más allá del terminó futbolístico. Hay diferentes estudios en Brasil que recuerdan que este país carece de una historia militar, con grandes victorias o derrotas, y por ello se proyecta mucho en el fútbol. Y la derrota ante Uruguay se pudo comparar a una gran tragedia terrible”. De aquella derrota no se culpó a los sorprendentes uruguayos “no, fíjate que ellos estuvieron unos días después en Brasil, y una vez salieron por la noche, y se esperaban lo peor, pero al contrario, ya que los invitaron a tomar copas. Lo que pasó a partir de entonces es que cambió la manera de enfocar los partidos contra Uruguay o equipos de Uruguay, que adquirieron un cariz más violento, ya que vieron que a través del buen fútbol no se les podía ganar”.

Un hecho que también ha conocido “es que hay estudios antropológicos en Brasil que hablan del racismo que hubo entonces, con una relación política. En la formación que jugó la final habían varios jugadores de color… y se les culpó a ellos de la derrota, no a los blancos…. y unos años después esa concepción cambió, como la situación política…. con la llegada de Pelé”.

Padilla dice que Brasil “asimiló la derrota… y provocó muchos cambios, empezando con aquella camiseta blanca de la final que nunca más volvieron a lucir. Entonces fue el inicio de un gran equipo… como se pudo ver dos mundiales después en Chile ‘58, que ganaron, y volvieron a repetir la victoria en Suecia ’62. Aunque ya te digo, que la formación que jugó el mundial del ’50 era extraordinaria”. Un hecho curioso es que “hay muchos más libros sobre el mundial del ’50 que sobre la gran victoria en el Mundial de México ‘70”.

Y como recibieron la victoria los Uruguayos “con anécdotas como la que te he contado de que los invitaron a copas…. les supo incluso mal por el dolor que habían provocado. Fue importante para ellos ya que sabían y eran conscientes que Brasil era la que mejor jugó… pero en una final puede pasar de todo. Por otro lado aquella victoria fue importante para ellos ya que a nivel geográfico Uruguay se encuentra entre Argentina y Brasil y es el país más pequeño, comparado con ellos. Los otros países tienen un gran cultura artística y cultural, que no se puede comparar con este país y por ello es sin duda alguna genera toda la atención”.

En el libro se recuerda que muchos de los jugadores del mundial participaron en la Segunda Guerra Mundial “con la excepción de Brasil, que no estuvo implicada. Ello hizo que fuera un mundial muy emotivo y especial. En el caso de EEUU todos habían participado, ya sea como soldados o el equipo médico”.

Inglaterra participó con la etiqueta de favorita? “sin duda alguna, pero lo prepararon muy mal, empezando por los avisos que habían tenido con las derrotas en algunos amistosos. Llegó crecida… y perdió…”. Contra España, en una derrota que “el presidente de la Federación Española, Armando Muñoz Calero, definió como “hemos batido a la pérfida Albion”. Una frase que provocó una queja diplomática y el posterior cese. España politizó mucho su presencia en el Mundial. Piensa que estaba aislada y necesitaba sentirse oída y por ello en aquel partido famoso, desplegó todos los medios como la radio y el No-Do”.

De aquella formación de España hubo dos grandes nombres: Ramallets y Zarra “Ramallets empezó como tercer portero y acabó como titular, después de unos grandes partidos, que lo definieron como el mejor portero del mundial, con actuaciones extraordinarias aunque él mismo se culpó del gol del empate de Uruguay. Así era de exigente. Zarra, además de ser un goleador mítico, estaba acompañado de una gran historia personal, con una vida difícil, con un hermano que luchó en la guerra difícil. A mediados de los ’80 contó que en Maracaná se acordó de los bombardeos en Guernica”.

La historia de Zarra es una gran historia personal como la de muchos que habla en el libro “es un hecho diferencial en el Mundial de Brasil. A partir de aquel mundial el fútbol mejoró en todos los aspectos, pero no hubieron aquellas vivencias y ese pasado y futuro de aquellos magníficos jugadores. Todas las historias eran muy interesantes”.

Y le hubiera gustado conocer personalmente a algunos de los que no ha podido hablar? “Sin duda alguna Obdulio Varela, el capitàn de Uruguay, con una vida extraordinaria y fascinante hasta el punto que adquirí un libro sobre él, firmado por él. Ya no está vivo ni él ni familiares cercanos. Una ventaja actual es la gran información que he podido disponer, pero en cambio muchos de los protagonistas ya no están”.