El Lunático. Sitios a los que volver

Texto Noelia Baldrich. Fotos Mireia B/El Lunático

Dicen que la vida es solo momentos y que a veces faltan ungüentos para curar las heridas, dicen que el paso fugaz del tiempo solo nos deja un reguero de ilusiones abatidas y que depende de uno encontrar refugio para la deriva. Estas balas perdías, hace tiempo que encontraron su guarida en la música, en las palabras de amor que escriben para expresar cómo se sienten. Un Tobogán de sensaciones y emociones que despierta La niña Bonita de sus canciones, la que rellenita de veneno, le gusta la gasolina. Se las prometían muy felices, invitándola a bailar bajo la luna llena y durmiendo al calor de hacerle el amor: “Tengo un secretito que contarte, esta noche niña tengo un antojo en tu cuerpo, Como si te bailara hasta la madrugada”, le susurraban. Pero siempre llega el día, el momento de marchar y se acaba lo que nunca debió empezar.  Triste despedida con apenas unas palabras: “Niña Sigue tú por tu camino pero no me llores”. Y quedándose a Dos velas, muertos de Frío y con el alma partida no les queda más remedio que chillar: “Déjame gritar porque todo me sabe a poco”. Las cosas que tiene la vida: dos tipos afortunados con mucha suerte que por culpa de Dolores se han convertido en la sombra de lo que fueron. Un trago amargo con el que emborracharse e ir cantando en horas perdidas un lejano y mortecino tango: “Pensar en ti me atormenta, echo de menos tu pasión y aunque solo sea por un momento Guárdame tú mi corazón”. Aún perdidos y desolados, siempre les Sopla el viento de Almería a su favor, para llevarlos por nuevos senderos musicales, más enérgicos y lunáticos con los que han vestido su sexto trabajo discográfico, aunque en cueros aparezcan ellos. 10 cortes que el “granjero” musical Fernando Polaino hace transitar por los senderos del country, folk, rock. Un juego donde la armonía instrumental cabalga por los hilos de la voz de El lunático y donde el mapa de los cuerpos de estos chicos de piel de caramelo, dibuja uno de los Sitios a los que volver (Waitermusic).

Sitios a los que volver sobre el mapa de vuestros cuerpos desnudos, ¿es una insinuación a resbalar por vuestra piel de caramelo?

Juan Miguel Cruz: Los Sitios a los que volver no son solo lugares, son olores, sensaciones, cuerpos…son situaciones. La casualidad quiere que estemos en la portada desnudos, pero queríamos además que antes de abrir el disco la gente intuyera que aquí pasa algo, algo ha cambiado. El Lunático ha evolucionado y queríamos con esta portada una manera de anunciarlo.

Antonio García: Que al verla pensaran: ¡A estos se les ha ido la cabeza!, ja, ja.

La vida loca de unos balas perdías que siempre se pierden por no debían, rezaba vuestro 4 disco, ahora Sopla el viento de El Lunático que os vuelve un poco más locos ¿habéis descubierto en la libertad nuevos senderos estilísticos?

Antonio: Sí y, como casi todo, de casualidad. Empezamos hacer un disco, teníamos el repertorio y queríamos dar un pasito –siempre decíamos que teníamos que ser más salvajes, más duros, más desnudos pero luego nos echábamos atrás porque pensábamos que la gente no nos iba a entender- y en este sí nos hemos atrevido. Hemos dicho: “Fuera la guitarra española, fuera la acústica, fuera la rumba, vamos a aparcarlo un poco y vamos a coger la guitarra eléctrica y vamos a ser unos viejos o jóvenes rockeros”. Hacer lo que siempre nos había gustado en realidad, siempre habíamos venido del pop pero en el primer disco había una rumba que nos  encasilló y seguimos por esa onda porque a la gente le gustaba, pero con este nuevo trabajo viene nuestra semilla, lo que habíamos sido siempre.

Os enredáis en un tobogán de acordes country, rock, tango.

Juanmi: Muy a lo Cure y The Class, salvando las distancias, un ritmo muy garaje, las bases rítmicas del disco son muy  trogloditas. Un bombo, una batería y un bajo que están fijos, no hacen un dibujo. Es muy directo, cuando lo escuchas parece que está tocado muy en directo. Suena como una banda de rock, como sonaban antes: bajo, batería, dos guitarras y voz.  Buscábamos que estuviera desnudo sin una superproducción, que estuviera limpio.

