Texto Noelia Baldrich. Fotos El Globo Music.
He sentido por la espalda un Escalofrío, me he querido dar la vuelta pero no me atrevido. De repente algo extraño se apodera de mí, una pizca de aire, un vendaval, y veo que la gente corre en manada. No descarto que un nuevo movimiento musical me haya visitado. ¡Efectivamente! Me doy la vuelta y aquí están: El Globo, una banda metropolitana que Sin camiseta suben la cuesta discográfica con su primer EP, Mi bicicleta. Y no se dejen engañar por este pedalear de aires poperos su vehículo instrumental vuela quemando revoluciones rockeras. El viento los empuja a explorar y a probar olas de enérgicos acordes que surfean en la cresta de refrescantes melodías. No sé qué pasa por sus cabezas locas pero a su diario tampoco le falta de nada, recoge sentimientos: sosiego y alegría. Cada uno de ellos Quisiera ser tantas cosas que ni siquiera se entienden pero lo que corre por sus venas es pura adrenalina. Si busco parecidos razonables se los encontraría con Los Secretos y Por vivir de su sueño se atreven con todo, no les falta el aliento si hay que hacer un “cover” de Estopa. Han tenido que sortear Una de cal y otra de arena para que un millón de ilusiones prisioneras se hicieran canciones y para que no se les quejen las nenas. Subidos en El Globo desde diciembre yo busco una cuartada, ser como una Niña imantada para atraerlos a la tierra pero al final Me pierdo en su Hard Rock de altos vuelos y asciendo con ellos a su universo aerostático de sólida arquitectura sonora. Para evitar bajar en cuerda floja me dicen: “Quedas al mando pero solo de la entrevista, el gas musical lo ponemos nosotros”. Así pues desafiando a la gravedad nos elevamos para ver otra perspectiva rítmica. No voy a pedirles que me traigan la luna llena porque me consta que en sus directos se han llenado los bolsillos de estrellas.
No se han presentado en globo –el descenso en el centro de la ciudad hubiera sido complicado- pero esta banda de pop rock aterriza en el Bar Velódromo con ganas de hacer volar su música. Rober, Rubén y Edgar forman El Globo.
El día 21-12-12, final del mundo, lo celebrasteis presentando vuestro EP Mi bicicleta, además de ser el aniversario de Rober ¿Qué tal está siendo este primer pedalear musical?
Rober: Sí, fue la presentación oficial en un Bar de Gracia que se llama la Vila y estuvo muy bien con mucho ambiente.
Y no se acabó el mundo.
Rubén: No, es verdad, empezó el nuestro.
Coincidencias que también se han dado con la banda venezolana Luz Verde que editaba su EP Vol.1 el mismo día del apocalipsis, ¿pensáis en un Vol.2?
Rubén: Nosotros estamos siempre pensando en grabar pero como en todo es la economía la que manda, pero, ya mismo, en un mes o dos.
Repertorio os sobra, en la retaguardia tenéis más de una veintena de temas.
Rubén: Sí. Ayer ya nos quedamos trabajando un poco más. Casi nos falta tiempo pero es nuestra pasión y a pesar de las dificultades no lo vamos a dejar por nada, por nadie, cueste lo que cueste, si no hay que dormir no se duerme.
¿Fue difícil escoger los siete cortes?
Rúben: Lo teníamos bastante claro, además descartamos ya cinco que habían sido grabados en la maqueta. Y en cuanto a los otros llegamos a un buen entendimiento.
¿Un traje a medida entre el pop y el rock pero adscritos alguna corriente estilísticas?
Rober: No sé cómo llamarlo letras pop y actitud rockera. Aires de los ‘80s porque Rubén siempre hace solos con guitarra.
Ácidos e incendiarios riffs. No has podido evitar ese onanismo al que tiende muchos virtuosos.