Un disco que os hace volar tan lejos, a estilos americanos, y en el que perdéis el deje aflamencado incluso no recorréis tanto a los paisajes de Almería.

Juanmi: Seguimos sintiéndonos muy orgullosos de nuestra tierra, de nuestras raíces y de la manera cómo nos expresamos, pero creíamos que era el momento de dejar de hacer un disco del pasillo de nuestra casa para hacer uno mucho más internacional. Antes las canciones estaban más influenciadas por nuestro clima y nuestra gente y en este caso son mucha más personales donde el paisaje no esta tan presente.

Antonio: Mucha genta nos llamaba de León y Burgos que seguían nuestra música pero nos decían “hay cosas que no entiendo”. Y dijimos: “los de Almería nos van a entender digamos como lo digamos, vamos a hacerlo para nos entienda toda la gente”.

Un lenguaje universal para seguir enredados en el universo amor, aunque a veces os quedéis A dos velas.

Juanmi: Ahora estamos más sensuales, ja, ja.

Eso indiscutiblemente viendo vuestros cuerpos desnudos en la portada.

Antonio: Es un disco muy mujeriego, muy mujeriego. Son once cortes, once mujeres.

Y como El Lunático sois un dos hay dos niñas bonitas.

Antonio: Sí, sí.

Juanmi: Fue una colaboración con Rubén Pozo. Estábamos grabando el disco por ahí perdidos de la mano de Dios, por Guadalajara, muertos de frío en un pueblo que habiendo censadas 60 personas, en todo los días de grabación solo vimos una, allí no había nadie. Un monasterio. Estando en el estudio nos surgió la idea de colaborar con él, fue llamarlo, en cinco minutos se había decidido y en tres días lo teníamos en el estudio. Le dimos varias opciones pero teníamos claro que escogería La niña bonita y así fue.

Tipos afortunados por tener a vuestro lado al “granjero” musical Fernando Polaino.

Antonio: Sí, lo llamamos así porque su discográfica es Granja Beat, el es el granjero y tiene un estudio que se llama Estudio Establo. Con Fernando (Nando) ya habíamos trabajado antes, en el segundo disco. Él era la mano derecha de Alejo Stivel. En el momento de grabar el disco estábamos un poco perdidos, no sabíamos si grabarlo en Almería, si volvíamos a Avinyonet, y saliendo de un bar…

Juanmi: Fue saliendo de la biblioteca sacando un libro, (bromea).

Antonio: No, no, creo que fue en la Universidad, ja, ja. Y se nos ocurrió ¿por qué no Polaino? Nos quedó una cuenta pendiente con él. Los dos  pensamos igual y mira que nos cuesta ponernos de acuerdo en esas cosas porque cada uno tiene sus ideas y en esta coincidimos. Lo llamamos y le dijimos: “Nando vamos a hacerte una proposición muy indecente”. ¿Sabes qué nos contestó?: “Ya me extrañaba porque soy de los pocos grupos que no habías repetido.

Juanmi: “Tenia una espinita grabada con vosotros”, nos dijo.

Mucho Frío, en Cañizar pero muy bien acunados por grandes colaboraciones como la de Begoña Larrañaga en el acordeón.

Juanmi: Con Begoña habíamos trabajado ya en el segundo disco y habíamos compartido una gira, es una institución.

Meteis mano a numerosos instrumentos como saxo, oukelele, trompeta, saxo y  ¿un rhodes?

Antonio: Es un teclado muy antiguo, suena muy rancio. El tercer tema El Tobogán lo incorpora y suena como los primeros teclados. Pero no te creas que tiene tanto, algún detallito por acompañar a la guitarra eléctrica, tener un color más, pero no hay tanto.

Las letras también han cambiado, no son tan extensas.

Antonio: En Bala perdía eran un poco más largas, nos costaba más resumir lo que queríamos decir.

¿Los éxitos cosechados os han hecho perder el miedo para hacer con este disco lo que os da la gana?

Antonio: Justo, ha sido así.

Juanmi: Sí hemos hecho el disco que ¡nos ha dado la gana! Hablamos con Nando, nos dijo que nos subiéramos a su estudio, un establo ambientado como tal, con sus maderas en el techo. Al verlo, Antonio y yo nos miramos con un sonrisa cómplice y dijimos “esto va salir muy bien”. Había un buen rollo, un buen karma, una energía que se ha mantenido durante toda la grabación. El último día, cuando nos veníamos le decíamos a Nando: ¿Y si grabamos un doble LP, yo no tengo ganas de irme”. Letras teníamos, nos faltaba dinero ja, ja.

¿Cómo un establo inspira un tango?

Juanmi: Ahí tiene mucha culpa Nando, porque ese tema originalmente es mucho más moderno más “chill out”.

Antonio: Cuando hicimos la selección del repertorio Nando dijo: “vamos a hacer Pensar en ti me atormenta”. Dije ¿qué? Si ese corte era como una broma que habíamos hecho, experimentando con la base rítmica. Pero cuando nos explico que haríamos un tango, entonces sí que lo vi. Además matizó: “ Y no solo vamos a hacer un tango, sino que sonará como si fuera un  tango de hace cien años”. Y ahí está.

Juanmi: Está grabado en directo lo hemos metido en medio del disco.

Antonio: Está en mitad del disco, es como: hasta aquí una parte del álbum, aquí hacemos un sorbete y  seguimos.

Soy algo poetas porque en vuestros discos siempre reza algún poema de “San Jualito de la Cruz” y Antoñico “El Rubio”.

Antonio: Son nuestro alter ego. Bueno con mucho respeto y un poco de ironía porque ser poeta es ser algo muy grande.

¿Qué poetas os inspiran?

Juami: El otro día me impresiono un poema de Ángel González, de la generación del 50. (Nos enseña en su móvil el poema y comienza a recitarlo con emoción) Un poeta maldito.

Antonio: A mi siempre me ha gustado Machado, Miguel Hernández, Lorca.

La música es un buen ungüento para curar las heridas de la vida. ¿Cuándo os alcanza un temporal sentimental como Dolores a que recurre uno al tango, al bolero, al heavy…?

Antonio: Yo me pongo de muy mala ostia, de muy mal humor, ja, ja.

Juanmi: A mi me pilla muy cercano. Cuando tengo mal de amores normalmente a lo que recurro es a no poder escuchar cierta música que me gusta. Y sé cuándo me voy curando porque puedo volver a escucharla, cuando pienso: eso ya no es suyo, era nuestro, de hecho esto ya me gustaba antes de conocerte a ti.

Entonces a que quién habéis puesto a guardar vuestro corazón. Entiendo que el de Juanmi va suelto pero el tuyo, Antonio?

Juanmi: El mío está más que suelto el mío, está “dislocao”.

Antonio: Últimamente no sabemos ni donde los tenemos.

Juanmi: Nos lo cuida la gente que nos quiere mucho y bien, a ellos, a nuestro público les dejamos el corazoncillo.

Es un disco que invita a algunos antojos,  a punto de publicarse, el 1 de junio,  tenéis algún antes del parto?

Antojo: Hacer muy buena gira, ir a muchos sitios, llegar a mucha gente y que la gente cante nuestras canciones.

Juanmi: Y volver mucho más por Barcelona.

Os apuesto que en este disco acabareis moviéndoos Como si bailarais.

Juanmi: Seguro, la verdad es que hay muchas ganas de empezar la gira.

¿Tenéis algún secretito más que contarme, nadie lo va a escuchar?

Antonio: Muchos, pero por eso son secretos.

Juanmi: No, no hemos guardado nada, ¡no lo ves que salimos casi desnudos!

Muy acorde el local que aparece en las fotos interiores del libro del disco.

Juanmi: Es un bar de Almería muy antiguo que lo han vuelto a abrir, El Port of Spain, con un estética muy bonita.

“El Sueño es un depósito de objetos extraviados”, Ramón Gómez de la Serna. ¿Cuál es el objeto que habéis extraviado en vuestro último sueño?

Juanmi: A mi el corazón, prácticamente.

Antonio: Mi guitarra, me la robaron y la recuperé como seis meses después. ¡Qué alegría! Es una Takamine acústica que lleva 11 años conmigo de gira y me dio una pena. Ya pensaba cambiar de guitarra pero no perder aquella.

Si os dejaran alzar la voz ¿qué gritarías?

Juanmi: Yo me pasaría gritando un par de días. Gritaría que la gente gritara, que no se callara. Que somos muchos más los que podemos gritar.

Antonio: Hay muchas cosas ahora contra las que rebelarse.