Rubén: Soy bastante atípico en eso, tiendo a acortar porque me siento un poco avergonzado pero ellos me lo piden. En Quisiera ser me insistieron en el solo. Hoy en día se ha criticado tanto a los guitarras solistas que se ha dejado de hacer y pienso que en su justa medida está bien. También depende de los temas si son más soft, más tranquilo.
En cada ruta sonora una guitarra distinta.
Rubén: Casi, tengo unas diez, entre eléctricas, acústicas y españolas. Hay una eléctrica especial Lespaul, que es bastante cañera. Ahora voy a por una acústica de 12 cuerdas.
¿Y la que traéis?
Rubén: Es la última adquisición de Rober. Me critica pero el también tiene unas siete.
Un trío rítmico en que Edgar, el batería, “un trozo de pan muy nervioso” también tiene sus fogonazos.
Rubén: Sí, él se acopla muy bien porque es un fanático de Bon Jovi y le encanta la caña, el ruido y la contundencia. Es muy activo.
Rober: Además tiene sus ideas, muchas veces me sugiere probar con otro tono de voz o tocándo de otra manera.
Un EP titulado Mi bicicleta ¿no hubiera sido un acorde más preciso llamarlo Mi coche por las revoluciones rockeras y trabajando los tres en automoción?
Rober: Tiene su historia. La canción la hicimos para un programa de radio Cornellà. Nos invitaban si componíamos un tema breve sobre una bici y así lo hicimos. Al final con Rubén seguimos escribiendo y salió toda la canción.
Tintes autobiográficos
Rubén: Algunos si, otros no.
Temas extensos de más de cuatro minutos pero letras concisas breves, algunos temas hacen referencia a la senda musical Mi bicicleta, Por vivir, Sin camiseta, Me pierdo; al amor Escalofrío, Quisiera ser pero Quedas al mando tiene un mensaje más codificado.
Rober: Empieza haciendo referencia a la situación actual de la sociedad, a los problemas que hay, y acaba hablando del amor porque al final es: “cuando estoy contigo me acabo olvidando de todos los problemas, del mundo”.
Aportáis los tres pero Rober se dedica más a componer y Rubén a la melodía.
Rubén: Sí, yo le pregunto de que quiere que trate la canción y entonces compongo los acordes en base a la temática.
Si extraigo algunas palabras clave de cada tema hay un mensaje subliminal: “cabeza loca”, “hay en mi cabeza algo extraño”, “no me entiendo”, “busco una respuesta”, “donde perderme” , “no me encuentro”, “invita a explorar” ¿Es en los estados estratosféricos donde uno pierde la conciencia, de busca interior, donde uno encuentra la inspiración?
Rober: Siempre, siempre estas como buscando tu camino. Pero el amor atraviesa todos los temas, somos muy sensibles.
Rubén: Si. Hay algún tema de crítica social pero no queremos abanderar ni una ideología, ni un camino etc. Somos bastante amorosos.
Y a falta de una enfermera como la que tiene Rubén, ¿la música es curativa, Rober?
Rober: Si, así es.
¿Con qué tema os sentís más identificados?
Rober: Sin camiseta o Escalofrío.
Rubén: Mi bicicleta o Quisiera ser
¿Cuándo llega la musa?
Rober: Cuando menos te lo esperas, a cualquier hora. De hecho todas las canciones están anotadas en trozos de papeles usados, viejos.
Y los cortes sin partitura.
Rubén: Sí, la base rítmica es la que es, pero si nos olvidamos las letras o los acordes todo fluye porque lo sientes, pero nunca parar, la improvisación también aporta singularidad. Lo que sí improvisamos son los check list, porque hay muy buena sintonía. Es un teatro y cuando ves bandas como Guns and roses, Status Quo, todo está estudiado hay una coreografía. Es espectáculo.
Vuestra manager, Dolores García, os está sacando mucho a pasear por salas como Bikini, BeeCol, Razz… y habéis presentado el disco en Underground, en Lennons (Hospitalet) …, este sábado tocaréis en Pipiolo Bar. ¿Qué hay preparado?