“Dicen que la vida no es más que un momento”, escogerme alguno que echéis de menos.

Juanmi: Volviendo al disco precisamente me gusta porque hemos vuelto a las mismas sensaciones de cuando empezamos hace 13 años. Hablando con Nando nos decía: “Parece mentira que llevéis tanto tiempo juntos porque  veo la complicidad que tenéis, cómo os reís”. De un tiempo a esta parte hemos vuelto a recuperar la energía de como cuando empezamos e íbamos al local de ensayo con unas ganas locas de tocar la guitarra. Estamos en un momento que no añoro nada, porque estamos en el mejor momento de nuestras vidas. Creo que habíamos perdido cierta energía y la hemos vuelto a recuperar con más fuerza. Nos apetece mucho tocar. Estamos en el plan de quedar cada día para tocar un rato, porque lo sentimos.

Antonio: Sí, es cierto que tenemos un proyecto común, al que mimamos y cuidamos pero hay veces uno tiene más fuerza y otras veces menos. Son muchos años que nos conocemos y ahora ya conocemos la cojera el otro del otro y cómo caminar sin que se note mucho.

“Un día de repente dejé de decir: busca lo que te mereces y pensé: merece lo que buscas”. Anónimo.

Con 6 álbunes sois ejemplo de: merece lo que buscas y habéis encontrado el éxito de una banda consolidada.

Antonio: La verdad es que sí. No sé si es que los diez años es como una frontera, la banda se rompe o se consolida.

Habéis sobrevivido para seguir reproduciéndoos con nuevos discos.

Juanmi: Me gusta esa definición. Es la relación más larga que he tenido nunca, lo digo en serio. Mi pareja más duradera.

Habéis rodado ya el videoclip del single, La niña bonita.

Antonio: Sí, también va a ser llamativo, con una ropa muy vistosa. Hemos renovado el fondo de armario, ja, ja.

Juanmi: Salgo un poco travestido pero que nadie piense mal, es cosa del guión y Antonio esta todo el video intentando ligar conmigo. Lo hemos pasado muy bien grabando en Salamanca con la gente de un instituto de Imagen y Sonido, la idea surgió de los chavales y los profesores. Imagínate yo vestido dos días de mujer con unos taconazos y barba en una discoteca y la gente acosándome. Muy divertido, de reírnos mucho.

Antonio: Se lo pasaron todos muy bien.

¿Empezáis ya la gira?

Juami: Sí, este jueves estaremos en Granada, luego la presentación en Almería, sobre el 15 de junio, después un par de conciertos en Madrid, también Salamanca, Ciudad Real. Y esperamos volver a subir a Barcelona. Cada vez, por suerte, tenemos más Lunáticos por aquí.

Pero habéis hecho algún encuentro con el público.

Juanmi. Si hemos ido probando cositas en acústico, como este trabajo lo teníamos muy claro nos  hemos permitido rodarlo ya un poco para ver cómo reaccionaba la gente. En Navidad hicimos una cena con cien seguidores e hicimos una especie de monólogo, lo pasamos muy divertido.

Antonio: Un monólogo en paños menores. Alternábamos canciones y diálogo en clave de humor, con algún gag. Dejamos de hacerlo porque el teatro es duro.

Juanmi: Era duro tener que ir cambiando el chip de ahora canto, ahora actuó. Había monólogos que nos alargábamos, nos íbamos de madre, nos poníamos con el cachondeo, nos lo pasamos muy bien.

Estáis experimentando muchas cosas ¿más lunáticos que nunca?

Antonio: El caso es no pararse. En este tiempo de crisis lo que hay que hacer es arrear, dar más fuerte, tirar del carro más.

Juanmi: Hacer ruido. Hay crisis, ¿qué hacemos? Vamos a grabar un disco.

Nada es para toda la vida, pero que música os ha acompañado toda la vida.

Juanmi: El Último de la Fila. Ahora he vuelto a recupera Bowie, no paro de ponerme el disco Let’s dance. O Juan Perro.

Antonio: La que me pone. O me pone o no, me puede poner Rafael o Pink Floyd, da igual de donde venga o de que estilo sea. Tampoco soy un sentimental, todo el día escuchando música. Este es más gramola que yo.

Es el momento de marchar y mientras El Lunático continúa su camino nosotros nos quedamos con la gramola de su viejo tango. Vienen tiempos lunáticos.

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