Rubén: Haremos el disco y 4 o 5 “covers” para que la gente se despierte un poco más. Por ejemplo cuando tocamos La Chica de Ayer de Nacha Pop gusta mucho. Hacemos las versiones diferentes, porque es divertido montar la canción, estamos haciendo arte y no algo mecánico. También Estopa, Fito. La gente las canta y eso nos da más cuerda. Entre medio interpretamos nuestros temas. Covers hacen todos los grupos desde Bon Jovi hasta Estopa.
¿En los directos los fans pueden hacerse con el disco, Mi bicicleta.
Rubén: Sí, por cinco euros. El día de la presentación regalamos camisetas de El Globo, como un juego, hicimos un sorteo. En nuestras actuaciones no nos limitamos a tocar, sino que charlamos, interactuamos para calentar el ambiente y hacerlo cercano y familiar. És complicado captar la atención de la gente porque es un mercado que estamos muchos.
Rober: Hay que tomárselo con filosofía, lo primero es que disfrutamos tocando independientemente de cuánta gente haya, da igual el número, lo que cuenta es que, sean muchos o pocos, todos disfruten. Y curiosamente a veces en los que hay poco público te llegan de manera especial. Lo vives de otra manera.
¿Se puede encontrar vuestra música en los portales digitales como Itunes, Spotify?
Rober. Estamos en ello, es muy importante para darte a conocer.
Tenéis un videoclip en Roca Foradada que produce escalofrío.
Rober: Ja, ja. Nos lo propuso TV Gavá. La verdad es que nos jugamos un poco la vida allí, ja, ja. Estamos pensando en hacer alguno con guión. Pero primero tendremos que ponernos de acuerdo en el tema a escoger.
Rubén: Nos lo propusieron y pensamos hacerlo en el castillo L’Eramprunyà pero al final no pudo ser. Fue hace un mes e hizo un día estupendo, fue muy divertido.
Grabasteis en Chester Music Lab, pero ¿qué ha sido del local de ensayo de Martorell donde encontrasteis la inspiración aerostática?
Rober: Estuvimos poco tiempo, nos llevamos el nombre del grupo y el encuentro con Rubén a través de un casting. Llevábamos más de una decena de guitarristas pero ninguno nos convencía hasta que llegó él. Entró por la puerta, todo rockero y al principio no me hacía gracia, pensé: “ya verás tu”. Pero mira aquí estamos encantados de habernos conocido.
¿El rock es un modelo de vida, la famosa tríada: sexo, drogas y rock’n’roll?
Rubén: El que lo siente de verdad, sí.
¿Supongo que me dirás que no es tu modelo de vida?
Rubén: Ja, ja. No, no, yo hago deporte, nadie fuma, cerveza y poco más, un vaso de leche antes de dormir, ja, ja. Edgar ni bebe.
¿Viajáis siempre con vuestro globo?
Rober: Sí. Lo vi en una tienda de ropa, en el escaparate de Pull&Bear y lo pedí. Se quedaron con mi teléfono para llamarme cuando cambiaran el aparador. Y pasaba los días y yo mosca porque no sabía nada y me decía: “¿y mi globo qué?” A finales de enero me llamaron y desde entonces siempre va con nosotros. Ahora lo tenemos en el local de ensayo pero en los conciertos siempre está en algún lugar del escenario. Es de un tamaño considerable.
¿Cuál es el siguiente desafío de El Globo?
Rober: A las islas.
Rubén: Queremos tocar en todos los sitios posibles y queremos cerrar un par de conciertos en Menorca y Mallorca. Soy muy pesado para eso.
Os veo volando para allá, además Rubén tienes fisonomía de allí.
Rubén: Es que hago surf, ja, ja. Quiero playa. Ya hemos hecho muchos conciertos por aquí y hay que ir para adelante. Estamos cerrándolos.
Cerramos la entrevista subidos en El Globo, una banda musical que aún yendo en “Mi bicicleta” pedalea muy fuerte.
Enlaces:
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